Bufés libres, la frivolidad del desperdicio
Según asegura el mismo informe, en los 85.000 restaurantes que hay en España se malogran 63.000 toneladas. Al parecer el 10% corresponde a lo que dejan los clientes; el 30% se pierde en la preparación de platos y el 60% es debido a malas políticas de gestión y compra.
Nada más lejos de mi intención que redactar una entrada moralizante. Eso de que nos falta conciencia social lo hemos escuchado centenares de veces.
Cuando a finales de agosto estuve en el festival gastronómico de Tiradentes, en Minas Gerais (Brasil) me llamaron la atención los hábitos y medidas de rutina que se manejan en aquel país para mermar el despilfarro de comida. Brasil, todo hay que decirlo, se enfrenta a una de las tasas de desperdicio más elevadas del planeta. Me encontré por todas partes los restaurantes al peso, bufés en los que no se paga un precio fijo sino por los gramos que cada uno elige de las especialidades ofrecidas. Self service s / balança, según indica el cartel que aparece en la fotografía. Se paga por lo que se elige.
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