Ortega Cano espera su hora de la verdad

El Juzgado de lo Penal número 6 de Sevilla notificará este miércoles al torero José Ortega Cano la sentencia por el accidente que protagonizó en 2011 y en el que falleció el conductor Carlos Parra tras chocar de forma frontal con el diestro. Dos semanas después de quedar visto para sentencia, esta mañana la juez Sagrario Romero comunica el fallo a las partes. La fiscalía mantuvo su petición de cuatro años de cárcel y una indemnización de 169.619 euros para el torero, mientras que la defensa del diestro pidió su absolución. Ortega Cano está acusado de homicidio imprudente y dos delitos contra la seguridad vial por provocar la muerte de Parra tras invadir el carril contrario de una carretera secundaria a 125 kilómetros por hora en una carretera limitada a 90 km/h. El acusado se dirigía a su finca Yerbabuena, en Castilblanco de los Arroyos (Sevilla).

Durante el juicio los técnicos periciales explicaron cómo la tasa de alcohol en sangre del torero triplicaba lo permitido por ley la noche del accidente. En las sesiones comparecieron diversos testigos que describieron los pasos previos al accidente del diestro. Los testimonios fueron contradictorios. Mientras que dos camareros le vieron “tambaleándose e incapaz de mantenerse en pie”, y que este “balbuceaba y le costaba hablar”, otros aseguraron que estaba “totalmente normal” antes del suceso.

Al margen de si el torero consumió alcohol antes de conducir esa noche, dos testigos describieron sus infracciones al volante como “peligrosas”, “graves” y “arriesgadas”, que denotan una conducción temeraria. Francisco José R. explicó que el diestro adelantó con su coche a otro vehículo en una curva sin visibilidad, por el carril izquierdo y con doble raya continua. El fiscal denunció con palabras gruesas la conducción del torero: “Solo un loco conduce de esa manera (…) Bastaría con que reconociera que se ha equivocado”

En su turno de última palabra al final del juicio, Ortega Cano afirmó: “Llevo casi dos años pasando un quinario, que sea lo que Dios quiera y la Justicia dictamine (…) Desgraciadamente he tenido percances por mi profesión, pero este ha sido el percance más grave de mi vida”. El diestro insistió en que no bebió alcohol y que debió sufrir un vahído momentos antes de la colisión mortal. A pesar de las reiteradas y tajantes negativas durante el juicio, en la instrucción judicial previa del suceso Ortega Cano admitió haber ingerido alcohol esa noche: “Me tomé menos de media copa de cava (...) Es muy poca cantidad y no creo que me perjudique con el medicamento que tomo”, declaró. Hoy la juez Romero decidirá la primera sentencia de este caso, que será previsiblemente recurrida en segunda instancia.