Esta semana estamos de cumpleaños. Aparte de cumplirse el primer año del blog (arrancó el 29 de octubre, ¡gracias a todos los que nos habéis seguido!), hemos celebrado los cuatro años de David. Hasta ahora, solo habíamos tenido fiestas familiares en casa de mis padres (más grande que la nuestra) con algunos niños de parejas amigas. Pero este año, entre que los abuelos ya no están para estos trotes, que su casa está muy lejos para los compañeros del cole y que David, desde meses antes, decía: "Quiero invitar a las bolas a mis amigos", pues tocaba parque de bolas.
No sé si hay algún estudio sobre el tema, pero por las pocas veces que hemos estado en estos sitios, parece que los niños enloquecen. No solo en el sentido figurado, de alegría. Se vuelven como locos, de verdad. Aunque me resulta un poco inquietante la hiperactividad y la felicidad exacerbada que les entra, no era lo que más me preocupaba. Lo que no quería era hacerle pasar por la experiencia de abrir regalos como en una cadena de montaje (mi compañero Javier Salvatierra explicaba aquí lo que ocurre cuando hay demasiados). Y eso sí nos lo ahorramos, con una idea bastante buena de Papageno, el centro de ocio al que fuimos.
Recuerdo aún con angustia el primer cumpleaños del cole al que fuimos el año pasado, que celebraron juntas tres niñas. Llegado el momento, la monitora las sentó en fila, y empezó a repartir los regalos: "Estos son de parte de Fulanito", y las tres niñas los abrieron. Sin que les diera tiempo ni a mirarlos, la monitora les dio los de Menganito, y luego los de Zutanito, y así una docena de veces. Me dio la sensación de que no se enteraron ni de qué les regalaron, ni quién, ni les hizo ilusión, además del marrón para los padres en forma de multitud de juguetes que llevarse a casa.
Para los cumpleaños siguientes, los padres y madres nos intentamos organizar antes, poner un fondo y comprar uno o varios regalos entre todos, lo que ha sido un avance. Pero al buscar parque de bolas para la fiesta de David, descubrí otra modalidad, que llaman cumpleaños "todos para uno", bastante simple, con la misma idea que la del bote común, pero que facilita la tarea sobre todo cuando hay invitados de procedencia diversa (colegio, vecinos, amigos del parque...), o cuando los padres, aun siendo sus hijos compañeros de clase, no coinciden. Aquí explican muy bien el espíritu de la iniciativa y en qué consiste.
En la práctica, junto con la invitación, entregas una pequeña nota que dice que los padres del niño del cumple se encargarán de comprar un regalo que saben que le hará ilusión, y en la que se pide que los amigos contribuyan con una aportación de X euros (en nuestro caso han sido 8), que se hará en el propio parque de bolas (en vez de comprar un juguete, puede consistir en regalarle la propia fiesta). Añade que pueden llevar algún regalo tipo dibujo o manualidad. Así, los invitados saben que no tienen que comprar nada, ni devanarse los sesos pensando en si el niño, al que puede que ni conozcan, tendrá esto o aquello, o si será lo suficientemente bueno para cubrir el expediente. Al llegar a la fiesta, la monitora que apunta al niño recoge el dinero, que al final entregará a los padres del homenajeado.
En nuestro caso, le compramos a David un patinete, las rodilleras y coderas y una sirena de policía que se acopla al manillar con luz y sonido (en la foto), que le regalaron entre los nueve niños que fueron a la fiesta. Uno de ellos llevó además una caja pequeña de Clics (su madre nos dijo que el pequeño no concebía presentarse en un cumpleaños sin regalo), dos niñas llevaron dibujos y mi amiga Eva, cuyo hijo es amigo de David desde que son bebés, le trajo una chaquetita étnica con dibujitos para que fueran los dos a juego. En casa, la hermana mayor le compró un juego de bolos, y los abuelos un garaje. Bastantes regalos, pero muchos menos y más deseados que con el sistema tradicional de uno por invitado.
Los únicos peros para mí fueron que pasé un poco de vergüenza, porque parece que estás pidiendo dinero a los demás padres, y que al no saber el número exacto de niños que irían, no sabía qué cantidad poner como aportación (lo resolvimos diciendo en la invitación que en caso de sobrar dinero, lo donaríamos a una ONG). Pero creo que el sistema funciona bastante bien y que facilita la vida tanto a los invitados como a la familia del cumpleaños.
¿Qué os parece? Y ahora que se acerca la Navidad y otra avalancha de regalos, ¿qué otros métodos usáis para evitarlo?
Comentarios
no me gusta la idea de pedir dinero pero tampoco de organizar un cumpleaños con tantos niños por un niño tan pequeño! que haremos cuando tenga 12 años??yo creo que llevaremos una tarta a sus compis de cole una tarde despues del cole como lo hizo una madre. Ni regalos ni compromisos para nadie...
que yo recuerde, a todos los cumpleaños a los que ha ido mi hijo, siempre hemos hecho lo mismo. Fondo común, se pregunta a los padres qué quiere el crío o si necesita algo en concreto. Al final, lo que realmente les hace ilusión a los niños es la fiesta, en la que se lo pasan en grande jugando todos juntos. Y cuando el niño tendrá 12 años, Etiketa, el niño ya no invitará a tantos amigos, porque eligirá él por si mismo, sin sentirse "obligado" a invitar a ningún niño porque a él anteriormente lo han invitado.
En mi generación, se apañaba a los niños con unos sanwich de foie-grass y unos gusanitos, y en casa. Y al cumple iban solo los niños. Ahora que si parque de bolas, regalos...y aparte de los niños, tienes que invitar a los padres claro. Mi peke aún es pequeña, pero temo cuando empiecen a invitarla y tengas que corresponder. Porque al final es una obligación, quieras o no quieras. En fin, que no me apetece nada, vamos.
Nosotros en el cole de mi hija (3º de Infantil) tenemos un sistema que a mí me parece razonable:- Se hace una fiesta por trimestre, en un sitio de bolas o similar, donde se celebra el cumple de todos los niños que cumplen en dicho trimestre- Se invita absolutamente a todos los niños de la clase, y el que quiera puede llevar a sus hermanitos, primos, vecinos, etc..- Cada niño asistente (vamos, sus padres) paga su propia entrada al sitio en cuestión.- El regalo es la fiesta, y además cada cumpleañero recibe un regalo, que le compran sus propios padres de parte de toda la clase, con un valor máximo de 20€. Así, a lo largo del curso sólo tenemos 3 cumpleaños, el niño celebrante sólo recibe un regalo más su correspondiente fiesta, y los padres sólo nos gastamos la entrada a las 3 fiestas más el regalo de nuestro hijo cuando le toque.A mí me parece un sistema razonable dentro de los excesos en los que vivimos. Yo tb celebraba mi cumple en casa, con mis 4 amigos, unos platos de gusanitos, sandwiches de nocilla, y la tarta de galletas que hacía mi madre. Pero ahora nadamos en la abundancia, y claro, tenemos que demostrarlo....
Yo ya vi una niña abrir regarlos como en una cadena de montaje, y me horroricé, así que para los cumples de mis hijos pido expesamente que no se traiga regalo, porque si no lo dices, la gente se ve obligada a comprar cualquier chuminada para salir del paso, y a los niños de hoy en día lo que menos les hace falta son más regalos.
Estoy con madre, es tan sencillo cómo escribir en la invitación que POR FAVOR no lleven regalos, hoy en día no están las cosas creo que ni para 8 euros y más si son tan pequeños-
El tema cumple-bolas es algo que me pone los pelos de punta, sinceramente, que me pidan dinero o regalo por indicación, para mí es el acabose. ¡Bastante con el dolor de cabeza que dan estos parques como para encima andar con remilgos...!Si te parecen muchos regalos, escóndelos y los vas sacando poco a poco, o los regalas. A mí toda la vida del señor, aunque el cumple lo celebrábamos en casa, todo el mundo me regalaba, y me hacía mucha ilusión. Creo que en lo que deberíamos llevar cuidado es en los regalos porque sí, o porque tú lo vales, cualquier día a cualquier hora. Espero que la moda de la prescripción del regalo no llegue a mi ciudad.Yo dediqué un post a las madres cumple-bolas, os dejo el enlace: http://bienvenidoababia.blogspot.com/2011/09/saloon.htmlSaludos
Pues aqui casi por obligacion tienes que invitar a toda la clase al cumple. Otra modalidad es celebrarlo en el cole durante el recreo, los padres llevan la pinhata (imposible un cumple sin pinhata), el pastel, refrescos y algo de comer (salchichas es lo mas normal) y ya; generalmente asi no se tienen regalos. La otra modalidad es fiesta en un local con los invitados que quieras. Nosotros invitabamos a toda la clase, pero ya el anho pasado (6) decidimos invitar solo a los que realmente el queria. Y supongo que el siguiente cumple sera igual. Eso si, mi hijo no concibe un cumple sin regalos, y yo tampoco. Yo, que casi nunca me regalaban nada y que a partir de los 8 anhos mi cumple paso de noche!! que penita que le pase igual a mi hijo!! Los juguetes, cuando ya no los quiere y estan nuevos los donamos, y si estan muy mal los tiramos. Pero no lo dejo sin juguetes.
A mí, personalmente, me horrorizan los mega-cumples y la espiral de consumismo que conllevan -8€ son 8€, sea para un regalo a distancia o que nosotros compramos. También me horrorizan las obligaciones sociales que imponemos a los niños y nos imponemos a nosotros mismos. Para evitar todo esto, nosotros decidimos celebrar el cumple de nuestros hijos de una manera diferente y que realmente sea especial para ellos. En su día respectivo, papás e hijos hacemos juntos algo extraordinario que el cumpleañero haya pedido: un paseo en barco con fondo transparente para ver la ría + comer en un chino, por ejemplo. Ellos lo pasan genial, no obligamos a nadie a gastar dinero y la experiencia se convertirá, seguro, en un recuerdo entrañable.
Nosotros llevamos 2 años celebrando en parque de bolas pero uno muy pequeño y familiar del pueblo, invitando máximo a 10 niños. Este año (cumple 4 años) también celebraremos en parque de bolas, quería hacerlo en casa, pero coincide que salgo de cuentas (esperamos un hermanito) para el día del cumple de mi hijo, y prefiero pagar y que me lo organicen todo.
Para Navidad hemos pedido a la familia que se junten de 2 en 2 para comprar los regalos y que así tenga menos, por ejemplo mis dos cuñadas comprarán un único regalo al igual que mis dos hermanas. De todas formas como cumple a finales de Diciembre, cada año se junta con un montón de regalos, entre los del cumple y los de Papá Noël o Reyes, así que lo que hacemos es guardarlos e ir sacándolos a lo largo del año.
Pues no sé. Yo de niña he recibido montones de regalos, pero montones. Ahora bien, en circunstancias concretas: los Reyes, o mi cumple. Y yo lo veo muy bien, veo que es lo suyo. A mí al menos me hacía una ilusión tremenda. Las cosas con cabeza, eso sí. El resto del año no me tenían malcriada, dándome cada capricho que pidiese mi boca. Me daban los justos. Y la carta de los Reyes...bueno, yo podía pedir sin límite, que ellos ya sabrían lo que de verdad me gustaba de ahí y cuándo acababa la carta. Y yo lo sabía. A día de hoy, no soy una joven tirana ni nada similar. Y si algún día me da por tener hijos, pienso conducirme con ellos tal y como lo hicieron conmigo.Lo de pedir dinero para los regalos, tampoco me parece bien. A lo mejor yo no puedo permitirme ocho euros. A lo mejor quiero comprar yo el regalo que me de la gana, simplemente. Y lo de las manualidades...pffff, ¿es que esas no las vais a arrumbar en casa? Puestos a guardar, tanto de niña como de adulta preferiría almacenar regalos, y no dibujos y cartulinas cogiendo polvo por ahí, a las que el niño no les dedicará ni la más mínima atención. Además de que la idea me parece un tanto cursi, si con las manazas que yo tenía, tengo y tendré debo hacer algo gracioso, van listos...Por cierto, lamento ser tan sarcástica, pero me aburre oír eso de "se donará a una ONG". Es que me parece que se ha convertido en una moda. Seré yo, no obstante.
Yo es que no entiendo estas modas de tener que celebrar los cumpleaños de toda la clase des de tan pequeños. Tengo 21 años y el primer cumpleaños al que fui en un sitio de bolas fue cuando tenía 8 u 9. Antes me habían invitado a un montón, pero mi madre no me dejaba ir a todos, no eran tiempos para gastar en tonterías. La primera vez que yo celebré una fiesta tenía 12 años, y las niñas invitadas se juntaron para regalarme algo y tampoco hicimos nada espectacular, nos juntamos en mi garaje con bocadillos de pan de molde y hicimos 4 juegos que me dediqué a preparar durante toda la semana. Mi hermano, que tiene 4 años más, nunca ha hecho una fiesta de cumpleaños de pequeño, y la verdad es que no está traumatizado por ello, tuvo una fiesta sorpresa a sus 18, organizada por mi madre y la recuerda con un cariño enorme.Yo lo siento, pero opino que no hace falta hacer fiestas cada año porque todo el mundo lo haga. Ya las harán cuando sean mayores, que la verdad, no acabas ni con un trauma ni nada.
Judit, acabar en un psicólogo ni nada de eso no, claro, no es que te pegasen o te tuvieran sin comer. Pero, no sé...que tú veas a tus compañeros celebrando su cumple, al que vas, y que vayas cumpliendo años (no digo dos, que no te enteras de nada, pero sí cuatro, cinco...) y veas que tú no lo celebras jamás, a una edad en la que las tonterías y el juego nos gustan a todos, pues...lo dicho, que no te va a faltar un brazo o una pierna, pero hombre, yo de mayor sí recordaría que era niña y cumplía años y nadie pensaba en hacer una fiesta. Precisamente es cuando eres mayor cuando ya no es para tanto si algún año no cae; a mí me ha pasado y apenas he pensado en ello. Fuera de mi casa, apenas me regalan un detalle dos o tres amigos, y tan contenta.Ahora, que cada cumpleaños no tiene que ser en una piscina de bolas o cualquier otro sitio de la calle. Si la economía lo permite, sí, ¿por qué no? Vas a tener muchos años de adulto para que de niño te tengan derecho como una vela con la canción de la austeridad. Pero si no se puede costear, pues en tu casa. Y los regalos, sí, varios (si se puede, repito) porque para eso no es un día normal, pero no tienen que ser caros. Regalos, simplemente. No habré tenido yo chorradas de cuatro perras que me gustaban un montón.Lo que no puede ser es que el resto del año, el niño sepa que pide y tiene. No puede ser que vayas por el centro comercial, sección juguetes, y que tenga que salir con algo en la mano porque si no se lía a chillar. O comprarle alguna excentricidad de esas que se hacen ahora, supuestamente para los niños: mini casas, muñecas hiperrealistas o cochazos en miniatura, de cientos de € para arriba. Eso es malcriar al niño y, sobre todo, acostumbrarle a algo que como un día ya no pueda ser le va a ser un mundo pasarse sin él. Pero en tu cumpleaños, y sobre todo el día de Reyes...que son críos. En la medida de tus posibilidades y sin perder el norte, aprovecha, que son unos años solo y luego ya no vuelven jamás.
Yo creo que estamos perdiendo el Norte... Me parece IMPRESCINDIBLE celebrar los cumpleaños, es una fiesta, es alegría y es necesario para los niños. Pero lo mejor es hacerlo en casa con unas botellas de coca cola de 2litros, unos sandwiches de nocilla y gusanitos. Que ellos jueguen y se diviertan, y si quieren, para terminar, pueden ver todos en el salón una peli de Disney con palomitas y la luz apagada como si fuera el cine
Además de que a esa edad, que son tan críos, todavía no les han inculcado el maravilloso defecto de escanear el hogar ajeno para que ellos mismos o sus mayores determinen el poderío económico de la familia del cumpleañero...algo que me parece totalmente lamentable, pero que yo creo que en alguna que otra ocasión estará detrás de las razones de los padres para celebrar el cumpleaños fuera. Quiero decir, que cuando la mami de Pablito y el papi de Susanita vengan a recogerlos no puedan analizar dimensiones, muebles o paredes.
Pues tengo que reconocer que a mí, los locales estos de bolas, me han sacado de apuros durante bastantes años. No todas tenemos espacio, tiempo ni ánimos para organizar algo en casa.Os dejo un entrañable relato sobre ese momento que todas hemos vivido alguna vez: el terrible momento de dejar por primera vez a nuestro hijos al cuidado de alguien:http://eluniversodemartina.blogspot.com/2011/11/la-hora-de-la-verdad.html
Es casi mejor dar recuerdos que queden en anécdotas, como lo del amigo invisible, que entrar en dinámicas de tengo que dar tanto porque me dieron tanto...Aprende a seducir mujeres haciendo click al link que encontrarás sobre mi nombre.
Nosotros hemos adaptado el formato "Cumples del mes", y juntamos a los chiquillos que lo hacen ese mes. Vamos a un parque de bolas (de momento llevamos poquitos) y aportamos 5 € por cada niño que se llevan el día de la fiesta. Los padres del niño compran uno o dos regalos para su hijo, y con el dinero que han aportado los invitados se subvenciona el regalo y parte de la fiesta. No resulta caro, los chiquillos se divierten, aunque sí es un poco cutre lo de recaudar, pero al final es más fácil para todos y los niños no se encuentran con millones de juguetes que terminan en el trastero.
Nosotros seguimos celebrandolo como antes: en casa con tarta, gusanitos, un par de sandwiches y papas fritas. Cansa mucho pero la verdad es que compensa lo bien que se lo pasan... Ah, etiketa y al menos en mi caso, la que tiene ganas de invitar a media clase es la Supernena. Nosotros siempre habiamos oido que como maximo era conveniente invitar a tantos crios como años cumple el de la fiesta, pero me temo que en la ultima ocasion mi hija se "saco de la manga" dos invitaciones mas, hechas por ella misma. Y claro, a ver quien es el guapo que les dice a los otros dos peques que no...Un supersaludo
Pues yo recuerdo haber celebrado todos mis cumpleaños con 20 compañeros de clase mínimo a la antigua usanza y en un piso de 60 m2 y tan felices todos!!! No creo que sea necesario tener una superinfraestructura para pasarlo bien. Lo de los regalos? Pues no sé... yo aún estoy con la guardería...
En el cole de mi hijo se celebran de esta forma los cumpleaños. Nos juntamos todos los que cumplen el mismo mes (o cada 2 meses) y toda la clase está invitada, evitando así que ninguno se sienta discriminado, cada mamá/papá pone 5 euros por niño/a cumpleañeros y las mamás/papás de los cumpleañeros compran los regalos. Creo que es una forma perfecta tanto para los niños como para los papás, y el hecho de agruparlos por meses nos evita a los papis estar de cumpleaños cada semana!!!
Lo siento pero no he podido evitar dejar mi comentario sobre esos sitios de bolas donde ahora todo el mundo celebra los cumples, ¡ ME HORRORIZAN !Es verdad que a mis niños les encantan ir a cumples allí, pero yo lo veo desde fuera y me parece lo peor, los niños como locos, la música (no siempre infantil) a toda pastilla (depende del sitio), en algunos incluso una monitora intentando organizar algún juego hablando a voces con un micrófono, la avalancha de regalos que ni siquiera les hace ilusión abrirlos, ni hablar de lo que les ponen de merendar y la tarta que la mayoría ni la prueban y va todo a la basura (en uno primero sacaron una tarta enorme de plástico solo para soplar) , en fin, podría estar así hasta el infinito. Tema aparte el clavo que le pegan a los padres, creo que unos 8-10 euros por niño, con lo cual si va una clase entera de 25 niños...multiplica (sumado a lo que se toman los padres mientras están allí), vamos que te sale la broma por más de 250 euros seguro.Entiendo que ahora todos tenemos pisitos minúsculos donde no entra ni la mitad de una clase, más los respectivos padres, y estos sitios vienen muy bien, ¡pero por dios que se inventen ya otra cosa!Yo tengo la suerte de que los cumples de mis hijos son en Septiembre y Junio, y siempre lo hemos hecho en el campo, un picnic-merienda, y a mi hija de 6 años le encanta, jamás me ha mencionado las bolas.Espero que esta moda de maxi-cumples se pase pronto y volvamos a lo de toda la vida, cumpleaños con los mejores amigos en casa, bocadillos de nocilla y tarta de la madre, lo que hemos hecho todos de siempre.
Me aterran los lugares de masas porque, garantizado, los niños se pillan unos ataques de hiperactividad y desenfreno que les dura hasta después del cumple...sale carísimo para los padres del homenajeado, la música es una tortura y la comida basura que sirven, ni hablemos. Los míos van a veces porque los invitan, claro.Nosotros encontramos nuestra fórmula de éxito (lo digo porque así nos lo comentan siempre y todos los niños se lo pasan pipa): cita en el parque con amigos de los niños y sus padres, y amigos de los padres y sus hijos... y a jugar, comer, conocerse y charlar.Nosotros ponemos lo básico (algunos zumitos o batidos caseros y agua, unas cuantas cervezas o vino para los grandes, café, tarta y un par de salados...), luego cada invitado aporta algo de beber y/o comer para completar. El que quiera lleva un regalo, que no tiene por qué ser siquiera comprado, sino reciclado o "heredado" (cuentos, alguna prenda para atajar la temporada, cosas de 2a mano). O algún cachibache minúsculo de poco dinero que hace ilusión y basta (los clics siempre caen!). Y todos contentos porque no supone gasto ingente para nadie (cada uno según sus antojos y posibilidades) y resulta una velada agradable para todos. Y por supuesto viene quien quiere, nada de compromisos! Ah, y si llueve, se intenta trasladar a casa, pero ya en ese caso se presenta mucha menos gente, pq no es lo mismo un parque al aire libre que un piso, claro. Los 4 últimos años hemos tenido suerte...No sé, yo tengo claro que las fiestas se pueden montar entre todos. Yo encantada de aportar lo que haga falta a mi vez.
aun recuerdo el ultimo cumpleaños del peke en el parque de bolas Happy Play...enloquecieron todos pero fue increible!!! estuvo feliz sin parar de jugar con sus amigos y todo genial!
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Periodista de EL PAÍS desde 2004, ahora en Planeta Futuro. Ha trabajado en Internacional, Portada, Sociedad y Edición, y escrito de literatura infantil y juvenil. Creó el blog De Mamas & De Papas (M&P) y es autora de 'Cosas que nadie te contó antes de tener hijos' (Planeta). Licenciada en Derecho y Empresariales y máster UAM/EL PAÍS.