¿Tiene sexo el arte? ¿Existe una literatura femenina? ¿Consideras que haces cine de mujeres?... A mucha gente estas preguntas le parecen o bien irrelevantes -algo así como debatir el sexo de los ángeles- o peor aún, estúpidas, cuando no ofensivas. Pero ¿por qué no abordamos el tema desde otro ángulo? Algo tan sencillo, tan frío y objetivo, tan irrebatible, como hacer cuentas. Pues ya se sabe que los números no mienten. Eso se ha dicho a sí misma la asociación norteamericana VIDA (Women in the Literary Arts, mujeres en las artes literarias) y se ha puesto a contar el número de representantes de uno y otro sexo en un sector concreto del mundo intelectual: las revistas de literatura y pensamiento.
Ha contado, a lo largo de un año, la proporción de mujeres y de hombres en tres ámbitos: las/os colaboradoras/es en general de cada revista, y en el apartado de crítica literaria, las y los críticos y las/os autoras/es de los libros reseñados. Y el resultado es francamente alarmante. En todas las categorías y en todas las revistas examinadas (Atlantic, London Review of books. Granta, The New York Review of books, Times Literary Supplement, Harper’s…), la proporción de hombres es ampliamente superior a la de mujeres: estas representan el 27 % de los críticos del Times Literary Supplement, el 24 % de los autores reseñados en el mismo órgano, el 23 % de los reseñados en The Atlantic, un 34 % de quienes escriben en Granta, el 15 % de los colaboradores de The New York Review of Books, un 17 % de quienes lo hacen en London Review of books. ¿Se trata de un fenómeno acotado, de una rareza característica de la crítica literaria, o de las revistas en lengua inglesa?... Qué más quisiéramos.
Dondequiera que miramos, en el mundo de la cultura en el sentido más amplio de la palabra, encontramos lo mismo. Ahí va un batiburrillo de datos. En un mes cualquiera, el 78 % de los artículos de la prensa inglesa llevan firma masculina (The Guardian, 4-12-11). De las películas españolas estrenadas entre 2000 y 2006, sólo un 7 % fueron obra de directoras(Cine y género en España, ed. Cátedra, 2010). Once de los 12 últimos números de la revista Qué leer llevaban en portada la foto de un autor varón. En el número de diciembre de 2011 de la revista Letras libres, figuran 6 colaboradoras entre 32 colaboradores (18 %) y y se reseñan en ella cinco libros de autoría masculina y uno de una escritora (16%); en el del mismo mes de Revista de Libros escriben 21 personas, de las que una sola es mujer (5%). En arte, entre los 44 críticos que firman habitualmente en los suplementos culturales de los tres periódicos de mayor tirada, sólo siete son mujeres (16 %), porcentaje casi idéntico al de artistas femeninas en las exposiciones individuales organizadas por los principales museos públicos (MNCARS, MACABA e IVAM) y los artistas elegidos para representar a España en la Bienal de Venecia.
¿Qué pasa en nuestra cultura? ¿Por qué, ahora que ya no hay obstáculos jurídicos ni educativos a la igualdad entre los sexos -es más: el número de licenciadas universitarias supera, hace ya años, al de licenciados varones, especialmente en artes y humanidades-? ¿Por qué pensamiento y arte siguen siendo de forma tan aplastante cosa de hombres? Sin duda porque, aunque no lo parezca –se suele creer que el poder radica en la economía y la política-, la cultura es poder, un gran poder, y los hombres, que lo han monopolizado siempre a lo largo de la historia, se resisten a abandonarlo. Son muchos siglos de una división de papeles en que el varón ha sido el sujeto del conocimiento y la mujer su objeto: las mujeres “han sido dichas” desde fuera, son hombres quienes han descrito -y prescrito- su identidad. Sabemos que la batalla por la igualdad –ese objetivo que supuestamente compartimos todos, ¿o no?- se jugaba, se juega, en terrenos como la brecha salarial, la representación parlamentaria, la violencia de género, el permiso de maternidad y paternidad, el trabajo doméstico… pero quizá ya es hora de añadir otro elemento a la agenda: la cultura; es decir, el poder de controlar las imágenes, contar las historias, tener la palabra. Y es que quizá, a fin de cuentas, ese campo aparentemente marginal y au-dessus-de-la-mêlée es el verdadero campo de batalla.
Laura Freixas es escritora y presidenta de Clásicas y Modernas, asociación para la igualdad de género en la cultura(www.clasicasymodernas.org).
Comentarios
http://nelygarcia.wordpress.com. He sufrido en mis carnes esa desigualdad, con mi obra pictórica: al principio escuché algún comentario como este “tiene mucha fuerza, no parece pintura de mujer”. Esos comentarios me indignaban, ¡como si la fuerza expresiva dependiera del sexo!. Al estar en Paris esas opiniones se fueron amortiguando. En España al día de hoy escucho comentarios como este, “no compres pues a una mujer casi nunca se la reconoce”. El arte no entiende de género, pero sí la sociedad: las culturas acumuladas durante siglos, son difíciles de erradicar. Hace años que también me apasiona el arte literario y tengo una novela escrita, que quiero publicar; tendré más problemas por ser mujer, pero eso en vez de acobardarme, se convierte en desafió. Saludos.
Volvemos a lo de siempre. Que los hombres sean mayoría es tildado de "francamente alarmante".Sin embargo el hecho de que "el número de licenciadas universitarias supera, hace ya años, al de licenciados varones, especialmente en artes y humanidades", no parece estar sujeto a crítica de ningún tipo.Simplemente decir que en carreras tipo Historia del Arte, hay una proporción de mujeres 80% y hombres 20% (búscenlo y verán).
Pues en parte comparto lo que dice Nely. Yo tampoco creo que el arte (y otros aspectos) dependa del sexo, por mucho que las feministas digan que por ejemplo, hay arquitectura de mujeres y que ellas hacen cosas con otra sensibilidad y bla, bla, bla... por supuesto, dotando todo esto de un aire de superioridad.
Menos mal que solamente hay 2 sexos y no 27, que si no sí que íbamos a perder el tiempo tratando de nivelarlo todo...
Pobre Nely, ya estamos con las excusas de siempre. Si no vendes tus cuadros o no publicas tus libros será sólo por una cosa, y ya sabes a qué me refiero: serán una... ya sabes.
Anda que lo de "las y los, los taxistos y las taxistas, los profesoros y las profesoras". A que estado de imbecilidad suprema hemos llegado con tanta feminista rabiosa reprimida en este país.
Claro Nely, todos sabemos que los hombres que quieren publicar novelas tienen instantáneamente abiertas las puertas de Alfaguara y Planeta.... Lo que hay que leer...
sexo en el arte hay molto, no? desde e desnudo bello de Vel´zquez, Goya y la dama desnuda, El toro desnudo de Picasso que es... mmmm de belo!
mucho sexo en el Arte y en la arquitectura e même egale, m seime!
http://nelygarcia.wordpress.com. Comentario por Pobrecita y Asmodeo.Yo nunca he dicho nada sobre si vendo, o no, eso me lo reservo: el comentario no tiene por que referirse a mí, tampoco me parece oportuno reflexionar sobre si la obra es una…o buena, pues todo es relativo y lo que a unos entusiasma, a otros aburre. La historia nos muestra ejemplos de obras de todo tipo que en su época, fueron rechazadas y muy consideradas en la actualidad. Lo que quería decir son las oportunidades que al principio tienen los debutantes, dependiendo del género y queramos verlo, o no, todavía arrastramos la herencia de las culturas pasadas. Saludos.
Y de la discriminacion heterosexual y femenina en el mundo de la moda, no decimos nada? es un escandalo teniamos que estar igualmente representados de acuerdo a un porcentaje pertinente hombres heterosexuales y mujeres. Y sobre la feminizacion de la escuela primaria tampoco? Eso si que es escandaloso y puede crear un ginocentrismo creciente puestos a quejarse.
"¿Tiene sexo el arte? ¿Existe una literatura femenina? ¿Consideras que haces cine de mujeres?... A mucha gente estas preguntas le parecen o bien irrelevantes -algo así como debatir el sexo de los ángeles- o peor aún, estúpidas," (Laura dixit).
Pues sí, Laura, tú lo has dicho. Estas preguntas son realmente estúpidas... ¿Para qué añadir más?
Nely. En eso es en lo que estoy no estoy de acuerdo. Lo de que las posibilidades dependen del género creo que no tiene fundamento. De hecho, concretamente en la literatura, publicar con un pseudónimo es de lo mas habitual incluso en escritores reputados.
Por cierto, aunque no lo entreleo en tus palabla, lo de "tu obre puede que sea una...." lo planteo como una posibilidad que debería plantearse todo artista. Espero que no lo hayas interpretado en lo personal.
Un saludo al censor. Espero que no le haya ofendido mi comentario anterior.
A Nely no le compran sus cuadros por el mero hecho de ser mujer (snif, snif). Pero aquí no acaban los infortunios de esta víctima del oprobioso patriarcado, pues su obra literaria también sufre esa lacra de la invisible discriminación que padecen las escritoras, a las que la sociedad machista y androcéntrica se niega a reconocer su más que acreditada valía y talento novelístico. Ya ven, ahí sí que estoy de acuerdo con Nely, porque imaginación, capacidad de fantasía, creatividad similar o mayor que la de una persona con paranoia no le falta. Y hasta es posible que Nely llegue a creerse sus propias alucinaciones de género.
Por cierto, Nely, leo en la enciclopedia Wikipedia la siguiente información sobre la escritora Agatha Christie: "según el Libro Guinness de los récords, sus cuatro millones de novelas vendidas conforman una cifra solamente equiparable con la de William Shakespeare, siendo traducidas a aproximadamente 103 idiomas." Bueno, Nely, explícame ahora a la luz de esa infalible metodología de las ciencias sociales que es la "perspectiva de género", cómo es que Agatha Christie, siendo mujer, tuvo tanto éxito en un mundo tan falócrata, heteronormativo, sexista y patriarcal como lo es el de la literatura.
Sra. Freixas,
Estoy de acuerdo con usted en que vivimos en un mundo donde lo que ha prevalecido ha sido el modelo masculino, también estoy de acuerdo con usted en que la historia, el mundo artístico en general ha sido cerrado para las mujeres. Sin embargo quisiera hacer algunas consideraciones respecto a su artículo:
Las mujeres del primer mundo que además vivimos en las ciudades somos unas privilegiadas, vamos a la universidad, trabajamos, escribimos, etc. Creo que deberíamos dejar de mirarnos el obligo y apartar nuestras reivindicaciones justas, pero de ricas, cultas y urbanitas y asumir la defensa de millones de mujeres que en los paises menos desarrollados están condenadas a la miseria, al analfabetismo y a la enfermedad por el hecho de haber nacido mujeres. La verdadera trinchera en la que las mujeres debemos pelear en el mundo actual, globalizado y tecnologizado al máximo, es la del derecho a la educación femenina, el derecho a la salud, a la comida, a que no nos mutilen, ni nos maltraten. Sra. Freixas, me parece de una enorme frivolidad el articulo que escribe usted. Supongo que su reflexión y su reivindicación es justa y hasta la comparto, pero creo que en este dificil momento en que la crisis económica mundial a quién más va a dañar es a las mujeres, sinceramente, me parece que debería usted dedicar su buena pluma a defender a otras mujeres que con menos suerte que usted no pueden hacerlo.En este mundo la miseria tiene cara de mujer, no lo olvide usted.
No sé Carmen, también hay muchos mundos en este país. Y lo del primer mundo con la deuda que tenemos ... es cuestión de tiempo. No todo el mundo va o ha ido a la universidad y menos aún trabaja .... Quizás se mira usted demasiado en el "obligo", o sea ombligo.
En la mitología policial existe el "policía bueno" y el "policía malo". En el feminismo sucede algo parecido, pues tanto hay ultrafeministas fanáticas como feministas moderadas, o en otras palabras, que unas son peores que las otras. Si la señora Freixas representa al primer grupo, Carmen es digna miembro del segundo. Y aunque Carmen censura algunos de los dogmas de género de Freixas, no por ello deja de caer en otros tantos mitos, que no por ser muy repetidos son dignos de credibilidad. No tiene empacho nuestra Carmen en hablarnos de esas "millones de mujeres que en los paises menos desarrollados están condenadas a la miseria, al analfabetismo y a la enfermedad por el hecho de haber nacido mujeres." Sí, claro, pero habría que preguntarle a nuestra feminista si cree que los varones pobres de esos países, porque allí también los hay ricos (y ricas), son algo así como unos privilegiados que no están condenados a la miseria, el analfabetismo y la enfermedad. El alegato victimista de Carmen prosigue hablando de las mutilaciones a las que son sometidas las mujeres en esos países, aunque nuestra feminista evita especificar quiénes son los sujetos (mujeres) que practican dichas mutilaciones, con lo que implícitamente le echa la culpa a los hombres. Finaliza nuestra feminista con un repertorio de dogmas tales como: "en este dificil momento en que la crisis económica mundial a quién más va a dañar es a las mujeres, [...]. En este mundo la miseria tiene cara de mujer," En fin, que si Laura Freixas recurre al victimismo elitista de las mujeres ociosas del primer mundo, que combaten el tedio dedicándose a las "artes", el victimismo feminista de Carmen tiene un matiz etnicista, que casa con el espíritu "comprometido" y oenegista tan propio de todas aquellas personas que hoy en día pretendan quedar como las más "progresistas" y "modernas".
http://nelygarcia.wordpress.com. Comentario por feminismo. 1º Vuelvo a repetir, no me quejo de mis cuadros, estoy satisfecha y espero estarlo en literatura. 2º Siempre han existido excepciones, yo hablo de la media. 3º Las mujeres hemos estado excluidas en el pasado de muchas actividades y eso aún trae cola. Saludos.
dicho por gente del gremio: el mismo cuadro, vale más si es de artista masculino que si es de artista femenina.
Ay chicas! cada x tiempo me doy una vuelta por este blog y veo que seguimos con las tonterías de siempre....hagamos un esfuerzo y salgamos del "victimismo" penoso del que se hace gala aquí y pasemos a tratar los temas seriamente.Las mujeres que no nos refugiamos en "ser victimas", y estudiamos,trabajamos y nos esforzamos en alcanzar las metas de nuestras vidas,como madres,esposas y profesionales, os lo agradeceremos.
¿Estábais excluidas en el pasado? ¿Y aún trae cola? ¡Pues ya me diras por qué, si ya no estáis excluidas! ¿O sí? ¿En qué quedamos, en el pasado o actualmente? Yo creo que actualmente no. Tú creo que no lo tienes claro.
A "a XXX". Mira tú a ver si no te has comido alguna coma.
Es bastante dudoso que los números no mientan; pero en cualquier caso, la interpretación que se hace de los números puede mentir (a veces, descaradamente) o no. Lo que está claro es que la explicación basada en el poder que aquí se ofrece se la ha sacado la autora de la manga: el artículo no muestra NINGUNA evidencia que de soporte a esa conclusión. La única "evidencia" es que empieza la frase diciendo: "sin duda...".
El comentario de JFK ha dado absolutamente en el clavo: si hay más licenciadas es por méritos; si hay más hombres en la cultura es por discriminación. Evidencias, por favor, evidencias.
Yo escribí un libro de sonetos que no me publicaron: ¡Exijo el privilegio de publicación que ser hombre me confiere!
Hipótesis alternativas: los hombres tienen más presencia en la cultura porque se especializan más. Los hombres tienen más presencia porque se desenvuelven mejor en el mundillo cultural. Los hombres tienen más presencia porque se saben vender mejor. Los hombres tienen más presencia porque focalizan más sus esfuerzos. Todas estas hipótesis son tan válidas como la de la discriminación, y ofrezco las mismas evidencias que ofrece Freixas: ninguna.
Hipótesis A: si hay más licenciadas pero menos mujeres que logran llegar a lo alto del mundo cultural, la conclusión lógica es que las mujeres están discriminadas en ese mundo. Hipótesis B: si hay más hombres que llegan a lo alto del mundo cultural pero menos hombres licenciados, la conclusión lógica es que los hombres están discriminados en el mundo educativo. ¿Evidencias? Las mismas.
Pero vamos, respondiendo a la pregunta del título del artículo, la respuesta es que sí: el arte tiene sexo... cuando hay subvenciones de por medio.
Pues nada: adelante con "algo tan sencillo, tan frío y objetivo, tan irrebatible, como hacer cuentas." Venga, vamos. Pero con todos los trabajos, no solo con los apetecibles. ¿Cuál es la proporción de mineras? ¿Y de trabajadoras de la construcción? ¿Qué porcentaje de mujeres se dedican a la pesca de alta mar? ¿A la fontanería? ¿Cuál es el porcentaje de mujeres sepultureras? ¿Y de desinsectadoras? ¿Y qué porcentaje de sus escritos ha dedicado Laura Freixas a reclamar el derecho de la mujer de realizar en igualdad de oportunidades esos trabajos tan fantásticos? Porque si exigimos la paridad entre directores de cine, ministros, escritores y altos ejecutivos, exijámosla también entre mineros, albañiles, pescadores, sepultureros, poceros, etc.
Butanero, te cito a mi profesora de Lengua Española en COU: "una mujer también tiene derecho a presidir el Gobierno, pero minero es un trabajo de hombre".
Pues a mi me alegran la vista y no me averguenzo de ello. Estamos ante otra pataleta más de puritanas a la antigua usanza. Antes invocaban la religión, ahora el feminismo. El mismo perro con distinto collar.
Yo creo que no. Los tíos somos más listos en cuanto a capacidad de abstracción, pero el arte va de otra cosa.Todos los secretos para seducir mujeres clickando sobre mi nombre.
Menos mal que desde la Sección Femenina seguís protegiendo a la mujer frente a los desmanes del apasionado varón. Doy las gracias a todas las compañeras de tan noble institución. Seguid adelante con este magnifico blog, compañeras. Arriba España.
¿Y como se supone que tienen que "abandonar el poder" los hombres su posición predominante en la cultura? ¿Dejando de crear?
Tiene gracia, en la Facultad de Bellas Artes un 70% o más éramos mujeres...
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