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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Estas Navidades voy a cambiar el mundo

Hablando no hace mucho con la directora de marketing de una ONG me comentaba que habían hecho un análisis sobre cuál sería el impacto de una campaña de Navidad. Los resultados habían sido contundentes, más de la mitad de los encuestados confirmaban su rechazo a las campañas de Navidad de las ONGs, considerándolas oportunistas.

Sin embargo ahora llega la Navidad y todos nos lanzaremos a los canales de consumo (tiendas on y off line) para abastecernos de alimentos y regalos para nuestros seres queridos. La Navidad se convirtió ya hace mucho tiempo en el gran pastel del consumo que los productores y comerciantes esperan ávidamente durante todo el año. Y parece ser que los catálogos de juguetes” made in china”, y las caras publicidades de grandes almacenes no están tan mal vistas.

Vivimos en un momento en que pequeñas decisiones pueden conllevar grandes cambios. Odile Rodriguez de la Fuente suele decir que el consumo es democracia, porque a través de nuestras compras nosotros decidimos el tipo de modelo que queremos.La explotación infantil, la esclavitud, la contaminación irreversible seguirán existiendo siempre que los responsables de las mismas sigan encontrando un beneficio en ellas, es decir consigan vender sus productos en el mercado.

No me canso de hablar de comercio justo y ecológico y siempre recibo los mismos argumentos en contra: el precio y la disponibilidad. He llegado a la conclusión de que es pura demagogia. Nos esforzamos en conseguir objetos que son originales e imposibles de encontrar si alguno de nuestros seres queridos nos lo piden pero somos incapaces de buscar regalos justos y solidarios. No estamos dispuestos a cambiar el menú tradicional aunque los precios de esos alimentos se multipliquen varias veces en estas fechas pero nos resulta complicado pagar más por un producto que se ha producido respetando “nuestro” medio ambiente.

Se trata solo de una cuestión de prioridades. Al igual que salimos a la calle para manifestarnos también podemos ejercer, de forma individual a través de nuestro consumo, una presión sobre los mercados que controlan a nuestro gobierno. Del mismo modo, en lugar de gastarnos el dinero en “cosas” que nos hagan felices en el instante de abrir el paquete y poco más, podemos gastarlo en “acciones” que nos enriquecen y provocan cambios en la vida de otros.

A mí me gustan mucho las Navidades. Me gusta compartir, me gusta que haya una fiesta que a priori se basa en el amor, la generosidad y la alegría. Y no pienso permitir que las deficiencias de un sistema disfuncional me las arruinen. Pienso usar las Navidades con un carro de la compra que será un carro de combate. Voy a romper los falso mitos, mi chocolate será solo de comercio justo, mis regalos solidarios, mis productos de temporada y ecológicos, mis envoltorios de papel de periódico reciclado. Y además se lo pienso contar a todo el mundo, porque lo que no se comunica no existe. Se pueden tener Navidades sostenibles y solidarias. Les animo a que lo intenten.

Nota de los editores:

En 3500 millones de nuevo este año repetimos el espacio Navidades Sostenibles y Solidarias “Comercio justo, regalos que ayudan y no contaminan, otros enfoques para tener unas navidades lo más sostenibles y solidarias posible”. Aquí encontrarán algunas propuestas de productos y acciones que les pueden inspirar. Este espacio está situado en el lateral del blog o pueden entrar en él pinchando aquí.

También encontrarás una selección de 10 ideas para estas navidades pinchando aquí.

Comentarios

Esta época del año es la prueba fehaciente de que el mundo no cambiará nunca. Es un problema cultural, y modificar el comportamiento supondrá algo más que tiempo.De todas formas, ¡¡Qué más da, si el mundo se va a acabar!!http://elmejorhumorinteligente.blogspot.com/
enhorabuena, estas alterantivas son las que realmente dejan huella en el cambio real del mundo!
Esta época del año es la prueba fehaciente de que el mundo no cambiará nunca. Es un problema cultural, y modificar el comportamiento supondrá algo más que tiempo.De todas formas, ¡¡Qué más da, si el mundo se va a acabar!!http://elmejorhumorinteligente.blogspot.com/
enhorabuena, estas alterantivas son las que realmente dejan huella en el cambio real del mundo!
Esta época del año es la prueba fehaciente de que el mundo no cambiará nunca. Es un problema cultural, y modificar el comportamiento supondrá algo más que tiempo.De todas formas, ¡¡Qué más da, si el mundo se va a acabar!!http://elmejorhumorinteligente.blogspot.com/
enhorabuena, estas alterantivas son las que realmente dejan huella en el cambio real del mundo!

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