La Generalitat advierte a los empleados públicos de que seguirá con los despidos

El goteo de despidos en la Administración catalana, tanto en los departamentos como en las empresas públicas, seguirá en 2012. Y se tocarán los salarios, a través de los complementos específicos, la actual organización de las jornadas laborales y los beneficios sociales de los empleados públicos. En vísperas de la reunión de la Mesa de Función Pública que arranca hoy y en la que Administración y agentes sociales deben negociar nuevos recortes, la secretaria general de Administración y Función Pública, Pilar Pifarré, y la directora general de la Función Pública, Susanna Bouis, citaron ayer por la tarde, por separado, a los sindicatos CC OO, UGT e IAC para avanzarles algunas propuestas que pondrán hoy sobre la mesa.

Los ánimos entre los empleados públicos están muy encendidos, recuerdan los sindicatos. Funcionarios, interinos y laborales acumulan una notable pérdida de poder adquisitivo: primero fue la rebaja salarial del 5% en 2010 y este año tienen el sueldo congelado. Ni siquiera la repentina alabanza pública que ayer lanzó el portavoz del Gobierno, Francesc Homs, a los empleados públicos logró enfriar ese enojo. Las reuniones de ayer se celebraron en un ambiente tenso, aseguran fuentes de los sindicatos convocados. Y hoy, de forma simultánea a esa reunión, los delegados sindicales de los departamentos están convocados a manifestarse en la Via Laietana, frente a la consejería que dirige Joana Ortega.

Ayer, los convocados no lograron arrancar medidas concretas, pero salieron con dos advertencias: una, que "no garantizan que no sigan despidiendo a empleados" y, dos, que "la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos incluirá medidas estructurales y coyunturales en el capítulo uno, el de personal". El objetivo es ahorrar cerca de 600 millones con la rebaja salarial aplicada a los 230.000 empleados públicos. De ser estructurales, las novedades que se introduzcan entrarían en contradicción con las palabras de Ortega, que la semana pasada habló de recortes en los complementos salariales "temporales" y "acotados a 2012".

Los recortes que hoy pondrá sobre la mesa la Generalitat forman parte de las medidas de austeridad que anunció la semana pasada el presidente del Ejecutivo, Artur Mas, quien afirmó que el Gobierno ha "tocado hueso" con los recortes en la sanidad y la educación, y que ahora les toca arrimar el hombro a los empleados públicos.

"Dicen que tras reducir sanidad, educación e inversiones, necesitan tomar medidas para reducir el capítulo uno, el de personal, que es el más costoso de cualquier Administración", explicaron anoche fuentes sindicales a la salida de la reunión. Lo que más preocupa es el carácter "estructural" de las reformas. Los representantes de los trabajadores no se cansan de recordar que hay desde sueldazos hasta mileuristas, y que muchos no pueden soportar ni otro recorte salarial ni el aumento de la presión fruto de la no renovación de plazas o del hecho que no se cubran las bajas.

De enero a octubre, solo los departamentos (sin contar las empresas públicas) perdieron una media del 5,5% de empleados diarios, entre jubilaciones, interinos de los que se ha prescindido porque la reestructuración ha eliminado el puesto que ocupaban y otras causas, como la defunción de titulares de plazas. Además, antes de verano la Administración anunció que presentará expedientes de regulación de empleo en las empresas públicas para hasta 1.500 empleados más.

Despidos y salario aparte, el Departamento de Gobernación admitió que "todo" estará hoy sobre la mesa. Todo, desde los días de asuntos propios hasta el Fondo de Garantía Social (ya reducido a la mitad, con ayudas para hijos discapacitados, gafas y dentista), pasando por la congelación de la aportación al plan de pensiones, la retirada del tique comedor, la paga de productividad, la de asistencia al trabajo y los días de permiso personales.