La indemnización de Carlos Dívar
El presidente del Supremo debería esforzarse más en no respetar una ley que es injusta y tratar de cambiarla en pro de la justicia. En tiempos de corrupción es cuando se dan más leyes. Véase el caso Fabra. Como decía Séneca, “Lo que las leyes no prohíben, debe prohibirlo la honestidad”. Aunque parece que lo que reina no es solo la ley, sino el corporativismo: hoy por mí, mañana por ti.— José María Acosta Vera.
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