Ocho meses retenido y muchas preguntas sin responder
La policía desconoce los motivos de la desaparición de un millonario irlandés que fue hallado en una carretera tras ser liberado y sin saber explicar lo sucedido
Irlanda es uno de los países que más ha sufrido la crisis económica que aún hoy amenaza con ahogar a millones de ciudadanos europeos. Pero pese a estar sumergido en la peor recesión en décadas resulta que es el segundo país de Europa, después de Bélgica, con el mayor número de millonarios per cápita. El 2,2% de los hogares irlandeses los preside un millonario. Concretamente hay 33.000, según un estudio de la consultoría Bloomberg and Boston Consulting. La gran mayoría, al contrario de lo que ocurre con los ricos británicos o estadounidenses, es gente anónima para el público cuyos nombres y vidas privadas rara vez salen a la luz, con la excepción quizá de Bono, cantante de U2, o el actor Liam Neeson. Muchos de ellos, en cambio, como el multimillonario Kevin Michael McGeever, son personajes alejados de los focos, que prosperaron durante la década dorada que vivió Irlanda, entre 1995 y 2007, gracias entre otras cosas a una burbuja inmobiliaria que hizo que el país creciera a un prodigioso ritmo del 9% anual y que al pincharse provocó una catástrofe de negras consecuencias similares a las de España.
Pero McGeever, que hasta hace apenas 10 días era simplemente un promotor inmobiliario anónimo, es ahora uno de los rostros más famosos de Irlanda y Gran Bretaña, aunque no por los ceros de su cuenta corriente sino por las extrañas circunstancias que le han catapultado a un estrellato no deseado.
Este millonario de 68 años, que residía en una mansión de tres millones de euros en el oeste de Irlanda bautizada Nirvana, fue secuestrado precisamente allí hace ocho meses, aunque hasta ahora solo su familia lo sabía. El pasado 29 de enero reaparecía en una carretera secundaria irlandesacompletamente desorientado, sucio, sin zapatos, vestido apenas con un trozo de plástico, cojeando y sin rumbo. Sobre su frente se podía leer una palabra, “ladrón”, y estaba escrita con tanta saña que en un primer momento se creyó que había sido tatuada con un cuchillo. Afortunadamente para él solo era tinta de bolígrafo. Una pareja se lo encontró de bruces en la carretera y ante su lamentable estado mental y físico decidió llevarle a comisaría convencida de que se trataba de un indigente con alzhéimer. Fue él mismo quien informó de su identidad, y explicó haber sido secuestrado pistola en mano en su mansión, no saber cuánto tiempo había pasado y tampoco conocer las razones de su secuestro.
El promotor inmobiliario irlandés, que nadó en millones durante la pasada década gracias a sus negocios en Dubái, empezaba a tener deudas y números rojos en su cuenta corriente al momento de desaparecer
Desde entonces McGeever ha estado ingresado en el hospital de la ciudad de Mullingar y todo lo que ha trascendido sobre él es confuso, puesto que según la policía no se le ha podido tomar declaración por estar aún mentalmente inestable y físicamente muy desnutrido —perdió más de 30 kilos durante su secuestro—.
Este promotor inmobiliario irlandés, que nadó en millones durante la pasada década gracias a sus negocios en Dubái, donde su empresa KMM International Properties vendía apartamentos a irlandeses y británicos que buscaban inversiones suculentas en pleno boom económico, parece que empezaba a tener problemas con su cuenta corriente. Así lo han afirmado en el diario The Irish Sun cuatro inversores a los que supuestamente McGeever les debe millones. Según el diario, no habría relación entre esas deudas y su secuestro, pero sin duda, la información podría arrojar pistas al respecto. “McGeever es un tipo brillante y encantador y nunca llegué a entablar malas relaciones con él porque quería recuperar los 2,4 millones de euros que nos debía. Conseguí una parte, pero no toda. Invertí con él, mis clientes también y nos falló a todos”, afirma un inversor anónimo citado por el diario irlandés, que también sostiene que hay dos causas civiles abiertas contra McGeever por temas de morosidad.
En otros periódicos se ha dicho que su secuestro habría estado relacionado con la mafia rusa, algo que Brendan McGeever, hermano de la víctima, trató de desmentir durante una entrevista en la radio pública irlandesa RTE el pasado miércoles, aunque subrayó que su hermano nunca supo quiénes eran sus secuestradores. “Se comunicaban con él por escrito y más de una vez le apuntaron con una pistola y le dieron un papel en el que decía ‘Te quedan solo dos días de vida’. Ha sido maltratado físicamente y la verdad es que me asustó su estado: fue como ver a un hombre de 90 años recién salido de un campo de concentración”. El hermano se negó a confirmar si la familia había pagado algún tipo de rescate y repitió no saber la causa última de su secuestro. De momento, la incógnita sigue abierta.
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