Viggo Mortensen pierde los papeles por el fútbol

A veces la pasión por el fútbol juega malas pasadas.Y un mal trago pasó el actor Viggo Mortensen debido a su fervor por el deporte rey. Su reacción emocionada ante un partido hizo que fuera increpado por la seguridad de un aeropuerto de Washington el domingo pasado. El protagonista de Flores del Este y Alatriste se encontraba en la sala de embarque y mientras esperaba su vuelo no despegaba los ojos de una pantalla que emitía un partido en el que San Lorenzo, su equipo, jugaba contra el Newell's. Era un encuentro decisivo que decidía si permanecía en primera división o, por el contrario, bajaba a segunda. El San Lorenzo marcó el tercer gol que hizo al club vencedor. Entonces, el novio de la actriz española Ariadna Gil no pudo evitar la emoción y se puso a gritar como un poseso: “Golazooooo!, Pipi!, Pipi! ...”.

Sus gritos iban acompañados de saltos en medio de multitud de pasajeros y maletas, según informa OTR. La seguridad de la terminal no tardó en acercarse a Mortensen a llamarle la atención por su reacción escandalosa. El actor tuvo que entregar sus documentos de identidad que, finalmente, le fueron devueltos.

Mortensen nació en 1958 en Nueva York (Estados Unidos), pero pasó su infancia en Argentina donde se contagió del furor futbolístico del país. Se volvió un hincha del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, por lo que, según el propio actor, no se pierde ninguno de los partidos por televisión y asiste al estadio del equipo siempre que visita Argentina. Mortensen fue nombrado embajador azulgrana por el club San Lorenzo y en numerosas ocasiones se le puede ver llevando algún objeto relacionado con el club, ya sea una pulsera, una insignia o cualquier otro elemento que combine los colores rojo y azul. Por ejemplo, en la fiesta posterior a la ceremonia de la 80ª entrega de los Óscar se pudo fotografiar al actor, junto a Cate Blanchett, con la camiseta del equipo argentino en la mano. En 2008, durante la celebración del 100º aniversario del club, confesó que su mayor orgullo era ser hincha de San Lorenzo