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China reniega del hijo único

La normativa actual señala que para poder tener dos hijos en las ciudades se exige que ambos progenitores sean hijos únicos. Los campesinos están autorizados a tener otro hijo si el primero es una niña, ya que tradicionalmente las hijas se marchan al casarse a la casa de los suegros, por lo que los agricultores se quedan sin apoyo para cultivar los campos. Esta arraigada costumbre es una de las principales causas del grave desequilibrio de género de la China actual, en la que, según el censo de 2011, hay 118,06 varones por cada 100 mujeres.

Durante estas tres décadas millones de chinas han sufrido el acoso de los funcionarios de la Comisión de Planificación, que han violado sus derechos más íntimos en aras de impedir un segundo embarazo. Las denuncias de abortos forzosos llevaron al activista ciego Chen Guangcheng a enfrentarse a las autoridades locales en defensa de las mujeres, lo que le condujo a la cárcel, al arresto domiciliario y finalmente a su exilio en Estados Unidos.

Este año, la población urbana china ha superado a la campesina y los demógrafos esperan que el ritmo de urbanización se acelere. Zhang indico que la relajación de la política del hijo único comenzará en las provincias “más productivas económicamente”, es decir, en las costeras, que es donde el descontento es mayor. Provincias como Guangdong, fronteriza con Hong Kong y corazón industrial de la llamada fábrica del mundo han visto reducir su capacidad productiva por falta de mano de obra tras una escalada insostenible de salarios.

Zhang, actual director del Comité de Población y Recursos de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (un cargo sin poder ejecutivo), subrayó que el cambio en la política de natalidad es “inevitable” porque la segunda potencia económica mundial se enfrenta a “problemas poblacionales cada día más complicados, que van desde el envejecimiento a la migración masiva [del campo a la ciudad] pasando por un enorme desequilibrio de géneros”.

Naciones Unidas ha advertido a China del rápido envejecimiento de su población, que pasará de los 110 millones de ciudadanos mayores de 65 años en 2010 a 357 millones de mayores en 2060. Esto convierte a China en el primer país del mundo que es viejo antes que rico.

El censo de 2011 reveló que los menores de 14 años son solo el 16,6% de la población china, lo que supone 6,29 puntos porcentuales menos que en el censo de 2000. En esta primera década del siglo XXI la población aumentó en 73,9 millones de personas, un 5,8%, frente al 11,7% que creció en la década anterior (1991-2000).

En la actualidad, el índice de fecundidad chino -el promedio de hijos por mujer- es de 1,7, por debajo del 2,1 necesario para mantener la población. Zhang señaló que la flexibilización de la política del hijo único no va a provocar una tasa de fecundidad superior a 1,8, que consideró un nivel apropiado para China.

El primer signo oficial de que el Gobierno va a cambiar esta impopular política lo lanzó el pasado 8 de noviembre el presidente Hu Jintao, durante el discurso de apertura del XVIII Congreso del Partido Comunista Chino. Hu omitió la consabida frase de “mantener bajos niveles de reproducción” y, por el contrario, habló de “mejorar gradualmente la política de población y promover un crecimiento poblacional equilibrado a largo plazo”.

Comentarios

http://nelygarcia.wordpress.com. Una sociedad donde se manipule la intimidad de las persona y además, tenga que someterse a dictámenes políticos, me entristece profundamentehttp://www.facebook.com/pages/Nely-Garc%C3%ADa/368054793274553?ref=hlhttp://www.facebook.com/nely.garcia.3557
Esta civilización, si quiere sobrevivir, tiene que asumir que debe aplicar prioritariamente y en el plazo más corto posible, una política estricta de control de la natalidad a escala global. El objetivo debería ser aplicar la política de hijo único a escala planetaria. Consecuencia; en el próximo siglo, se produciría un envejecimiento muy rápido de la población (las autoridades deberían garantizar una subsistencia mínima digna para tanta población anciana), pero a cambio conseguiríamos frenar al principio el crecimiento de la población, para luego conducir al decrecimiento de la población (La población mundial no debería superar en el futuro lejano(dentro de un par de siglos)) los 3000 millones. Con aplicación de políticas económicas y sociales, redistributivas, y que garantizaran el bienestar de toda la sociedad (no sólo de unas élites cada vez más enriquecidas), y sobre todo de un cambio en el sistema productivo, energético y medioambiental...... No podemos permitirnos el nivel actual de destrucción del planeta tierra: Extinción masiva de especies (a un nivel comparable a anteriores extinciones como la del Jurásico, o Cámbrico), Calentamiento del planeta, Contaminación de tierras, ríos, acuíferos y mares, etc. Vivimos en un planeta finito; si agotamos sus recursos y destrozamos el ecosistema planetario, no nos creamos que podemos sobrevivir aislados....... Se habrá acabado la partida para nuestra civilización. Y no habrá una segunda oportunidad.
como bien dices, sobra gente, no tardaremos mucho en sufrir algo que haga descender la población mundial
estoy muy de acuerdo con que, mal dicho "sobra gente" y que no vivimos en un planeta finito, pero desde luego me parece igual de mal tenerle que decir a una parte de la población mundial , los hijos que han o no de tener, habría que concienciarles , para que ellos mismos pudiesen tomar su propia decisión.
Si el ser humano fuera inteligente por naturaleza cabría pensar que el tema de la superpoblación tiene solución. Lo malo es que además de extinguirnos nosotros nos vamos a llevar al resto del planeta por delante.
Hay demasiada gente que quiere tener hijos como quien tiene un juguete, es una mentalidad infantil. ¿Qué sentido tiene esa ilusión por tener hijos, si es buscarse problemas innecesarios y si sobra población en el mundo, por culpa de lo cual hay cada vez menos naturaleza y más asfalto? Tener hijos no es necesario para nada, salvo para buscarse problemas. Y buscárselos al resto de la humanidad. No es cuestión de cantidad sino de calidad, y con una gran cantidad de humanos en el planeta Tierra baja la calidad de la vida.
por querer ordenar el nmundo los seres humanostoman decisiones como el control de la natalidad y luego comprueban que a la larga lo desordenaron mas

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