Regeneración democrática

El reciente sondeo de Metroscopia publicado por su periódico sobre la necesidad de regeneración democrática en España da como resultado que más del 80% de los encuestados abogan por listas electorales abiertas, así como por una más coherente proporcionalidad entre el número de votos conseguidos por un partido político y su representabilidad en el organismo correspondiente.

El resultado es tan abrumador que exige a los legisladores la puesta en marcha de las modificaciones legales que correspondan para satisfacer esta mayoritaria exigencia ciudadana, en la que además coinciden los simpatizantes de las dos grandes fuerzas políticas y es de suponer que también los de las pequeñas, ya que son las mayores perjudicadas con la actual normativa de reparto.

La democracia se basa en la libertad de elección y en la justa representación de nuestros elegidos, y ninguna de estas reglas se cumple en nuestra encorsetada y dirigida democracia. Se puede dar el caso, y de hecho se da, de que un cabeza de lista esté imputado, y si soy afín al partido que representa tengo que votar a un imputado. Mi voto puede perderse por el sistema D’Hondt. O puede ser que mi voto se utilice como moneda de cambio para poner en marcha proyectos fuera de mi pueblo, ciudad o comunidad. Puede que las listas de electos de los partidos no solo sean cerradas para los electores, sino que se configuran al margen de la voluntad de los propios afiliados.

La democracia es buena, pero si se adultera, se manipula y se administra mal es injusta y genera una peligrosa desconfianza, agravada en tiempos de desesperación. Y en eso estamos.— Pedro Díaz Gómez.