Hipotecas
Vemos a diario las acciones de afectados por desahucios. Es gente que sufre. Pero, ¿no es mucha de esa gente la que contrató una hipoteca sin evaluar las posibilidades reales de poder pagarla durante 20 o más años?
Esa misma gente no es ajena a las causas de la crisis que hoy nos afecta, porque se embarcaron en aspiraciones materiales no acordes con sus posibilidades reales, generando un crecimiento desmedido del crédito familiar. ¡Cuánto mejor habría sido pasar menos tiempo frente a la playstation o mirar menos televisión basura y dedicarle más tiempo a los libros!
La Plataforma Afectados por la Hipoteca no tiene razón en sus reclamos. Todos firmaron las condiciones escritas. Sin pensar que tal vez no le subirían el sueldo, que tal vez no los ascenderían, que tal vez su empleadora quebraría.
Además, la intención de Andalucía respecto de los desahucios es demagoga y pone en riesgo la seguridad jurídica ya que con el mismo criterio podrían quitarme mi coche para dárselo a alguien que lo necesita más, aunque ese alguien antes haya hecho las cosas mal.
Es tan bueno pensar. Nos diferencia de otras especies.— Paulino Alassio. Valencia.
Los señores diputados del PP, y algunos de otros partidos, critican la campaña de escrache a la que se ven sometidos por considerar que violan los derechos de los señores/as diputados/as, que se molesta a sus familias, que se les presiona para condicionar su voto. Y yo les pregunto, ¿no sufren mayor presión los hijos y familia de las personas que pierden su vivienda? No sufren mayor presión esas personas, que son intimidados por los bancos y las entidades financieras, para que paguen un dinero que no tienen. La inmensa mayoría de la clase política de este país solo nos quieren y necesitan en época electoral, no les interesan nuestros problemas, nuestras necesidades. Ellos, que viven en sus torres de marfil, se creen ajenos a los problemas del resto de españoles. Señores/as, están ustedes conduciendo a los ciudadanos de este país hacia formas de protesta más duras y más agresivas, que no van a beneficiar a nadie y que van a perjudicar más a este país. Hagan examen de conciencia, señores/as políticos/as y pónganse por una vez en el lugar de esos ciudadanos y ciudadanas. Que no tienen trabajo, que se les cobra hasta por respirar, que encima les quitan la vivienda en la que crían y educan a sus hijos.
Protegen ustedes a esa clase financiera, señores/as políticos/as, porque esas mismas entidades financieras son quienes sufragan sus desproporcionadas campañas electorales y quienes les condonan deudas astronómicas. En esas entidades y conglomerados industriales y financieros es donde ustedes acaban cuando abandonan la vida pública.
Si no ponen ustedes solución a los problemas de la gente serán los responsables de una más que probable respuesta violenta de esos mismos ciudadanos a los que ustedes han olvidado y abandonado a su suerte.— José Antonio Murillo Piña.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.