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Ni menores de 16 años, ni demasiado delgadas

'Vogue', una de las revistas más influyentes del mundo, se compromete a apostar por una imagen de mujeres sanas

Carmen Mañana
De izquierda a derecha, Yolanda Sacristán (España), Kirstie Clements, (Australia), Anaita Adajania (India), Christiana Arp (Alemania), Angelica Cheung (China), Franca Sozzani (Italia), Mitsuko Watanabe (Japón), Anna Wintour (Estados Unidos), Emmanuelle Alt (Francia), Alexandra Shulman (Reino Unido), Victoria Davydova (Rusia), Anna Harvey (Brasil), Seda Domanic (Turquía), Myung Hee Lee (Korea), Rosalie Huang (Taiwan), Eva Hughes (México) y Paula Mateus (Portugal).
De izquierda a derecha, Yolanda Sacristán (España), Kirstie Clements, (Australia), Anaita Adajania (India), Christiana Arp (Alemania), Angelica Cheung (China), Franca Sozzani (Italia), Mitsuko Watanabe (Japón), Anna Wintour (Estados Unidos), Emmanuelle Alt (Francia), Alexandra Shulman (Reino Unido), Victoria Davydova (Rusia), Anna Harvey (Brasil), Seda Domanic (Turquía), Myung Hee Lee (Korea), Rosalie Huang (Taiwan), Eva Hughes (México) y Paula Mateus (Portugal).GETTY

No fotografiar a menores de 16 años, ni a modelos con aspecto de sufrir desórdenes alimenticios. Diecinueve cabeceras internacionales de la revista Vogue han suscrito este compromiso enmarcado dentro de la Iniciativa para la salud, un proyecto que busca “fomentar un acercamiento más saludable al cuerpo de la mujer dentro de la industria de la moda”, tal y como explican desde la publicación perteneciente al grupo editorial Condé Nast. Una decisión que puede transformar o, al menos, ampliar los cánones de belleza del sector, ya que entre las revistas firmantes se encuentran algunas de las más influyentes y con mayor difusión del mundo.

Conscientes -en palabras de la directora de la edición española, Yolanda Sacristán- de que “las modelos que ocupan las páginas de Vogue también son referencia para muchas mujeres”, las publicaciones se han comprometido a aplicar un normativa de seis puntos, con el objetivo de convertirse “en embajadoras del mensaje de la imagen corporal sana, tanto dentro como fuera de la revista”. Entre las pautas acordadas está no trabajar con modelos menores de 16 años ni con aspecto de padecer un desorden alimenticio; crear programas que permitan a las maniquíes con más experiencia guiar y aconsejar a las más jóvenes; o alentar a los diseñadores para que garanticen condiciones de trabajo saludables en los desfiles, lo que incluiría, según el documento original, el acceso a una dieta equilibrada y el respeto a su privacidad. “Promoveremos que los agentes no permitan que las modelos trabajen hasta muy tarde”, reza el acuerdo.

Pero el proyecto de Vogue no se agota en sus páginas. Algo lógico si se tiene en cuenta que el problema de los estándares inalcanzables de delgadez, que tantas veces se ha acusado a la industria de la moda de promover, no tiene su origen únicamente en las publicaciones. “Estaremos en contacto con los diseñadores para que profundicen en las consecuencias de las tallas pequeñas y poco realistas de su ropa; lo que por un lado limita el rango de las mujeres que pueden ser fotografiadas con sus diseños y alienta el uso de modelos extremadamente delgadas; y por otro, genera un conflicto en la compradora, que hace suyo el problema de que la talla 38 le quede pequeña”, argumenta Sacristán.

“En Vogue España dedicaremos el número de junio a la mujer que nos inspira: fabulosa, sana y con curvas. Mujeres poderosas nos hablarán de cómo se cuidan y de lo importante que es sentirse bien con uno mismo”, adelanta la directora. La revista también contará con una entrevista en profundidad con el doctor Francisco Ferre, psiquiatra y Jefe de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Universitario Gregorio Marañón. Y pondrá en marcha un foro de debate en su web, vogue.es, donde expertos en nutrición, deporte y psicología conversarán con las lectoras.

Si el pacto perdura, quedarán atrás polémicas como la de diciembre de 2010, cuando Vogue Francia publicó un reportaje protagonizado por niñas maquilladas y vestidas como sensuales mujeres adultas. O la que convirtió en noticia a Vogue Italia hace cinco meses por retirar de su web una foto de Karlie Kloss que había sido utilizada como arquetipo en páginas proanorexia. Un episodio que transformó a la directora de esta cabecera, Franca Sozzani, en un de las más comprometidas activistas en lucha contra estos sites.

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