Despropósitos
Hace cinco años me di de alta como autónoma y, con esfuerzo, conseguí ingresos suficientes para vivir dignamente. He pagado estos años mis impuestos religiosamente a pesar de que algunos meses me ahogaban. El año pasado cometí el error de quedarme embarazada y entre los meses de baja y la crisis, al volver me había quedado sin clientes.
Afortunadamente, existía la bonificación de las cuotas para las mujeres en mi situación. Inocente de mí. Imagínense mi sorpresa cuando este mes veo que me han cobrado la cuota de la Seguridad Social completa, casi 300 euros. Como no he tenido ningún ingreso, estos euros son para mí y para mi hijo una pequeña fortuna. He llamado y me han dicho que un decreto del mes pasado eliminaba todas las bonificaciones a los autónomos y que, por tanto, tenía que pagar la cuota completa. Culpa mía por no leerme el BOE, por pensar que podría ser madre y seguir trabajando.
Con lágrimas en los ojos mañana me daré de baja de autónomos y me apuntaré al paro, a cuya prestación no tengo derecho, por autónoma y por pringada. Lo peor es que mi historia no tiene nada de especial, una gota más en este mar de despropósitos.— Ángela Millán Fernández.
