¿Alguien quiere el coche de Obama?

Esta más que demostrado que la devoción que sienten algunos por sus ídolos puede sobrepasar las barreras de los millones de dólares o de euros, pero parece que a los fans de Obama les ha afectado la crisis económica. Un Chrysler de 2005 y 300 centímetros cúbicos que perteneció al presidente de Estados Unidos lleva casi una semana a subasta en Internet, sin que ni una sola persona haya pujado por adquirirlo... hasta el momento: la venta se cierra el jueves día 2.

Pero claro. El millón de dólares de precio de inicio del coche (unos 760.000 euros) echa para atrás. Pero Lisa, la mujer de Illinois que lo ha puesto en venta asegura que los vale y que posee "los papeles originales que certifican que el vehículo efectivamente perteneció a Barack Obama". Ella no pierde las esperanzas y mantiene el anuncio en eBay con 20 fotos del coche, utilizado por el actual mandatario entre 2004 y 2007 y en el que recorrió alrededor de 30.600 kilómetros.

"Sí, es irónico subastar un coche que perteneció a Barack Hussein Obama, pero si llego a venderlo, me quedaré con algo de dinero. Y por favor no me culpéis por ser una capitalista de libre mercado que hace lo que puede por mantener su economía", se defiende Lisa, que no explica cómo llegó a poseer el automóvil, en el International Business Times. Para ella, el precio no es caro, si se toma en cuenta que otros coches pertenecientes a figuras históricas se han vendido en el mundo por cantidades mucho más altas. Un millonario anónimo pagó más de seis millones de euros por un convertible Mercedes Benz que había sido de Adolf Hitler, mientras otro entregó un millón y medio por un Peugeot viejo que en 1977 perteneció al ahora presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad.

Lo que no parece sopesar Lisa es que alguien ya intentó, sin éxito, vender el mismo coche de Obama hace tres años y en la misma web de subastas. En aquella ocasión, el precio de partida era solo de 100.000 dólares (unos 76.000 euros), pero los típicos graciosillos que apuestan sin dinero en Internet echaron abajo la puja, subiendo el coste a más de 1.000 millones de dólares.