De técnico en pesca a responsable del orden público

La carrera profesional de Samuel Juárez, futuro delegado del Gobierno en Galicia, está ligada a la Administración pública, pero siempre en ámbitos relacionados con la pesca o el medio rural. Licenciado en Veterianaria y especialista en sanidad y tecnología de los alimentos, Juárez es funcionario del cuerpo nacional de veterinarios. Su entrada en cargos de responsabilidad se produjo en 1991 como subdirector de Pesca e Industrias Pesqueiras de la Xunta y en dos años ascendió a director. Su salto a la política estatal se produjo en 1996, cuando tomó las riendas de la secretaría general de Pesca Marítima durante el primer gobierno de José María Aznar. Tras su paso por la embajada de España en Washington como consejero de agricultura y alimentación, volvió al Gobierno estatal, esta vez como asesor de la socialista Elena Espinosa en el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino. Puesto que abandonó cuando Feijóo lo llamó para hacerse cargo del Medio Rural en Galicia. Ahora asume un puesto con competencias políticas -la coordinación entre los Gobiernos central y autónomo- pero sobre todo de orden público.

Para cubrir las vacantes de las conselleiras Marta Fernández Currás y Pilar Farjas, el presidente Feijóo ha optado por la solución más previsible y continuista. Tanto Elena Muñoz, sustituta de Currás, como Rocío Mosquera, nueva responsable de la política sanitaria, ocupaban ya puestos destacados en los departamentos de los que se van a hacer cargo y tienen una amplia carrera en la Administración, al margen de cargos estrictamente políticos. Con su nombramiento y la salida de la Xunta de los conselleiros de Medio Rural y Cultura, el Ejecutivo tendrá cuatro hombres y cuatro mujeres además del presidente.

Elena Muñoz, de hecho, sigue un camino paralelo al de su antecesora en el cargo. Al igual que Currás, la nueva conselleira de Facenda llega al puesto tras ejercer como interventora general de la comunidad autónoma. Nacida en Madrid hace 40 años, Muñoz es licenciada en Económicas por la Universidad de Vigo y pertece al cuerpo superior de la Administración autonómica. Su carrera profesional en la Xunta siempre ha estado vinculada a puestos de control financiero lo que le confiere una importante experiencia para su nuevo cometido, la disciplina presupuestaria de la Administración en tiempos de penurias.

La ourensana Rocío Mosquera fue un fichaje personal de Feijóo cuando formó su primer Gobierno en 2009. No es militante del PP y se le encargó la gerencia del Servizo Galego de Saúde (Sergas). Hasta entonces, Mosquera dirigió el hospital privado Nuestra Señora de la Esperanza, en Santiago, del grupo empresarial vigués Povisa. Pese a esa procedencia, Mosquera tuvo serias disputas con su antigua empresa cuando Sanidade y Povisa negociaron la prórroga del concierto del hospital vigués (que atiende a 140.000 usuarios públicos del área de Vigo) con el Sergas. La nueva conselleira es inspectora médica de profesión y antes de su paso por la empresa privada ya ocupó diversos cargos administrativos en la Xunta, entre ellos los de subdirectora de Atención Especializada y asesora de la Dirección de Saúde Pública durante las Administraciones de Fraga.