Gana México
El exilio republicano de mis padres me hizo mexicano de nacimiento. Desde la distancia sigo con interés y a veces también con apasionamiento las noticias de México, en donde aun tengo familia, un puñado de buenos cuates y parte de mis señas de identidad. Si se me permite la exageración yo incluiría la asignatura “México” en el currículo escolar de nuestro país. Creo firmemente que sin la dimensión americana España solo es un pequeño reino del sur europeo. Es pues de agradecer el seguimiento que ese periódico viene haciendo de mi otro país; de sus luces y sus sombras. Especialmente en lo que atañe a las elecciones que se acaban de celebrar.
No podemos olvidar nuestra deuda de gratitud con el denostado Partido de la Revolución que fue especialmente generoso con la generación del exilio y les brindó, trabajo, reconocimiento y cordial acogida: Nomás los naturalizó mexicanos.
El PRI ha sido el ganador; un PRI renovado y democrático. Por lo que parece (y esta es la mejor noticia) el caudillismo y el populismo izquierdista se moderan. La sociedad civil se moviliza y en el D.F. se abre paso una alternativa moderna y progresista. No es necesaria mucha sociología para darse cuenta de lo difícil que es llevar esta alternativa de progreso a las zonas mas atrasadas de un país con tantas desigualdades. Pero con estas elecciones, tengo la convicción de que gana México. Y eso es una buena noticia también para España. Para esa España con proyección americana que muchos reivindicamos.
Hoy mas que nunca debemos tener presentes a los millones de mexicanos que hicieron un paréntesis en su jornada electoral para ver a La Roja. Que también la sienten suya.
Por favor no nos olvidemos de mirar a México. De esforzarnos por comprenderlo. Es mimbre de nuestro mimbre. Somos casi el mismo cesto.— Luis Martínez Ros. Editor.
