Amaiur ofrece a PNV y Geroa Bai formar un frente común "ante Madrid"
Los soberanistas emplazan a los dos partidos a consensuar "contenidos mínimos"
Amaiur no quiere estar sola en Madrid. La coalición independentista que integran la izquierda abertzale, EA, Alternatiba y Aralar, con siete diputados y tres senadores electos, se ofreció al PNV (cinco escaños) y a Geroa Bai —el partido navarro de Uxue Barkos— para emprender una acción conjunta en el Congreso "en defensa de los derechos de Euskal Herria" y "dar una respuesta común como pueblo". Es la apuesta de Amaiur por la acumulación de fuerzas nacionalistas.
Iñaki Antigüedad, cabeza visible de los soberanistas, tendió la mano a estos partidos y los emplazó a consensuar unos "contenidos mínimos" para defender "los derechos de Euskal Herria como nación ante Madrid". Y propuso al PNV y Geroa Bai trabajar en ámbitos como "el reconocimiento del derecho de autodeterminación" y "la reivindicación de un marco vasco de relaciones laborales y protección social".
Arropado por los siete diputados electos y dos de los tres senadores —faltó Alberto Unamunzaga—, Antigüedad abogó por que los partidos nacionalistas vascos den "una respuesta común" a lo que Amaiur considera "la actitud de cerrazón y obstruccionismo que mantiene el PP". Se refirió al "veto" de esta formación a Amaiur en la ronda de contactos del futuro presidente del Gobierno.
El portavoz de los socialistas vascos, José Antonio Pastor, terció en esta polémica al considerar un "error" la negativa de Mariano Rajoy a reunirse con los electos de Amaiur. "Es un tic del pasado", opinó. El PP vasco, que ha logrado acuerdos con Bildu en Gipuzkoa, asegura que será "generoso" con los soberanistas si estos dan el paso de rechazar públicamente a ETA, manifestó su secretario general, Iñaki Oyarzábal.
Antigüedad le pidió al PP que preste "mucha atención" a los resultados obtenidos por Amaiur en las pasadas elecciones generales, en las que logró unos "resultados históricos" al sumar 333.624 votos en Euskadi y Navarra. También hizo una advertencia ante la posibilidad de que los siete diputados de la coalición soberanista se queden sin poder formar grupo parlamentario propio. Impedirlo, a juicio de Antigüedad, sería mal visto "en Euskal Herria, en España y en Europa".
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