La complejidad de la ciudad no cabe en un master plan


“Nosotros hicimos las ciudades. Ahora las ciudades nos hacen a nosotros”. Así comienza el documental La escala humana, que puede verse en CANAL + (y en YOMVI on line). Su director, el danés Andreas Dalsgaard, ha llevado su cámara por varias ciudades del planeta: de Melbourne, en Australia -que hace 30 años decidió recuperar a los ciudadanos en su centro urbano- a Daca en Bangladesh –cuyo plan maestro está pensado para el 10% de la población que se mueve en coche y prevé erradicar el uso de los 300.000 bici-carros que dan de comer a un millón de personas-.
¿Cuánto y cómo tienen que cambiar las ciudades?
David Sims, arquitecto de Gehl Architects, opina que la única vía de crecimiento posible para las ciudades es la que atiende a las necesidades de la gente: “la escala humana no cambiará”. Y relata la experiencia de Melbourne, que en dos décadas recuperó gran parte de la población que durante años se había instalado en los suburbios “porque el sueño de la casa con jardín provocaba obesidad y aislamiento”, explica el alcalde de la ciudad. ¿Cómo recuperó a sus habitantes Melbourne? Dando vida a sus allies, los callejones de descarga entre edificios donde se acumulan los cubos de basura. En sombra y con la escala humana, los cafés y los comercios abrieron también a esa fachada trasera consiguiendo calles estrechas, peatonales: las que tenemos en mente para pasear por la ciudad.
Hace décadas que Jan Gehl hace urbanismo mirando a la gente. Desde 1965 se dedica a apuntar sus movimientos. Comenzó en Siena. Se preguntó qué hacía que la gente se quedara allí en la calle, hablando, leyendo, paseando, tomando el sol o un refresco. Y llegó a la conclusión de que la definición de la ciudad se podía alterar cambiando a los coches por personas.
“No hay que tener miedo al crecimiento. Hay que tenerlo a la falta de planificación”, sostiene. La peatonalización reduce los miedos, los accidentes (en un 63% en Times Square, por ejemplo). Y las ciudades asiáticas, para las que el modelo occidental era el faro de crecimiento, están empezando a cuestionarlo. En Los Ángeles, 100.000 personas reclaman las calles una vez al año. En Chongqing, la ciudad de mayor crecimiento en China, han dejado las bicicletas porque las distancias no les permiten llegar al trabajo. Pero se han dado cuenta del error. No sólo no todo el mundo puede tener un coche, de tenerlos, la ciudad se paralizaría: sería imposible moverlos. Por no hablar de que sería ecológicamente insostenible.
Frente a las habituales propuestas de nuevas inversiones para lograr ciudades sostenibles, Jan Gehl y su equipo hablan, de nuevo, de recuperar a las personas como centro de las decisiones urbanísticas. Que la adversidad de la destrucción es una oportunidad para la construcción lo demuestran las 106.000 ideas que los habitantes de Christchurch, en Nueva Zelanda, aportaron para la reconstrucción de su ciudad tras el terremoto de 2011. Para ellos eran más importantes sus recuerdos que el estilo de los edificios: “La escuela a la que fui, la plaza en la que jugábamos al futbol, el bar en el que conocí a mi novia”. “Las cosas que queremos cuando somos personas y no empresas se parecen mucho”, sentencia en la película el alcalde de esa ciudad. De eso trata este documental, de hacernos entender que el trabajo de los urbanistas consiste en escuchar. Es una inversión. No cuesta nada ser amable y cuidadoso. Si no ves la vida de niño –en un parque o en la propia calle- ¿cómo vas a cuidar la vida de mayor?
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Ucrania ataca por primera vez a un petrolero de la flota fantasma rusa en el Mediterráneo
Nikola Jokic, el gigante pasador que supera en asistencias a Kareem Abdul-Jabbar
Los olvidados de Sudán: Viaje al interior de la peor crisis humanitaria del mundo
Pérez Llorca asegura que no tenía constancia de la investigación al alcalde de Jérica por presunta agresión sexual
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- Eduardo Casanova anuncia que tiene VIH: “Hoy rompo este silencio tan doloroso”
- “No podemos hacer nada”: la IA permite copiar en exámenes de universidad con una facilidad nunca vista































































