Malala Yousafzai, una valiente heroína

El 11 de octubre se ha celebrado el Día Internacional de las Niñas. Se pretende con ello concienciar cómo este sector de la sociedad debe añadir a la marginación que ya tiene por el hecho de ser mujer una vulnerabilidad mayor por ser más débiles e indefensas.

A las niñas en muchos lugares se les destina a ser sirvientes de los hombres y no son bienvenidas al mundo porque prefieren que nazca un varón; es más probable que tengan una infancia en pobreza, algunas son sometidas con violencia física y sexual y a muchas se les niega la posibilidad de una educación en el colegio.

A Malala Yousafzai la tirotearon los talibanes en Pakistán por ir al colegio. Esta valiente heroína de 14 años hace de su vida la lucha por los demás, para que sus amigas también vayan al colegio, en el que sin duda ven a través de su formación una ventana para cambiar su vida, la de sus familias y la de su pueblo.

Mi atención es toda para Malala, para sus sueños, sus ideas, su coherencia; a sus verdugos, a sus procesos mentales, poca atención les quiero prestar, pues sé muy bien que es de locos pretender razonar la locura, y lo que ha ocurrido solo desde su locura se puede explicar. Las religiones deberían ser esencia de otros temas, pero pocas cosas se me ocurren en la historia del hombre que haya sembrado más muerte que el nombre de Dios en boca de sus devotos.

Personas como Malala nos hacen mucha falta, ojalá no la dejen sola en su lucha, ojalá se recupere pronto y bien, que ella y sus amigas vayan al colegio y que consigan hacer y ver un mundo mejor.— José Ramón Varela Nogueiras.