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¿Médicos y enfermeras? ¿O médicas y enfermeros?

Ricardo de Querol

El debate sobre el sexismo en el lenguaje tiene bastantes capítulos sin resolver, también para los que desde los medios de comunicación nos esforzamos en cumplir la corrección lingüística y la política y a la vez ser fáciles de leer. Cuando uno se refiere como "las enfermeras" a un colectivo mayoritariamente femenino ¿está reconociendo a las mujeres como protagonistas de ese grupo profesional o está relegándolas a ciertos trabajos excluyéndolas de otros? ¿Está violando el plural genérico masculino que exige la RAE? ¿Los enfermeros se consideran incluidos en un colectivo denominado en femenino? ¿Acabaremos diciendo "las médicas" porque ellas ya son más entre los licenciados? ¿Por qué algunas mujeres prefieren presentarse como "médico", en o? Y ¿cómo me refiero al varón que ejerce de matrona? ¿Matrón?

En estos días que el sector sanitario en bloque se está echando a la calle en distintos lugares, sea contra la privatización de hospitales o contra el cierre de urgencias rurales, los medios de comunicación nos referimos a menudo a los colectivos de ese mundo con denominaciones nada neutras. "Médicos y enfermeras" es una expresión más que extendida en el habla popular, en el habla de los propios colectivos involucrados y en los diarios y emisoras. Hay otros casos de colectivos con nombre genérico femenino en el lenguaje real, desde las azafatas a las empleadas de hogar. El motivo es claro: son grupos con predominio abrumador de un sexo, aunque ya no uniformemente femeninas como en el pasado. La tradición ayuda a seguir refiriéndose a las enfermeras, pero ¿será que se perpetúa así un prejuicio?

Ya les conté en otro post (No se ofendan ustedes y ustedas) por qué me niego a utilizar la fórmula "los médicos y las médicas; los enfermeros y las enfermeras", del derecho o del revés. Por farragosa, burocrática, incómoda para el que habla y para el que escucha. El lenguaje no solo debe ser correcto, también bello. Salvo que en algún contexto queramos remarcar que en un grupo hay varones y mujeres, los periodistas tendemos a evitar esa antieconómica disociación. Los manuales de lenguaje no sexista, bienintencionados pero a veces ingenuos,ofrecen como alternativa buscar la palabra que englobe al colectivo sin marcar el género, del tipo "el personal de enfermería", "el alumnado" o "la ciudadanía". Parece demasiado forzado. Del mismo modo nacieron las denominaciones alternativas "tripulantes de cabina" para no decir azafatas, o (mucho peor) la horrible sigla ATS, por "ayudante técnico sanitario", que en vez de dignificar a la profesión parece remarcar su papel secundario. (Coincido con José Saramago en su odio a las siglas." ¿Por qué decimos ONU pudiendo decir Naciones Unidas?", se preguntaba con razón el Nobel portugués).

Entonces la pregunta es: ¿nos vale el plural femenino para el genérico en algunos casos como el de la enfermería? Pues hay distintas opiniones entre los expertos y entre nosotros, los que escribimos este periódico. Tres entendidos en estas cuestiones, Álex Grijelmo, Eulàlia Lledó e Isaías Lafuente, se mojan y responden a la pregunta en toda su complejidad y con mil matices. Lo tienen mucho más claro los académicos: no cabe el plural femenino y punto.

Consultada la Fundación del Español Urgente a través de Twitter, no hay margen posible. "Para el genérico, en español, se emplea el masculino", sentencia Fundéu a mis preguntas (consulta aquí la conversación). En una consulta del año 2009, Fundéu se había mostrado más flexible y citaba el diccionario crítico de medicina de Fernando Navarro para conceder que "en este caso concreto, aquí enfermeras engloba excepcionalmente ambos sexos; en caso de ser necesario un giro neutro se puede usar personal de enfermería". Hoy, a través del tuit, Fundéu desaconseja ese uso. ¿Vale como excepción?, insisto. "Así es, sobre todo en textos tradicionales sobre la materia, pero en contextos generales no suele hacerse".

¿No suele hacerse? En el habla cotidiana pocos aluden a los enfermeros, que existen aunque sean minoría. Busco en la Real Academia Española una rendija abierta al plural genérico en femenino pero no la encuentro. Esto dice la web de la RAE en sus "respuestas a las preguntas más frecuentes": "Este tipo de desdoblamientos [ciudadanos y ciudadanas] son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto. El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino. Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto. Así, los alumnos es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones". Vaya. ¿Ni aunque sean 30 alumnas y un alumno?

El periodista y escritor de esta casa Álex Grijelmo, que fue responsable del Libro de Estilo de EL PAÍS e impulsor de la Fundéu cuando era presidente de la Agencia Efe, aporta otros ángulos: "A día de hoy, el genérico femenino se considera incorrecto según las normas de la Academia. Pero eso no significa que sea agramatical. Es decir, una frase como 'las españolas fuimos tratadas injustamente por el árbitro' es perfectamente gramatical aunque la pronuncie un hombre. No será correcta, pero sí gramatical. Desde ese punto de vista, el progreso del genérico femenino no me parece imposible. De hecho, se han observado algunos usos así, como recogía el artículo titulado Jugamos tranquilas, ¿eh?, publicado en EL PAÍS. Usos incipientes, desde luego; pero que pasaron inadvertidos para la mayoría de quienes los escucharon; y que no se recibieron, creo yo, como un atentado lingüístico".

Se refiere Grijelmo a expresiones que se escucharon durante los Juegos Olímpicos de Londres, en los que la mayoría de medallas para España las traían las mujeres. "¡Si ganamos, estamos clasificadas!", decía el narrador Francisco José Delgado en la SER. "¡Jugamos tranquilas, ¿eh?!", se escuchó al entrenador de balonmano femenino.

"Seguramente -continúa Grijelmo- este debate nos resultará más comprensible si distinguimos entre la gramática y el estilo, y entre el significado y el sentido; y si damos al contexto la importancia que tenga en cada caso. La expresión 'queridos amigos y queridas amigas' puede usarse como una cortesía, o como un guiño para no ocultar el papel o la presencia de la mujer. Pero si alguien dice 'hay que perseguir a los ladrones y a las ladronas' quizás entendamos, dependiendo del contexto, que el hablante está dando relevancia a la existencia de alguna delincuente a la que hasta ese momento no se había considerado como tal. El sentido puede ser superior al significado, y es todo más complejo de lo que parece. En cualquier caso, creo que los desdoblamientos artificiales constituyen un signo en sí mismos, y sirven para expresar una concepción específica de cómo debiera ser la sociedad. Por eso vale la pena mostrarnos benevolentes con ellos. Pero este debate requiere tiempo y matices".

Alguno dirá: ¿y de esa forma no estamos prejuzgando que hay profesiones para hombres y para mujeres? ¿Remarcamos que ellos son pilotos y ellas azafatas, que ellos llevan el timón, que el papel de ellas es auxiliar? Es lo que sostiene Eulàlia Lledó, filóloga y autora de varios libros sobre lenguaje y sexismo, el último Cambio lingüístico y prensa (Laertes). "Utilizamos el plural femenino cuando hablamos de profesiones poco prestigiadas. Cuando hay una jerarquía no pasa. Es evidente que una presencia masiva de médicas no cambia cómo nos referimos a la profesión. Si fuera una simple cuestión cuantitativa deberíamos decir también, por ejemplo, profesoras". Esa relación entre sexo y prestigio explica que algunas mujeres insistan en autodenominarse "médico", "ingeniero" o "arquitecto". "Comprendo pero no comparto esa táctica. Cuando la mujer logra ser médica o ingeniera le parece que se devalúa esa condición un poco por el femenino. Es como si pensara: me salgo del cuerpo de mujer para que nadie me juzgue por mi género. Se hacen un flaco favor", explica Lledó.

Un argumento parecido utilizó el Consejo Audiovisual Andaluz al responder la queja de un espectador por el uso de "médicos y enfermeras" en un informativo de Canal Sur. En su resolución, el organismo señalo que la expresión "resulta claramente sexista no por el uso del masculino 'médico' -que podría haberse entendido como un término genérico-, sino por su aparición junto al femenino -y por tanto restrictivo- 'enfermera', constituyendo la oración en sí misma un ejemplo de uso discriminatorio y sexista del lenguaje al estar asociado además a un ámbito profesional con jerarquías definidas, asignándose a los hombres la ocupación de mayor rango o prestigio y relegando a las mujeres a la de menor rango".

¿Y no aceptan los hombres ser parte de "las enfermeras"?, pregunto a Lledó. "Lo sospechoso del femenino que podría englobar también al masculino es que los hombres concretos no quieren incluirse en él. En cuanto hubo azafatos quisieron llamarse de una forma tan antieconómica como tripulantes de cabina o auxiliares de vuelo". Esta filóloga recuerda un ejemplo llamativo: "Los hombres no quisieron ser confundidos con las modistas y se inventaron algo tan horrible como los modistos". Modisto, por cierto, acabó entrando en el diccionario. Como presidenta, son palabras masculinizadas o feminizadas desde su carácter neutro original.

No apoya el uso de "enfermeras", pero esta estudiosa sí ha encontrado "un posible y novedoso uso del femenino para abarcar a un grupo humano compuesto por personas de ambos sexos". Los ejemplos que pone en su último libro son estos: "La primera de los tres catalanes secuestrados por Al Qaeda..."; "Ángela de la Cruz es una de las artistas más influyentes de la actualidad"; o "La reina Sofía visitó a su séptima nieta y futura reina Leonor". Este cambio se está produciendo poco a poco sin que nadie lo advierta, pero en otros tiempos se habría escrito "el primero", "los artistas" y "su séptimo nieto". Porque no se pretende decir que es la primera mujer de los tres, ni que solo se la compare con otras artistas de su sexo, ni que la Reina tenga siete nietas.

El periodista y escritor Isaías Lafuente escribió un interesante artículo en este periódico sobre el lenguaje sexista (Sin peros en la lengua) que le hizo merecedor del Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes. A mi pregunta de si aceptamos "enfermeras", responde: "No creo que la manera de lograr una lengua más inclusiva sea la de adoptar nuevas fórmulas excluyentes. Y parece difícil que los hombres que se dedican a esta profesión se pudieran sentir cómodos dentro del sindicato de enfermeras, aunque sea aún una profesión de mayoría femenina". Porque, argumenta Lafuente, "si en un futuro los hombres fueran mayoría deberíamos, en justicia, volver a la denominación que hoy queremos cambiar en nombre de la igualdad. En casos como este, la denominación de la profesión -enfermería- y no la de los profesionales en el masculino genérico -enfermeros- resulta suficiente para incluir sin forzar la lengua hasta lo inverosímil".

Pero Lafuente tiene otros reproches por sexismo a la RAE: "Más grave me parece que sargenta, cancillera o soldada sean palabras que acoge el diccionario, bien formadas, pues, pero para definir respectivamente a una mujer hombruna, un canal de desagüe y un salario, sin que podamos usarlas conforme a la norma para referirnos a las mujeres que desempeñan esos oficios. Si cambiamos con naturalidad lo evidente, no necesitaremos recurrir a la extravagancia."

Me rindo. No me apoya la RAE, y me temo que tampoco los expertos consultados, en seguir escribiendo "enfermeras" e incluir en esa expresión a los hombres, aunque me consuela la benevolencia de Grijelmo con un uso flexible del idioma. Antes alcaldesa significaba "mujer del alcalde", y no ha sido el diccionario sino la realidad social la que ha cambiado el significado. Sigo resistiéndome a escribir "las enfermeras y los enfermeros" sistemáticamente. Quizás la evolución social desdramatice el uso de un genérico femenino. Desde luego, a ningún varón se le va a caer su hombría por ser incluido en un colectivo que llamamos "enfermeras". Pero aceptamos el temor de Lledó a que con este lenguaje estemos grabando a fuego la idea que la enfermera es ella, pero el médico es él.

Esto sí se lo ruego: no me hagan escribir ATS. Porque, además, ¿son "los ATS", "las ATS"? ¿O tendría que decir "las y los ATS"?

Enfermeras

Fotos: protesta de los MIR en Sevilla, por Paco Puentes; manifestación en la plaza del Museo Reina Sofía, en Madrid, en contra de la privatización de centros sanitarios, por Samuel Sánchez; y protesta del sector sanitario en Alicante, por Pepe Olivares.

Comentarios

La verdad es que cuando no hay harina todo es mohina, que decía Madariaga. Desde tiempos de maricastaña, se decía que los géneros gramaticales son tres, masculino, femenino y neutro. Que los géneros gramaticales no tienen nada que ver con la bilogía y así, se decía, que el plural de los, les, las, era es y sigue siendo los.. sin que ello signifique tener o dejar de tener orgamos o mestgruación. Se decía por ejemplo ya en tiempos de maricastaña, que si igualabamos los géneros biológicos con los gramaticales en la escritura en la que se escribe, las menstruaciones de las féminas alemanas serían masculinas, en lugar de femeninas por propia biología, ya que en la lengua alemana la Luna, gramaticalmente es masculina DER Mond (1) y desde luego en español, si vamos a reivindicar igualdad de sexo biogramático, la cabeza por ej. será el cabeza... claro.... pero sin nada que comer, sin harina, será mohina, pero con ingenio.(1) Der Mond la luna, Die Sonne el sol
Desde luego, Ricardo, te luces en tus artículos sobre asuntos tan trascendentales.
Las jueces, los juezos, las alcaldes, los alcaldesos, la juez, el juezo, la alcalde, el alcaldeso, las presidentes, los presidentos, la presidente, el presidento.Decir el juez y la jueza, el alcalde y la alcaldesa, el presidente y la presidenta, esto que parece antisexista es realmente sexismo en el lenguaje. ¿Por qué? Pues porque es partir de la base de que cuando una palabra no tiene desinencia o terminación de género masculino (-O) o femenino(-A) hay que adjudicarla inmediatamente al masculino, o sea, que por defecto una palabra ha de ser masculina Pues no, palabras como "juez", "alcalde" o "presidente" (y muchas otras) no deben considerarse exclusivas del masculino y al hacerlo se está incurriendo en un torpe sexismo cuando se quiere evitar precisamente eso.
"Medicas y enfermeros"? Y que tal "Punicas y enfermeros"? O "Carlistas y enfermeros"?
Claro que no, Ricardo, claro que no. Los enfermeros nos ponemos de los nervios cuando se habla de nuestro colectivo como el de "enfermeras". Nos sentimos humillados, vapuleados, ignorados, excluídos. La rabia nos invade y sabemos perfectamente que existe un complot matriarcal para ignorar al hombre que ejerce la enfermería. Sabemos perfectamente que las mujeres lo hacen a propósito para que nos sintamos ninguneados, para mantenernos sometidos y silentes, para que no osemos levantar la voz y arrebatarles el poder. Por eso alzamos nuestra voz en los foros, por eso nuestra plataforma "enfermeros por la igualdad", por eso nos manifestamos en pelotas con nuestros fonendoscopios al cuello, por eso nos hemos movilizado para conseguir un blog que se llame "ellos" y que hable de cómo se nos somete y se nos ignora. ¿No te sorprenden, acaso, las altas tasas de depresión y ansiedad entre los enfermeros del mundo? De verdad que no dormimos sólo de pensar en esto...
Miren, soy varón heterosexual, estoy casado, tengo dos hijas, apoyo el matrimonio entre personas del mismo sexo y me gano la vida como periodista; y nunca diré que soy periodisto para no ver agredida ni desmerecida mi dignidad.
La traumatología y la otorrinolaringología son dos especialidades médicos
Miren, soy varón heterosexual, estoy casado, tengo dos hijas, apoyo el matrimonio entre personas del mismo sexo y me gano la vida como periodista; y nunca diré que soy periodisto para no ver agredida ni desmerecida mi dignidad. Publicado por: Felipe | 28/01/2013 15:37:44 Felipe, es que decir "periodisto", "futbolisto", "artisto", etc. sería destrozar la gramática, porque la terminación -ISTA para indicar profesiones no es una terminación de género, es otra cosa de la que podrían hablar los especialistas en filología, en relación con su origen etimológico (de origen de palabras y formas léxicas).Y hay otras palabras, como "miembro", que no deberían decirse nunca en femenino porque se trata de un sustantivo, no de un adjetivo ni de un sustantivo adjetivado, y los sustantivos en principio sólo tienen un género. Un miembro es una parte de algo. Si la palabra "parte" es siempre femenina aunque se refiera a un ser masculino, la palabra "miembro" es siempre masculina aunque se refiera a un ser de género femenino.
Me surge una duda etimológica. "las víctimas" o "la víctima" sirven para referirse tanto a hombres como mujeres, hasta ahí correcto. Pero porqué es de los pocos términos genéricos que está en femenino. Es decir, ¿hay alguna lógica en ello? Pregunto por curiosidad.
@Cansinos, ¡no abras ese melón, por Dios!, que ahora nos vienen los ideólogos e ideólogas de género y génera a decirnos que el machismo en el lenguaje ha llegado hasta el punto de que la mayoría de las cosas malas tienen el género (gramatical) femenino (maldad, violencia, ira, angustia, venganza, enfermedad, infección, corrupción, ruina, víctima, etc), mientras que, por ejemplo, las virtudes teologales tienen todas el género masculino. ¿O no?
Esperemos que llegará el día en que se pueda hablar de ir al médico, y la imagen mental que nos aparezca nos sea la de un hombre ni la de una mujer, sólo la del profesional. Y creo que ese día estará acabando el sexismo en el lenguaje. A mi entender, decir "médica" sólo empeora el problema haciendo ver que el sexo del profesional es relevante en este caso.
Estoy de la corrección política hasta la peineta del moño. Hay que saber cuándo se está cayendo en el ridículo.
Ana: "médica" es absolutamente lógico si se trata de una mujer.Igual que tendera, carnicera, empleada, vecina o portera.
Decimos enfermera porque hay una tendencia natural a ciertas tareas que se da significativamente más en mujeres que en hombres. Para los disgustados con esta afirmación, les recomiendo que miren a los animales, que estudien un poco de etología, y comprobarán sus progresistas mentes que es un hecho natural, y no producto de la una sociedad machista.
Como ya hemos resuelto la paz mundial, dejado atrás toda crisis, ya no hay violencia en el mundo entonces podemos abordar este fascinante debate si al decir enfermeras estamos incluyendo a los hombres. ¿Verdad? Lo que es seguro es que los enfermeros no se van a poner a montar jaleo porque la gente diga enfermeras. Ni se van a sentir víctimas ni se van a deprimir por semejante chorrada.
Maltratadores y maltratadoras.
Los hombres y mujeres maltratados y maltratadas
Decimos enfermera porque hay una tendencia natural a ciertas tareas que se da significativamente más en mujeres que en hombres. Para los disgustados con esta afirmación, les recomiendo que miren a los animales, que estudien un poco de etología, y comprobarán sus progresistas mentes que es un hecho natural, y no producto de la una sociedad machista. Publicado por: REG | 28/01/2013 18:33:41 No hay ninguna tendencia "natural" a ciertas tareas. Sí social, y la prueba más clara es que el desempeño de esas tareas, que antes era casi en exclusivo de las mujeres (y otras de los hombres) está cambiando aunque sea no muy rápidamente.Cada vez hay más enfermeros y debería haber, por ejemplo, hombres que hacen de "señores de la limpieza" o hagan las camas en hoteles. Lo mismo que antes no había y ahora es normalísimo ver médicas, abogadas, policías mujeres, etc., etc.Algunos no son capaces de ver la diferencia entre humanos y otras especies, en las que además no he visto yo ninguna enfermera. Sí hembras que se encargan de las crías (aunque también cazadoras), pero la especie humana tiene capacidad para superar todo tipo de inconvenientes, conciencia no sólo de la maternidad sino también de la paternidad, y los padres pueden encagarse de los hijos igual que las mujeres. Y es que tenemos algo que se llama "progreso".
Siempre he pensado que la gente que intenta plantear un debate sobre estas absurdas vanalidades es porque tiene muchisimo tiempo libre. Tan absurdo es decir Fiscala o Medica como decir Equilibristo o Alpinisto. Un poco de coherencia por favor... coherencio para los hombres...
@Eu yo: Naturalmente que hay una tendencia natural a ciertas cosas. La biología de las personas no es una construcción social. Que la mujer sea la que se queda embarazada, la que pare y la que amamanta no es una construcción social y, sin embargo, ha determinado su lugar en el mundo. La sociedad lo que permite cada vez más es alejarte de tu tendencia natural pero sólo cuando los recursos son los suficientes como para permitirlo.
Siempre he pensado que la gente que intenta plantear un debate sobre estas absurdas vanalidades es porque tiene muchisimo tiempo libre. Tan absurdo es decir Fiscala o Medica como decir Equilibristo o Alpinisto. Un poco de coherencia por favor... coherencio para los hombres... Publicado por: Felipe | 28/01/2013 20:06:50 "FiscalA" es absurdo porque el masculino no es "fiscalO", pero "médica" ¿por qué va a ser absurdo? Lo absurdo es decir "la médico".
@Eu yo: Naturalmente que hay una tendencia natural a ciertas cosas. La biología de las personas no es una construcción social. Que la mujer sea la que se queda embarazada, la que pare y la que amamanta no es una construcción social y, sin embargo, ha determinado su lugar en el mundo. La sociedad lo que permite cada vez más es alejarte de tu tendencia natural pero sólo cuando los recursos son los suficientes como para permitirlo. Publicado por: Crudo | 28/01/2013 20:20:44No estoy de acuerdo. Que una mujer no se vea atada por la biología, que comparta con el hombre el cuidado de los hijos y las tareas de la casa, que la mujer pueda tener independencia con unos ingresos propios trabajando fuera de la casa, es progreso.Dices que eso sólo es posible cuando hay recursos. Recursos para eso los hay siempre, sólo hace falta voluntad para aplicarlos. En épocas de crisis económica como la actual, también. El problema es que la riqueza está mal repartida, y ahí se resume todo.
De acuerdo con Eu. Que la mujer sea la que se embaraza y pare no implica que tenga que asumir un rol de ama de casa de por vida con todo lo que ello conlleva. Y precisamente en los momentos de escasez, como el actual, es cuando nadie se puede plantear quedarse en casa. Para mi trabajar y tener independencia económica no es un capricho.
Hubo desacuerdos similares en mi idioma nativo , el inglés en el pasado usábamos pronombres masculinos para referirse a alguien de genero desconocido por la misma razón,, mencionar ambos a la vez sonó incomodo (hoy es más común escuchar los pronombres de tercer persona plural aunque me limito a la vieja regla porque es más correcto para mí . en cuanto a las profesiones, n el problema se resolvió fácilmente porque a diferencia del español no tenemos que preocuparnos por el genero gramatical Creo que esta controversia se debe a la confusión de genero humano con genero gramatical que son dos cosas diferentes. Para mí, me da igual.
Estimado Ricardo de Querol, le ruego que no se plantee el uso del término ATS en ningún caso, ya que su uso implica ignorancia por parte del que la emplea y un grave desprecio hacia los enfermeros.ATS hace referencia a una categoría extinta, de un rango inferior al universitario, subordinada al médico y sin autonomía. Hoy somos enfermeros, no ATS.Y le ruego de igual modo que no emplee el término "enfermería" para referirse a enfermeros (o enfermeras, ahí como prefiera). Desde dentro de la propia profesión ese término se contempla como una forma de despersonalizarnos y también es visto como un eufemismo para evitar usar el femenino, de modo que queda implícito que es algo negativo.
Maltratadores y maltratadoras
Soy una enfermera de 51 años, mido 1´80, tengo barba, bigote y peso 115 kilos. Y aun hay gente que confunde mi sexo con mi profesión. Tiempo al tiempo, supongo.
Somos ENFERMERAS y eso no es discriminación por sexo. Nuestra profesión es un orgullo y nos hemos tenido que abrir camino a lo largo de la historia con mucho esfuerzo. Ahora que tenemos un reconocimiento social y profesional, solo porque haya una parte del colectivo de sexo masculino, ¿tenemos que ser enfermeros?. ¡Me niego! Es un orgullo ser enfermera y ser mujer. Y muchos compañeros hombres se autodenominan enfermeras sin ningún problema.
No veo donde la duda o la molestia, se dice la doctora y el doctor porqué no se va a decir la enfermera y el enfermero. Una trivia sobre mujeres en la historia http://www.dwaroo.com/Play_Quiz.aspx?Gid=1925
Eu Yo: "FiscalA" es absurdo porque el masculino no es "fiscalO", pero "médica" ¿por qué va a ser absurdo? Lo absurdo es decir "la médico".Ole, entonces el femenino de electricista cual es, electricisto?? Y si presidente o Juez o Doctor son formas claramente neutras, por que existe el femenino expecifico?Cada vez hay más enfermeros y debería haber, por ejemplo, hombres que hacen de "señores de la limpieza" o hagan las camas en hoteles. Lo mismo que antes no había y ahora es normalísimo ver médicas, abogadas, policías mujeres, etc., etc.Pescadoras, Mineras, Bomberas (sic), Encofradoras, Antidisturbios (antidisturbias?), Albañilas, Torbneras Fresadoras, Enterradoras...
Como enfermero, no me siento incómodo cuando se usa "enfermeras" para referirse al colectivo cuando se debate algo dentro del propio colectivo, ya que es una forma de reconocer el papel de la mujer en el desarrollo de esta profesión en el siglo anterior. Sin embargo, cuando se utiliza en contextos ajenos a la profesión (por ejemplo en prensa) su uso oculta un tinte sexista que califica a la profesión como de segundo nivel, nos guste o no a los enfermeros o enfermeras. Por eso en contextos generales prefiero el uso de "enfermeros" como se hace en cualquier profesión, con un uso no marcado del término que incluye a ambos sexos. A pesar de que internamente se ha pretendido que "enfermeras" dignifica a la mujer, lo cierto es que su uso es una herencia de un machismo que relegaba a la mujer a papeles que en su momento se consideraban secundarios. No se trata con el uso de "enfermeros" de negar ahora el papel de la mujer en la profesión y en su desarrollo, pero de igual forma que el uso de "profesores" o "maestros" no niega la importancia de la mujer en esa profesión, tampoco debería descansar el reconocimiento en el término usado. ¿Acaso las mujeres no son importantes en la enseñanza? ¿O no lo son en otras disciplinas sanitarias? ¿o incluso en otras profesiones en las que son minoría? Si es necesario usar "enfermeras" para reconocer el papel de la mujer en la profesión, ¿estamos negando su papel en el resto de profesiones? Más aún, ¿estamos excluyendo el papel de los hombres en la profesión enfermera aunque sean minoría? En nuestra lengua el uso del término masculino en plural no está marcado, no se refiere a un sexo en concreto. Cuando decimos "alumnos" nadie piensa en un aula repleta de varones, sino en una mixta. Del mismo modo ocurre cuando decimos "médicos"; pensamos en profesionales de ambos sexos. Sin embargo, cuando hablamos de "enfermeras" la mayoría de las personas pensará exclusivamente en mujeres que ejercen la profesión. Por tanto una defensa del uso de "enfermeras" de forma inclusiva para ambos sexos que surgió a partir de los movimientos postmodernistas que acompañaron la lucha contra el machismo en la segunda mitad del s. XX acaba convirtiéndose, involuntariamente, en una forma de enfatizar el sexo reeditando ese sexismo que relegaba a las mujeres a un segundo plano y que ahora se pretende exhibir con orgullo pero que supone el negar un trato de igualdad que se reclama en el resto de profesiones y que relega, también de forma involuntaria, a los enfermeros varones a "rarezas". Pienso que el reconocimiento de la profesión se lograría mejor si se nos trata como a las demás profesiones, sin seguir enfatizando el sexo del profesional como algo importante o distintivo, y para ello el uso de "enfermeros" en el lenguaje común como recogen las normas de nuestra lengua sería lo adecuado, a pesar de que, como he dicho, no me siento molesto con el uso de "enfermeras" y de hecho lo uso inclusivamente cuando hablo o escribo de temas profesionales para nuestro colectivo.
Asmodeo, es muy cansado discutir con gente que razona poco y habla repitiendo lo que oye, sin saber bien lo que dice. Te recuerdo este mensaje mío de hace un día:Felipe, es que decir "periodisto", "futbolisto", "artisto", etc. sería destrozar la gramática, porque la terminación -ISTA para indicar profesiones no es una terminación de género, es otra cosa de la que podrían hablar los especialistas en filología, en relación con su origen etimológico (de origen de palabras y formas léxicas). Y hay otras palabras, como "miembro", que no deberían decirse nunca en femenino porque se trata de un sustantivo, no de un adjetivo ni de un sustantivo adjetivado, y los sustantivos en principio sólo tienen un género. Un miembro es una parte de algo. Si la palabra "parte" es siempre femenina aunque se refiera a un ser masculino, la palabra "miembro" es siempre masculina aunque se refiera a un ser de género femenino. Publicado por: Eu Yo | 28/01/2013 15:48:35
Me parece este un debate poco serio. Primero decir que se confunde el género masculino con el neutro , una cosa es que coincidan en forma y otra es decir que todo lo neutro es masculino... Con el amparo de esta falsa premisa se han "feminizado" de un modo ridículo, con poner una "a" al final basta, muchas palabras que eran neutras, entre ellas muchas denominaciones profesionales porque, según gente como la citada Lledó, era muy machista el lenguaje. Pues resulta que hay muchas mujeres que siguen diciendo la médico, y la arquitecto... y se quedan tan tranquilas sin que por ello sean machistas. En el pasado reciente se ha tratado de cambiar la realidad desde la norma y me temo que no ha calado del todo el intento. Lo siento por Para mí las profesiones no deben tener género, para esto están los artículos, el y la presidente, el y la médico, el y la periodista. Nos ahorraríamos muchas tonterías y sobre todo mucha tinta. Saludos y saludas. PD: el artículo no está mal pero insisto en que parte de considerar que todo lo plural acabado en "o" es masculino, cuando no es así, en muchos casos es neutro. ¿o acaso "aprendiz" debe ser considerado masculino para inventarnos después aprendiza?. Me parece que se nos ha ido un poco la olla con este tema de la perspectiva de género para todo.
Interesante debate: Nuestra disciplina tiene una trayectoria histórica eminentemente femenina y, a pesar de que ya somos muchos los hombres que nos hemos incorporado a ella y que estamos encantados, el porcentaje que representamos respecto a las mujeres aún es muy bajo. Pero no es este el fondo del asunto. No creo que el argumento sea una cuestión de cuotas o de mayorías. Si fuera así habría que nombrar en femenino muchas de las profesiones en las que las mujeres son más que los hombres. Toda nuestra literatura científica está redactada en femenino y en ella hemos estudiado y seguimos estudiando sin sentirnos discriminados muchos de los enfermeros que ejercemos esta profesión. Es el respeto a la historia de una profesión y a sus escritos lo que hace que muchos hombres nos sintamos reconocidos en el término enfermera cuando se habla de la profesión en su conjunto. Ni que decir tiene que de forma individual soy y me presento como enfermero.¿Menosprecia a una profesión hablar de ella en femenino? Eso será para quien, en su cabeza, lo masculino tenga mejor consideración que lo femenino, no para el resto.Pero creo que este debate está perdido: acabaremos hablando de los enfermeros sin más y ya estará la cuestión colocada "donde siempre y como siempre": los hombres no nos sentiremos incómodos porque ya no se usará el femenino y las mujeres se verán representadas por el término masculino asumiendo que "era inevitable" que esto ocurriera, ya que en esto de supeditar el lenguaje al género masculino también están históricamente acostumbradas.Hasta que esto ocurra, que falta poco, me parece que mantener vivo este debate y seguir hablando de la profesión en femenino o seguir escribiendo artículos o libros usando el femenino como genérico, no es sino una manera más de rendir homenaje a las mujeres que durante siglos han luchado por profesionalizar y prestigiar nuestra profesión, a nuestras teóricas y, por supuesto, a cada una de las muchas enfermeras que, de forma anónima trabajan cada día junto a sus compañeros varones sin sentirse más ni menos que ellos.Y para acabar: ¿Es la sociedad la que debe adaptarse a las rigideces de nuestro lenguaje o es nuestra lengua la que debe adaptarse a la cambiante realidad social? Por una vez, y sin que sirva de precedente, discrepo de nuestra querida RAE y, como siempre, disfruto de las argumentaciones de Álex Grijelmo, quien no deja de confirmarme lo que opino de él desde que le conocí hace años con su exquisito “La seducción de las palabras” Juan Ángel
Eu yo. Tambien es cansado discutir con gente que razona mucho y mal. Vease, "los sustantivos solo tienen un genero". Entonce's "perro/perra" en que se diferencian, en el numero o en el color? Igual que dices que la terminacion A no tiene por que cambiarse, porque no es terminacion de genero, hay muchisimas terminaciones completamente neutras que os empeñais en feminizar, en mi opinion, porque os cuesta creer que haya mujeres que sean juez.
Asmodeo:Se ve que no lees mucho mis mensajes anteriores. Sobre lo de "juez" he hablado en el que creo que es segundo mensaje de todo el debate de este apartado. Si vas y lo lees verás que yo no defiendo lo que tú me atribuyes.Yo digo que EN PRINCIPIO los sustantivos sólo tienen un género. No me refiero a los sutantivos que señalan seres con sexo. "Parte", "miembro" y muchos más sólo tienen un género, y se puede decir que tal hombre es una "parte" de un equipo o una familia, etc. o que tal mujer es un "miembro" de un equipo o una familia, etc.En cuanto a palabras como "juez", además de lo que ya he dicho en el mensaje de hace dos días, nunca he dicho que se tenga que decir "la juezA" porque la terminación -Z no es masculina ni femenina, y así, como tampoco se dice juezO, no ha porqué decir juezA. Hay algunas palabras que no terminan en -O ni en -A y sin embargo es prácticamente imposible ponerlas igual en masculino y femenino porque ya están demasiado arraigadas: palabras tipo "profesor-profesora", "autor-autora", etc., pero incluso ese tipo de palabras podrían llegar a cambiar con el tiempo, pero no me refiero a ellas.
No pienso mirar tus anteriores comentarios. Si me he equivocado, te pido perdon. Me gusta el ejemplo que pones de autor/autora. Es precisamente el caso que he dicho antes que no tiene sentido pero por alguna razon (se me ocurre que foneticamente suena fatal), se usa desde hace muchisimo de manera natural. Igualmente, se han comentado palabras de genero femenino o masculino que designan a ambos sexos y no pasa nada. Por un lado te digo que es mas facil cambiar lo que entiendes por una palabra (yo creo que cuando se escucha la palabra "medico" a pocos se les viene a la cabeza un señor con bigote) que cambiar la manera de hablar, y por otro, que igual que ciertos usos se han hecho habituales por costumbre, si han de hacerlo otros, pues que lo hagan de manera natural, pero pensar que decir doctor y no doctora es un menosprecio a las mujeres o cosas similares, me parece, por decirlo de alguna manera, infantil.Por cierto, se agradece que hayas dejado el tonito despectivo de tu anterior mensaje (ese si lo he mirado).
Asmodeo:Yo cuando me expreso no intento otra cosa que hacer que se entienda lo que quiero decir, no ganar batallitas personales con nadie sino tratar temas que me parecen interesantes.Yo diferencio casos como autor, escritor, concejal, fiscal, que al no tener terminación específica de género considero que deberían usarse indistintamente para hombres y mujeres, con la excepción de palabras que como digo están ya muy arraigadas y son un caso aparte (escritor-a, autor-a), y creo que la razón de que la no terminación de género se haya encasillado en el masculino en estas palabras es porque son palabras que al principio nombraban cosas que no hacían las mujeres al vivir en una sociedad, aun más que ahora, ya que se evoluciona, en que estaban estrictamente separadas las funciones de hombres y mujeres.Pero digo que diferencio esos casos de terminación que no marca el género frente a otras que sí lo marcan como "médico" o "abogado"; en estos casos, creo que el femenino debe ser "médica" y "abogada", cosa que además es muy fácil de hacer porque de hecho lo hace mucha gente y va siendo lo normal.Yo nunca digo "la concejala" o "la jueza" porque me parecen absurdas y discriminatorias hacia las mujeres, al considerar que por defecto una palabra sin género debe ser automáticamente masculina, así que digo "la concejal" o "la juez", pero sí que digo "la médica" y "la abogada".
Eu yoTe voy a resumir mi anterior comentario. Medico y abogado marcan el SEXO, porque lo dices tu. Y como tu bien dices, verlo de otra manera solo transluce complejos. La palabra electricista no se invento para considerar a las mujeres. Y la palabra machista ni te cuento. En mi opinion esto es mucho mas sencillo que todo eso si se entiende que una palabra femenina NO designa mujeres y una masculina NO designa hombres. Tal cual lo contaban ebn el cole.
Vamos a ver, Asmodeo. Dices:Te voy a resumir mi anterior comentario. Medico y abogado marcan el SEXO, porque lo dices tu. Y como tu bien dices, verlo de otra manera solo transluce complejos. La palabra electricista no se invento para considerar a las mujeres. Y la palabra machista ni te cuento. En mi opinion esto es mucho mas sencillo que todo eso si se entiende que una palabra femenina NO designa mujeres y una masculina NO designa hombres. Tal cual lo contaban ebn el cole.Pues bien, no es lo mismo abogado, cuyo femenino es lógico que sea abogadA, que por ejemplo jefe, que no tiene terminación de género, ya que no se dice jefo, y por tanto el femenino debe ser igual: jefe y no jefa; lo mismo en palabras como juez, concejal, etc. Abogado o médico sí que tienen terminación de género, y no es el mismo caso de las palabras que acaben en -ista porque ese tipo de palabras no marcan el género, y no lo marcan por motivos del origen de la palabra (etimología), y ya he dicho que para este tipo de palabras sería bueno que un especialista en filología diera una explicación para dejar claro que no es una terminación de género. Es como "autómata", donde la "a" final no indica género.

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Sobre la firma

Ricardo de Querol
Es subdirector de EL PAÍS. Ha sido director de 'Cinco Días' y de 'Tribuna de Salamanca'. Licenciado en Ciencias de la Información, ejerce el periodismo desde 1988. Trabajó en 'Ya' y 'Diario 16'. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Sociedad, 'Babelia' y la mesa digital, además de columnista. Autor de ‘La gran fragmentación’ (Arpa).

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