Mamphela, la esperanza sudafricana
Mamphela Aletta Ramphle, prestigiosa activista antiapartheid, luchadora feminista y profesional de éxito, acaba de lanzar un nuevo partido político Agang, que significa “construir”. Quiere ser la alternativa al actual presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma. Cansada de ver a un gobierno corrupto y a un país sumido en protestas sociales, Mamphela aspira a ganar las próximas elecciones de 2014. Discípula de Nelson Mandela y pareja de Steve Biko, líder de la lucha contra el apartheid ya fallecido, quiere volver a los valores que llevaron al gran líder al poder en mayo de 1994: justicia, solidaridad, honradez, redistribución de la riqueza o la igualdad de oportunidades.
En Sudáfrica, a pesar de ser el primer país del continente africano por su PIB y de tener minas de oro, uranio, cobre o diamantes, un 48% de su población malvive con 32 euros al mes, mientras que el presidente Zuma es el mayor símbolo de corrupción y acumulación de riquezas, pero no es el único. Cada día saltan nuevos escándalos, hecho que ha llevado a Mamphela a plantearse su candidatura.
Ayudas económicas no le van a faltar en un principio ya que Estados Unidos le ofrece su respaldo. De hecho su decisión de lanzarse a la próxima campaña electoral la tomó tras una estancia en Washington. Pero a pesar de esos apoyos lo tendrá difícil en un país en donde la mujer no ocupa puestos de responsabilidad. “Si alguna mujer puede llegar a presidenta de Sudáfrica, esa será Mamphela”, declara el nuevo director de Mundo Negro, Jaume Calvera.
Nacida en el pueblo de Uitkyk, en la provincia de Limpopo, consiguió irse a estudiar a Durban con un billete de tren prestado por una de sus tías. Allí comenzó su activismo político, su lucha contra el apartheid y por la igualdad de los ciudadanos al mismo tiempo que inició con becas sus estudios. Su enorme esfuerzo la llevo a ser médico, vicerrectora de la Universidad de Ciudad del Cabo, gerente del Banco Mundial y exitosa mujer de negocios hasta el punto que aparece en la revista Forbes como una de las mujeres más ricas de África.
Hija de maestros, en 1968 ingresó en la escuela de medicina de Natal, la única institución que aceptaba a estudiantes negros y pudo acabar sus estudios gracias a las becas facilitadas por la Asociación de mujeres judías de Sudáfrica. Mandela siempre la definió como de “talla excepcional”
Mamphela Aletta Ramphle se convirtió en su época estudiantil en una importante activista antiapartheid. Fue fundadora del Movimiento de Conciencia Negro junto con Steve Biko, con quien tuvo dos hijos, a pesar de que él ya estaba casado al conocerla. En 1973 Biko fue sometido al régimen de "prohibición" utilizado por el gobierno para silenciar a los opositores. Su vida fue una continua lucha y murió en la cárcel víctima de una enorme paliza, con tan solo 30 años.
A raíz del levantamiento de Soweto en 1976, fue detenida, no tuvo juicio y finalmente liberada cinco meses después. Posteriormente fue desterrada a la zona de Tzaneen, desde 1977 a 1984, pero siguió con su militancia contra la discriminación racial. Dicho levantamiento se produjo al decidir las autoridades del país que la educación no se haría en inglés sino en afrikaan (lengua utilizada por los blancos). Soweto, barrio de más de tres millones de personas, siempre ha tenido una postura combativa contra la segregación racial y contra la pobreza.
Posteriormente fue detenida de nuevo por leer “literatura prohibida”. Pero su lucha por mejorar la salud de los negros y por trabajar con las mujeres de pequeñas poblaciones para que comenzasen a tener poder en sus comunidades, no cesó, hasta terminar en la Universidad de Ciudad del Cabo como investigadora en una primera etapa y como vicerrectora finalmente. Fue la primera mujer negra en conseguir dicho cargo.
En el año 94 su vida cambia radicalmente al trasladarse a Estados Unidos para impartir clases en la Universidad. Seis años después era nombrada directora-gerente del Banco Mundial. Su vínculo con Mandela nunca se rompió: fue miembro del Consejo de la Fundación Nelson Mandela para la Infancia y también intervino en la creación de la Fundación Sociedad Abierta para África del Sur que promueve una sociedad no racista y no sexista. Pero quizás su participación más activa ha estado en el Movimiento de los Ciudadanos que moviliza a la población para “caminar juntos” y que tomen el control de sus vidas.
Su padre político, Madiba, como es conocido Mandela entre sus paisanos, dedicó la mayor parte de sus 91 años a la lucha contra el apartheid. De ellos 27 los vivió encarcelado por el gobierno en la prisión de Robben Island. Pero, el camino recto trazado por el prisionero número 466/64 no ha tenido continuidad en sus herederos políticos, absorbidos por excesos que conducen únicamente a la corrupción.
A principios de 2013, cansada de ver cómo se había deteriorado la política sudafricana, tras la llegada al poder de Zuma en 2009, decidió volver a la política activa creando su propio partido con la finalidad de vencer al Congreso Nacional Africano, en 2014. Ciertos sectores la critican por querer apropiarse del legado de Steve Biko pero la lucha de Biko, de Mandela y de Mamphela Aletta Ramphle siempre fue la misma.
Recientemente, en una visita a la cárcel de mujeres de Johannesburgo, declaraba que su país
“está en riesgo porque el interés económico se ha convertido en el único motor
de los que tienen poder en lugar de estar dedicados a servir a los ciudadanos”.
“Estoy aquí", añadía Mamphlea Aletta Ramphle, "para invitar a jóvenes y ancianos a reinventar nuestro país de los sueños y que se comprometan a llevarlos a cabo para mejorar la vida de los sudafricanos”. Quiere ser el puente entre la generación de Mandela que lucho contra la discriminación racial y los jóvenes que quieren una sociedad sin corrupción. “Debemos estar vigilantes” añadió.
Pero la nueva líder de Agang no lo va a tener fácil. A la corrupción y abuso de poder que se acusa al Zuma hay que sumar las protestas sociales que van en aumento y un clima de alta violencia contra las mujeres, ya que en dicho país una mujer es violada cada 17 segundos. La Interpol la define como “la capital mundial de los delitos sexuales”.
Especial tragedia para las lesbianas, ya que el imperante machismo del país defiende que dicha tendencia sexual “se cura” tras una violación. Se denominan “violaciones correctivas”. Mamphle también se tendrá que enfrentar a otro de los grandes problemas del país: el SIDA. Alrededor de 5´9 millones de ciudadanos de los 49 que viven en Sudáfrica están infectados del VIH.
Una iniciativa en la plataforma Avaaz.org ha dado a conocer el caso de una conocida deportista: “Eudy Simelane era una de las estrellas del equipo nacional femenino de fútbol de Sudáfrica. También era lesbiana y fue una de las primeras mujeres en declarar abiertamente su orientación sexual, convirtiéndose en activista por los derechos de los homosexuales. En 2008, Simelane fue violada de forma tumultuaria (por un grupo), golpeada y apuñalada 25 veces. Su muerte hizo más público aún un crimen que se comete a diario contra las lesbianas en Sudáfrica y en otros países de Africa”. Y eso que Sudáfrica ha sido la primera nación en el mundo en considerar ilegal la discriminación basada en la orientación sexual y ha sido también el primer país africano en legalizar el matrimonio del mismo sexo.
A menudo los violadores no son perseguidos por la justicia y cuando se detiene a alguno de ellos suelen salir de prisión con bajas fianzas. Un ejemplo es lo sucedido cuando las autoridades sudafricanas liberaron a Andile Ngcoza, un hombre que violó, golpeó y estranguló a Millicent Gaika durante cinco horas para 'hacerla heterosexual'. Ngcoza fue puesto en libertad con una fianza de 60 rands, el equivalente de 10 dólares, denunciaron organizaciones humanitarias.
"En Sudáfrica los jueces envían a una mujer a la cárcel por robar un pedazo de pan para alimentar a su hijo, pero los hombres que violan a las mujeres, que asesinan a las lesbianas o golpean hasta la muerte a sus esposas, caminan en las calles como hombres libres"se puede leer en otra iniciativa en la organización Change.org.
Una dura tarea espera a la candidata.
Mercè Rivas Torres es periodista y autora de Los Sueños de Nassima y Vidas
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