¿Cómo puede salir España de la crisis?
La medida de la capacidad de un país para superar sus problemas reside en la talla de los líderes que produce.
En España hemos corrompido los cimientos de un exitoso proyecto de esfuerzo colectivo dejando de valorar a las personas por lo que aportan a dicho esfuerzo para hacerlo por su impacto mediático o por su sorprendente estulticia.
La solución a la crisis de la España de 2012 es la misma que la explicación de su éxito de los años precedentes: muchos nombres como el de Francisco Aparicio.
Francisco Aparicio, hijo de un modesto ferroviario de Guadix. Estudiando los días de Navidad con un tazón de leche y un brasero, consigue una beca para ir a estudiar a Madrid sin el resguardo de un padre que mueva sus contactos. Sus decisiones se vertebran con honradez y trabajo. Camina derecho, sin atajos. El resto, consecuencia: ingeniero industrial, doctor y catedrático, crea el Instituto de Investigación del Automóvil (INSIA) emprendiendo desde la función pública, influye en miles de puestos de trabajo y carreras profesionales.
¿Causas del éxito? Principios innegociables, trabajo y constancia, una sociedad que premia el esfuerzo de los modestos, una madre orgullosa, el ejemplo silencioso de un padre y una compañera de viaje sublime. La historia de una sociedad es la historia de las vidas que se cruzan en ella.
La solución de España también se llama Rafael Nadal, Amancio Ortega, pero por cada uno de estos archiconocidos hacen falta muchos más Franciscos Aparicios.— José Miguel Aparicio. Director de ventas de Seat.
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