Rajoy: Apóstol, profeta y mesías... ¡Pero no más!
Nadie recuerda de Rajoy decisiones importantes en los 8 años que estuvo al frente de 5 ministerios. En época de bonanza económica global, no tuvo resultados de sus políticas ministeriales que condujeran a una España mejor. A él se le recuerda, siendo vicepresidente del Gobierno de Aznar, como Apóstol de la guerra de Irak, del desastre del Prestige y del atentado del 11M. Ejerció su apostolado predicando la doctrina Aznarista, con supuestas verdades que nada tenían que ver con la realidad. Según su doctrina entramos en la guerra de Irak por las armas de destrucción masiva que jamás aparecieron, los vertidos del Prestige solo eran "hilitos de pastelina", y del 11M predicaba la teoría de la conspiración. Los ciudadanos ante la falta de resultados y ante tanta mentira apostólica decidieron que Rajoy no fuera presidente.
En su partido pensaban despedirle como líder. Pero los mandarines del PP se arriesgaban a que le sustituyera la que quiere hacer las cosas a su manera, y serían mucho menos mandarines sin Rajoy. Así que decidieron tener esperanza en Rajoy para no tener Esperanza por Rajoy. A los mandarines les fue bien, hicieron lo que les dio la gana y sino que se lo pregunten a Camps en Valencia.
Y Rajoy pasó a ser profeta. Su dialéctica catastrofista le llevó a profetizar una gran crisis para España, como se profetizaron las 7 plagas de Egipto. En ese momento ningún organismo internacional, ninguno de los gurús de la economía, aventuraban un negro futuro para España ni una gran crisis mundial. Los ciudadanos, incrédulos ante el profeta, y recordando sus nefastos antecedentes de apóstol, decidieron por segunda vez que no fuera presidente. Y los mandarines le mantuvieron como líder.
Pero Rajoy tuvo la suerte, y los españoles la gran desgracia, de que llegó una crisis global gigantesca, llegaron más que 7 plagas. Eso hizo que se tuviera fe en el profeta, como fe se tiene en el hechicero de la tribu que al leer las entrañas de un animal predice una fatalidad que casualmente va y ocurre. Rajoy fue profetizando más males, millones de parados, y la realidad superó sus profecías...aunque Rajoy ayudó no apoyando ni proponiendo nada que pudiera estropearlas. ¿recuerdan aquello de que cuanto peor le vaya a España, mejor?. Y la desgracia de millones de personas hizo crecer la fe en el profeta. No es nada nuevo en la historia.
Entonces Rajoy empezó a hacer profecías buenas: con él llegará el empleo, con él llegará el crédito, con él los mercados dejaran a España en paz. Mucha gente se cree las buenas nuevas con la misma fe que se tiene en el hechicero de la tribu, y están dispuestos a votarle para ver si acierta como acertó con las profecías malas.
Y con ello Rajoy se convierte en mesías ("dícese del sujeto en cuya llegada hay puesta confianza inmotivada o desmedida"). Pero los mercados no son mas que grandes especuladores internacionales sin alma, que no tienen mas credo que el dinero y a los que les importa un bledo que se cumplan las profecías de Rajoy. Él no ha dicho lo que va a hacer para que se cumplan sus profecías por la misma razón que un hechicero no puede explicar cómo las hace. Si dice lo que piensa hacer descubriríamos que con ello no ganaremos lo que promete y que perderemos mucho de lo queremos de nuestra sociedad.
España no necesita como presidente un apóstol, un profeta o un mesías. Necesita un presidente que se implique y resuelva los problemas importantes (como Rubalcaba, ahí está el descenso de muertos en carretera que nadie había conseguido, o el fin de ETA que es mérito de todos pero mucho mas de Rubalcaba); necesita un presidente con sentido de estado como demostró Rubalcaba en la oposición generando pactos en temas trascendentales para el país (como el antiterrorista que él mismo redactó); necesita un presidente que luche por que salgamos todos juntos de la crisis y por que no se pierdan las conquistas de igualdad y bienestar que han costado tanto trabajo (y tanta sangre); todo esto que necesita España lo tiene Rubalcaba y le falta a Rajoy.
El 20N vayamos todos a votar y hagamos que se quede como mesías y no mas. Los indecisos podéis conseguirlo, España está en vuestras manos.
Francisco Toledo es portavoz adjunto del grupo parlamentario socialista en las Cortes Valencianas
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