Caramelos
Me sucedió ayer poco antes de salir para el aeropuerto. Acabábamos de comer en el restaurante Paraje Arévalo y puse un tuit para compartir mis experiencias. @JCCapel: “¿Quién dijo que el nivel gastronómico de Buenos Aires es bajo? Mis favoritos: Chila, El Baqueano, Paraje Arévalo, Aramburu y Tarquino. Cocina Joven”. Me refería a los cinco restaurantes que más me han gustado durante la semana corta que he pasado en la capital de Argentina. Locales con grandes cocineros que elaboran cocina de calidad a partir de productos locales.
Reconozco que han sido pocos días para conocer las últimas novedades de una ciudad apasionante. En el recuerdo me llevado el diálogo que mantuve con la porteña Inés Bertón, el olfato absoluto, ideóloga de Tealosophy http://www.tealosophy.com/, reina del té, una de las once narices que el Tea Council reconoce en el mundo. Conversación que publicaré en este blog próximamente.
Y, por supuesto, otras cosas interesantes desde un punto de vista gastronómico. Entre ellas, los famosos sandwiches de miga que tomé en www.dosescudos.net, uno de los tesoros insuficientemente valorados de la gastronomía argentina; los churros rellenos de dulce de leche del hotel Hub Porteño http://www.hubporteno.com/; la degustación de carnes en el asador La Brigada http://www.parrillalabrigada.com.ar/ y las suculentas pizzas de El Cuartito (fugazeta y de cebolla y queso) https://plus.google.com/111678218767954094886/about?gl=es&hl=es, bastante mejores que las de otros locales.
Buscaba un taxi, repito, cuando me encontré con una tienda que me dejó perplejo, Caramelos Artesanos http://www.caramelosartesanos.com.ar/catalogo.html donde me clavé frente al escaparate.
En el interior el espectáculo adquiría proporciones de cuento.
Afortunadamente se hallaba allí su propietaria, Valeria Hoffman, que me invitó a presenciar la elaboración de sus caramelos en directo media hora más tarde.
No tenía tiempo, pero le contesté que los he visto hacer varias veces en Barcelona en el obrador de Papabubble http://www.papabubble.com/, una de mis tiendas favoritas, que regentan unos australianos.
Según ella, la idea de estos caramelos se gestó en Buenos Aires y se ha desarrollado en otros lugares del mundo en régimen de franquicia. No me extrañaría. En esta gran ciudad hay suficiente sensibilidad como para cosas semejantes.
Caramelos con matices picantes, especiados, aromáticos, ahumados y salados. En cierto modo, recetas de cocina trasladadas al universo dulce. Una forma de cocinar jugando con la creatividad, la imaginación y el colorido que permiten el azúcar y sus derivados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.