El fichaje de Rato

Desgraciadamente el fichaje de Rodrigo Rato por Telefónica no es el primero ni será el último de la ominosa lista que ha venido engordando al amparo de la política de puerta giratoria e intercambio de favores de la que políticos sin distinción de ideologías han venido haciendo uso desde hace décadas. Con la tasa de paro que sufre España, datos como este solo contribuyen a incrementar la aversión de la ciudadanía hacia los políticos, por lo que no sería extraño que siguieran escalando en las encuestas del CIS hasta que la gente los perciba no ya como el tercero, sino como el principal problema de este país. ¿De verdad no había otro momento u otra persona para dicho puesto?— Daniel García Delicado. Albacete.

Tengo un hijo de treinta y pocos años trabajando en Linz (Austria). Hace un año y medio se marchó a Alemania y luego lo ficharon los austriacos. Es ingeniero superior de Telecomunicaciones por la Universidad de Sevilla y además estudió inglés y alemán. Posee los títulos de Cambridge y Goethe. Como padres jubilados le pedimos a Alierta que “lo traiga para casa”. Con el 40% del sueldo de Rato estaría satisfecho, trabajaría a jornada completa y con dedicación exclusiva. Piense que seguramente le saca usted más rendimiento de futuro a nuestro hijo que a otros fichajes.— Juan Viladóms Fernández. Sevilla.