La necesidad de seguir creyendo en el sistema

A propósito del accidente ferroviario en Angrois escuché una entrevista a un psicólogo especializado en desastres. Él decía que uno de los problemas con que se encuentran cuando tratan a los afectados es el de la pérdida de confianza en el otro. Argumentaba que la sociedad funciona por la confianza que todos conservamos en la profesionalidad y capacidad de aquellos que deben ayudarnos. Una buena explicación ya que, en efecto, así yo también lo siento.

Defrauda, por ello, ver a tantos políticos eludiendo su responsabilidad para con los ciudadanos y que tras hacer mil y una tropelías se nos van de rositas. En Italia, muy recientemente, se escenificó el último de los vodeviles al respecto: el todopoderoso Berlusconi se libra finalmente de la cárcel. Quien fue paradigma y adalid de los excesos carnales, políticos y judiciales más pasionales que se han visto en la vieja Europa en los últimos tiempos, no irá a prisión.

Y así cientos, desde Rajoy hasta la oropelada e inoperante ONU han logrado que los ciudadanos necesitemos, como las víctimas de grandes catástrofes, de una terapia psicológica que nos permita seguir creyendo en el sistema y en la justicia. Cosa de locos.— Juan C. Mella.