Funcionarios de Lanbide acudirán a los domicilios de las personas mayores para tramitar la RGI

La mayoría de las personas que reciben una ayuda social -la Renta de Garantía de Ingresos y el complemento de vivienda, que en enero pasarán a ser gestionadas por Lanbide- tiene una oficina del Servicio vasco de Empleo en su municipio. Son concretamente el 85% de las familias perceptoras, con una cercanía que será necesaria sobre todo en los primeros meses de 2012, cuando todas las personas que reciban una ayuda tendrán que acudir a las oficinas de Lanbide a actualizar sus datos para crear su expediente en el nuevo sistema con el que trabajará el Servicio vasco de Empleo.

¿A qué distancia está el 15% restante? Según ha aclarado el director de Formación de Lanbide, Pedro Sánchez, en el Parlamento esta misma mañana, el 8% tiene una oficina a menos de 10 kilómetros y con acceso a un medio de transporte público y el 7% se encuentra a más de esa distancia y necesita hacer uso de dos medios de transporte público para poder llegar. Esta lejanía es una de las preocupaciones que han mostrado los colectivos sociales, ya que hasta diciembre los perceptores de ayudas y los solicitantes pueden acudir a cientos de ayuntamientos para tramitar la RGI pero, a partir de enero, solo lo podrán hacer en 40 oficinas de Lanbide.

Sánchez ha explicado que Lanbide ha trabajado "soluciones de itinerancia" y que incluyen la atención a domicilio, como ya hacen los servicios sociales de base de los ayuntamientos, sobre todo en casos de que se trate de personas mayores o de discapacitados con serias dificultades para desplazarse. La medida se pondrá en marcha en la primera parte del año, entre enero y febrero, y está prevista para los casos de personas mayores y discapacitados que se encuentren en ese 15% que no tiene una oficina de Lanbide en su municipio. De todas maneras, en declaraciones a los medios, Sánchez ha dejado la puerta abierta a que, en los casos en los que haya personas con dificultades de movilidad en una localidad que sí tiene oficina del Servicio vasco de Empleo, también se podría habilitar una visita a domicilio para ellos. "No vamos a impedir que accedan a una ayuda por estar lejos o no poder venir a nuestras oficinas", ha aclarado.

Aparte de la lejanía de las oficinas de Lanbide para tratar cuestiones relacionadas con las ayudas sociales, otra de las preocupaciones que se ciernen sobre el traspaso de las ayudas a Lanbide ha sido la coordinación entre los orientadores que tramitan la RGI con los servicios sociales de los ayuntamientos, ya que muchas de las personas, además de las dificultades que tienen para encontrar trabajo, tienen problemas de inclusión social. Esta labor es competencia de los ayuntamientos con sus trabajadores sociales y, según ha especificado Sánchez, en enero se crearán grupos de trabajo para establecer protocolos de coordinación entre el Servicio vasco de Empleo y los servicios sociales.