Tras consolidar su carrera con papeles muy diferentes, la actriz se ha convertido en la reina de la televisión interpretando a Isabel la Católica.Por Montxo Armendáriz
Rara vez pongo rostro a los personajes cuando estoy escribiendo. Van cobrando forma después, durante las pruebas, ensayos y rodaje de la película. Es un proceso que, por mi experiencia, enriquece a los personajes y a la propia historia. Durante la preparación de No tengas miedo, fueron las directoras de casting –Eva Leira y Yolanda Serrano– quienes me hablaron de Michelle Jenner. O, mejor dicho, no me hablaron, sino que me mostraron un vídeo con alguno de sus trabajos y esperaron mi reacción. No me extrañó su silencio. Me conocen demasiado bien, y yo les había transmitido que buscábamos una protagonista morena, frágil, de mirada ausente. Ese era el vago dibujo que me había hecho del personaje en aquellos momentos. Poco tenía que ver esa imagen con la Michelle del vídeo. Sin embargo, ellas tenían razón: había algo en su interpretación que te atrapaba.
Michelle vino a los pocos días. Hablamos durante unos minutos antes de hacer las pruebas y, mientras le explicábamos su personaje, asentía con una vitalidad y alegría contagiosas. Pensé que no era posible transformar tanta energía en la soledad y abatimiento que buscábamos. De nuevo estaba equivocado. Cuando comenzamos a grabar, su rostro se transformó, su mirada quedó perdida en el vacío y su cuerpo adquirió la fragilidad de una niña. Nos quedamos impactados, sorprendidos. Y todavía fue mayor nuestro asombro cuando, al terminar la grabación, recobró su vitalidad y sonrisa habituales. Volvimos a citarla para más pruebas, y volvió a sorprendernos. A partir de entonces, Silvia, la protagonista de No tengas miedo, fue perdiendo la difuminada y borrosa imagen que yo tenía de ella, para ir adquiriendo los gestos, la voz, el rostro y la presencia ineludible de Michelle.
Dicen –y yo lo suscribo– que interpretar es transmitir sentimientos, emociones. Y que a los grandes actores y actrices se les reconoce por su capacidad para meterse en la piel y en la mente de personajes diferentes y hasta opuestos. Michelle Jenner, a pesar de su juventud, ya nos ha demostrado que posee esa capacidad de adaptación, que puede cambiar del drama a la comedia, del doblaje a la canción, como quien cambia de vestuario. Porque Michelle domina ese difícil arte de hacer que las interpretaciones más complicadas parezcan sencillas. Y verla actuar es siempre un ejemplo de profesionalidad, un espejo de humanidad.
Montxo Armendáriz es director, guionista y productor de cine.