Modelos unidas contra la explotación

Su vida lejos de las pasarelas y de los objetivos no es tan glamurosa como pudiera parecer, sobre todo para las principiantes. Por eso una de las modelos veteranas más prestigiosas ha decidido unir fuerzas. Sara Ziff ha impulsado la creación The Model Alliance, que lucha por los derechos de estas profesionales. Sus objetivos son mejorar las condiciones laborales de las modelos. Una de las primera medidas ha sido establecer un sistema confidencial mediante el cual las profesionales pueden denunciar abusos. La organización, apoyada por donaciones anónimas, cuenta con un gabinete jurídico muy sólido.

Sara Ziff ha trabajado como imagen en la última década de firmas tan conocidas como Calvin Klein, Louis Vuitton, Chanel, Tommy Hilfiger y Stella McCartney. Durante estos años ha visto muchos abusos entre bambalinas. Por eso Ziff quiere que las agencias se comprometan a respetar una carta de derechos que mejoren las condiciones laborales de las modelos. Por ejemplo, que se les advierta de antemano si su trabajo requerirá desfilar desnudos o semidesnudos o que se les diga a quién pueden acudir para denunciar los abusos sexuales de un fotógrafo o de uno de los responsables de su agencia. “Este trabajo, a veces, se realiza con contratos precarios”, denuncia Ziff, quien fue descubierta por un cazatalentos a los 14 años cuando salía de clase. “Tenemos muy poca seguridad laboral. Es es un mercado despiadado. Solo hay una Gisele Bündchen. Hay muchos casos de explotación laboral de menores”.

The Model Alliance no aspira a ser un sindicato de modelos. Pero siguen el ejemplo de la organización británica Equity, que desde 2010 ofrece protección y seguro médico a sus miembros. Ahora los modelos británicos tienen un salario mínimoy una carta de derechos

Algunas de las famosas amigas de Ziff, colegas de profesión, como Coco Rocha, Shalom Harlow y Doutzen Kroes están apoyando la causa que también cuenta con el respaldo del Consejo de Diseñadores de Moda de los Estados Unidos.

Elettra Wiedemann, la hija de la actriz y Isabella Rossellini se ha sumado a este movimiento y ha contado su experiencia: “Recuerdo cuando comencé a los 14 años. Me pedían que me redujera los pechos, que me operara la nariz y todo el tiempo criticaban mi peso”, contó. “Un día dije: ‘Saben qué? Soy mucho más que un número en una báscula’. Decidí poner un límite por mi bien”.