Tener siete días de vacaciones y que llueva los siete días. Con dos niñas de cinco y dos años a ristras. Es a lo que nos hemos enfrentado la semana pasada unos cuantos De mamas & de papas de estas latitudes. Vale que no todo el mundo tiene vacaciones, ni siquiera todo el mundo tiene trabajo, pero si lo tienes y te dan fiesta, no veas lo que jode pasarla bajo el agua. Y sobre el barro. La familia waterproof. O Gore-tex, resiste viento y marea pero cuesta un ojo de la cara -total, pá ná- y enormes dosis de frustración.
Los tres primeros días los pasas en Barcelona, porque el padre todavía trabaja. Planeas un mix de recados pendientes con playa, playa y playa, que por algo ha llegado la primavera y vivimos en una ciudad donde la orilla del mar está tan cerca que puedes ir en transporte público. Pues no. Agua. Tiras de biblioteca, cartelera, más tele de lo normal y despliegas toda la artillería juguetil y de manualidades. La calle se toca lo justo, y la tensión comienza a mascarse.
Además, en días de lluvia, lo de los planes urbanos no es tan fácil: llegas a Caixaforum –ese templo de la ciencia que te reconcilia con las comisiones bancarias y por el que la mayor tiene fervor—y resulta que otros 4.798 progenitores han pensado lo mismo que tú. Y cuando te encuentras a un colega de El Periódico en la cola y asegura que lleva una hora y tres cuartos esperando, te piras aunque amablemente se ofrezca para colarte.
Por fin llega el miércoles por la noche. Mañana te vas a Navarra. Cinco días en el valle de Baztán, esperados desde la mañana de Reyes. Llenas maletas y el jueves, las metes en el coche junto a las churumbelas con esa cara de felicidad que lucen las familias de los anuncios de Bonos del Tesoro. El agua que nos cayó a la altura de Lleida no era normal. El chaparrón de los Monegros, tampoco. Llegamos a Navarra diluviando. Vamos a mantener la calma, que tenemos hasta el lunes por delante.
Y una mierda. Con perdón. Llovió el jueves, y el viernes, y el sábado, y el domingo. Nada de chirimiri, nahhhhhh. Agua. A cántaros. El lunes no lo sé, porque antes de que la estabilidad familiar saltara por los aires, decidimos adelantar la vuelta 24 horas. Que te llueva cuatro días seguidos en un precioso valle de Navarra con una temperatura de entre cuatro y diez grados es sinónimo de botas empapadas, calcetines chorreando, pies helados, pantalones tiesos de barro, ver cómo se agotan las mudas, gritar en el coche que no pisen el anorac mojado con la zapatilla llena de barro, ni el suelo hecho un asco con los calcetines recién cambiados, que no estampen barro en la tapicería, que cuidado al bajar que hay un charco y que calzan las únicas botas secas, que quién cojones ha mojado la bufanda …
Significa casi no poder salir del coche, olvidarse de las excursiones (recuerdo la edad de las menores a cargo: 2 y 5 años, todo ganas de saltar de un charco a otro, con el plus de saturación por la energía acumulada desde el lunes por no poder hacerlo), ni comer de picnic en cualquier lado… Significa levantarte de mala leche solo mirar por la ventana, preguntarte veinte veces a la hora quién leches te manda irte de Semana Santa al norte cuando-ya-se-sabe, que vaya gracia con la pasta que cuesta, acabar agotando las visitas culturales del valle (granja ecológica, quesería, molino de trigo…), pegar más gritos de la cuenta mientras el padre te recuerda que ya está la cosa tensa como para tenerte que aguantar el mal humor, que las tardes consistan en matar el tiempo esperando la hora de la cena… Que llegue la cena y no tengas hambre porque no has hecho nada, que la niñas comiencen a toser y tú a pensar, no, si, encima el martes no podrán ir a cole y ya-verás-tu-qué-semanita...
Aix. Nos pasamos el día afirmando que nuestros retoños tienen que aprender a gestionar la frustración, ¿no? Pues aquí ando, intentando gestionar la mía. Grrrrrrrrrr. ¿Las niñas? Estupendas, gracias.
Comentarios
Querrá decir con las niñas "a rastras". Yo les hubiese comprado unas botas de agua para que se pudiesen meter en los charcos.
Lo siento por tí. Pero si te hubieras quedado en Barcelona, te hubiera pasado igual... no estamos acostumbrados a "matar el tiempo"... nos pensamos que el día debe estar lleno de actividades... Creo que tu malestar viene de las expectativas que tenías... yo tengo tan pocas... Tengo hijos de esas mismas edades y sólo quiero descansar un poquito y que alguien me eche una mano para entretenerlos aunque sea jugando a saltar en las camas y a futbol en el comedor ( con una pelota de gomaespuma eso sí ). Con esta edad, paso de los temas culturales y salidas "lejos" de casa. Total a ellos cualquier cosa les parece genial... La mejor opción para "vacaciones" de pocos días son pasar en familia o con amigos y así, de paso, hay más gente para ocuparse de los niños...
A que te sientes algo mejor después de haberlo "soltado" aquí? Bueno, y pq ya ha pasado, jeje.Vaya, siento q tus vacaciones hayan estado tan pasadas por agua.
Cómo te comprendo!!! Y lo malo ya no es perderse una las vacaciones, es tener que aguantar a las fieras revueltas en una habitación de hotel durante toooodo el día... Uff, menos mal que ya hay cole, no? jajjajaHoy en mi blog de maternidad irreverente Todo los que debes hacer antes de iniciarte en el malvivir maternal http://hijanohaymasqueuna.blogspot.com.es/2012/04/entrenamiento-maternal.html#comment-form
Exacto, siento mucho decirte que el tiempo es así en el norte, y normalmente lo de la lluvia es muy usual, por ello que tenemos esos verder y maravilloso paisajes, te lo dice una que mando al peque con los abuelos equipado con botas de agua ya que la idea era pisar charcos sin parar.Siempre que voy el digo a mis amigas como se lo montan para superara tantos días de lluvia con niños pequeños encerrados ......
Podriamos estar contentos con el echo de que haya llovido con esta sequia no????
Voy a hacer un poco de troll, pero sin acritud :) En los países donde el mal clima es una constante (los países bálticos por ejemplo, que es lo que yo conozco), los niños están acostumbrados a jugar en la calle con lluvia y nieve. Van forradísimos de ropa, eso sí, y con las capuchas bien ajustadas para que no se cuele ni una gota, y no ser resfrían ni más ni menos que los españoles. Es una cuestión de tolerancia. Los españoles tienen tolerancia baja y les faltan recursos. Si lo importante es que tus hijos se entretengan, te aseguro que pueden hacerlo a pesar de la lluvia. Sólo hay que saber abrigarlos y relajarse un poco.
A mi humilde entender, la conclusión es que si el tiempo hubiera acompañado las alternativas para estos dias hubieran sido mayores, con lo que el aprovechamiento de estas minivacaciones hubiera podido ser infinitamente superior. En cualquier caso vacaciones son vacaciones y al mal tiempo buena cara!!! Cuanto falta para el proximo puente?
Tenías que haber venido a Zaragoza, mujer! El jueves nos hizo fantástico, así que de tambores. El viernes una granizada que "paqué" pero luego muy bien, así que más tambores. Sábado y domingo, ya se sabe, viento y más viento. Hartos de tambores ... compras y Aquarium.
Yo tuve "suerte" ... nos fuimos a Madrid y dentro de lo que cabe hicimos mas o menos lo que queriamos (museos, actividades, visitas varias, meriendas y comidas de tasca en tasca). Eso si ibamos con botas de montaña y chubasqueros y aun asi pasamos frio. Arrastre a 3 (9, 7 y 3 años) durante 3 días yo sola ... y he sobrevivido. Francamente hasta yo estoy sorprendida.
Cuánta razón! Ese "mete niñas, saca niñas, pon guantes, quita guantes, quien se ha llevado el otro guante, no te comas el barro, no, tampoco el agua de los charcos que no eres un terrier..." Uuuufff. Una cosa agotadora donde las haya. Y luego encima, sentirte malamadre por no dejarlas explayar su creatividad saltando de charco a charco. Con lo que molan los padres de las pelis que sí lo hacen...
Aqui una madre del norte que, impepinablemente, pasa las semana santas allí. El chirimiri quedó atrás. Yo juró que vi el arca de noe en la perpendicular a la casa de mis padres. Así que, cada vez que viajo, me hago a la idea: peliculón, mantita y cantidades ingentes de aspitos con los que chantajear a laniña...vaya a ser que le apetezca salir y nos jorobe el plan de "sofing" junto al carismático Ben- Hur!!
Sí que es agotador eso de la rutina de los días fríos, pero creo que conviene asumirlo de la mejor manera, y buscar que, de a poco, los niños se sientan más cómodos (siempre abrigados) cuando el tiempo es un poco más rudo. Así como alguien mencionaba los países Bálticos, creo que la adaptación paulatina es provechosa para ellos, pues aprenden a sacarle partido a situaciones que en otro caso les complicarían. Ah! Y para vacaciones, gracias a este testimonio, me queda claro que hay que tener plan B y plan C. En realidad, con los niños hay que tenerlos siempre. Saludos y, de nuevo lo digo, qué bueno es este espacio! Como siempre, les invito a conocer el mío, en http://www.papaenrodaje.cl
Con un chubasquero y unas botas de agua mi peque se lo pasa pipa. La lluvia tiene muchas cosas buenas...
Pues nosotros siempre hacemos lo mismo: para semana santa elegimos siempre hotel con piscina cubierta climatizada,asi si fuera hace mal tiempo, por lo menos las niñas se entretienen en la piscina.
pues suerte los que habéis tendo vacaciones, yo no las he tenido pero mi hijo si, y ando escasa de recursos de niñeras, me refiero, o sea que mi frustración ha sido de órdago, porque qué coño pinta una semana no lectiva en una semana laboral 100% a ver que hago yo con un niño de tres años, a quién se lo dejo, no puedo pagar a nadie porque cobran más que yo........ esto está muy mal planeadohttp://www.recetariodesirena.com
¡Dios mío! !No me lo puedo creer! !Has relatado mis vacaciones! Nosotros salimos el jueves de Barcelona al Valle de Irati (Navarra) con tres niños de 13 y 8 años a "tomar las aguas". Hasta nos nevó. Eso sí, nosotros aguantamos hasta el lunes que, para más recochineo, amaneció esplendio. Eso sí, no pudimos quedarnos a disfrutarlo porque si no nos comiamos la caravana de entrada a Barcelona
Muy bien descrito!!!! Te comprendo muy bien! Mis vacaciones de Semana Santa también han sido moviditas. Pero no me desalienta, estoy deseando que lleguen las próximas!
http://demadrastrasyotroscuentos.blogspot.com.es/
Pues para mi el tiempo me da miedo, pero existe una cosa mucho peor, son "las caravanas" y este año bajando el Domingo desde Andorra con mis hijos de 1-4 años desde Igualada-Bruc una hora de reloj parados, Dios que desastre!!!! Que estrés y que agobio, el de 4 años viendo películas en el dvd pero la pequeña estaba más pesada.... Cuando ya no podíamos más comenzó a funcionar y a 140 hasta casa. Salu2.
A todo se acostumbra una... te lo dice alguien que vive en Bruselas con 3 niños de entre 5 y 0 años. ¡animo!
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Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.