Los diputados catalanes se mantienen las dietas y en 2012 perderán una paga
Los parlamentarios conservan este año la extra de Navidad, de 5.570 euros
Los 135 diputados del Parlament empezaron ayer a negociar el plan de austeridad para ajustarse el cinturón y, de entrada, rechazaron recortar sus dietas por desplazamiento, que, en función del lugar de residencia, oscilan entre 21.000 y 30.000 euros al año. A rebufo de la decisión del Gobierno de Artur Mas de renunciar a la extra de Navidad, los parlamentarios acordaron cobrar la paga de diciembre, pero a cambio perderán en 2012 una de sus 14 mensualidades. El Parlament cifró esa partida en 753.000 euros e invitó a hacer matemáticas para calcular a cuánto asciende por cabeza: 5.570 euros.
Tras la reunión de la mesa, Núria de Gispert, presidenta de la Cámara, defendió que su institución no tiene la necesidad de de copiar la estrategia de Mas de renunciar a la paga porque ya empezó en enero a aplicar ajustes. El actual presupuesto, de hecho, ya ha sufrido este ejercicio una reducción de 12 millones de euros (pasó de 65 a 53) respecto al de 2010. El plan de ajuste de De Gispert (consensuado entre CiU, el PSC y el PP) tiene tres patas: la supresión de la extra, la "simbólica" reducción de la flota de coches oficiales ?pasarán de ocho a cinco el 31 de diciembre? y la disminución de las partidas que se asignan a cada grupo, que se elevan a 17 millones.
De Gispert defendió que no todo se arregla quitando pagas e invocó al tijeretazo ya aplicado en el Parlament. Como ejemplo, afirmó que la flota de coches pasará a ser una "flotilla" ?los grupos ya no dispondrán de coche oficial? y se realizarán con cuentagotas los viajes oficiales. La presidenta recordó, además, que a los diputados se les ha congelado dos veces el sueldo en cuatro años y se les han aplicado dos rebajas salariales. Pero no hubo la menor mención a las dietas que cobran los parlamentarios, que ascienden a 3,4 millones de euros, una cifra muy superior a los 753.000 que representa la paga extra. Un diputado raso, sin percibir complementos por asistir a ninguna comisión ?cosa harto improbable?, gana 40.000 euros más la dieta por desplazamiento, que no tributa. Además nueve parlamentarios ?incluido Mas?, cuatro consejeros y los presidentes de grupo ?entre ellos el socialista Joaquim Nadal y la popular Alicia Sánchez-Camacho, del PP? perciben esta partida pese a tener coche oficial.
Alfons López Tena, portavoz del grupo independentista Solidaritat, fue el único que arremetió contra los recortes por considerarlos insignificantes. "Es como haber retocado el ropero de Pitita Ridruejo. Ni reducirán coches oficiales ni los diputados verán reducidas las dietas", dijo tras acusar a De Gispert de colocar en el Parlament a una asesora y a la cuñada de su hijo. La ecosocialista Dolors Camats avaló el plan, pero avisó que los grupos pequeños se resentirán del eventual ajuste de su asignación porque, dijo, no todos gozan del apoyo de empresas y fundaciones. Los partidos se reparten los 17 millones, a los que no se les aplicó el aumento de 1,7 millones, de la siguiente forma: CiU, 6,9 millones de euros; el PSC, 3,4; el PP, 2,3; ICV-EUiA, 1,7 millones cada uno, y el Grupo Mixto, 1,2 millones.
Tras una reunión con la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, los presidentes de las cuatro diputaciones catalanas anunciaron que no eliminarán la paga de Navidad de este año. Los cuatro alegan que ya han hecho esfuerzos de austeridad rebajando los sueldos de los altos cargos y algunos funcionarios. El presidente de la Diputación de Barcelona, el convergente Salvador Esteve, calificó de "vistoso" renunciar a la paga, pero recordó que se bajó el sueldo un 10% cuando asumió el cargo.
En cambio, los 41 ediles del Ayuntamiento de Barcelona y otros 40 altos cargos de esa institución no cobrarán la paga. El Consistorio no cuantificó la partida. Su portavoz, el convergente Joaquim Forn, aseguró que la decisión se tomó de forma "compartida" y señaló que la partida ahorrada tendrá una "finalidad social". La iniciativa la propuso la semana pasada el concejal popular Alberto Fernández Díaz. El edil es también vicepresidente de la Diputación y ha discrepado de sus socios de gobierno convergentes porque era partidario de suprimir la paga también en esa institución. Barcelona instará a la Asociación Catalana y a la Federación de Municipios a que aboguen por la reducción en todas partes.
Unos complementos que dan para mucho
Revisar la dieta por desplazamiento que cobran los diputados no está en la agenda política. El único grupo que ha cuestionado esta retribución es Solidaritat Catalana. En cambio, Convergència i Unió (CiU) justificó ayer la vigencia de esta dieta, que no tributa y que reciben los 135 diputados (excepto los siete miembros de la Mesa del Parlament). El portavoz de la federación nacionalista en la Cámara, Jordi Turull, añadió que los diputados "no solo van de casa al Parlamento, sino que se mueven constantemente por el territorio, haciendo reuniones y encuentros". Turull rechazó la crítica del grupo de Ciutadans, que considera "excesivo" que un diputado que reside en Barcelona cobre 21.605 euros para desplazamientos.
El portavoz convergente se puso a él mismo como ejemplo: vive en un municipio del Vallès Oriental a 23 kilómetros de Barcelona y aseguró que recorre unos 50.000 kilómetros al año en calidad de parlamentario.
Según portales especializados en movilidad, un vehículo medio de gasolina que realice esos kilómetros consumiría cerca de 5.400 euros en combustible. Faltaría sumarle los gastos en mantenimiento del vehículo y peajes. Pero en cualquier caso se quedaría muy lejos de los 28.090 euros anuales que le corresponden al diputado por vivir en la segunda corona barcelonesa. El importe del complemento aumenta hasta 30.000 euros para los diputados que viven fuera de la provincia.
La polémica por las dietas surgió a raíz de la denuncia de Solidaritat, que se quejó de su elevado importe y de que nueve diputados disfrutaran de ellas pese a tener coche oficial. Son el presidente, Artur Mas; la vicepresidenta, Joana Ortega; los consejeros Felip Puig, Lluís Recoder y Josep Maria Pelegrí, y los presidentes de grupo Oriol Pujol (CiU), Joaquim Nadal (PSC), Alicia Sánchez-Camacho (PP) y Joan Puigcercós (ERC). ICV y Ciutadans renunciaron al coche.
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