El póquer llega a la casa del bingo, Canoe
La actriz Carolina Cerezuela y el extenista Carlos Moyá cantan los números y presentan las nuevas apuestas del salón
El bingo, si uno no está jugando puede parece la cosa más aburrida del mundo. "12... 34... 17". Números cantados, sin más, y de vez en cuando alguien que grita "¡bingo!". Pero cuando se juega, la papeleta es todo, se escucha detenidamente cada palabra, esperando que haya suerte y que se pueda marcar otra casilla. Cuando quedan solo uno o dos números para terminar, la tensión, con cientos de euros al alcance si caen bien las bolas, es máxima. No importa que una pareja guapa y famosa cante los números.
"89, ocho, nueve", dice la actriz Carolina Cerezuela, todo melena rubia. "¡Bingo!" grita alguien en la sala. "¡Ha cantado bingo!" exclama la mujer del extenista Carlos Moyá. La pareja, estuvo ayer en el Salón de Juegos Canoe, en la zona de Azca de Madrid, para inaugurar un nuevo salón de póquer y anunciar los números del bingo. "¡Que guapa es!", dice Isabel, una de las jugadoras. "A mí el bingo me gusta bastante", explica la pensionista, "llevo años viniendo".
El bingo sigue siendo una de las actividades de ocio de mayor afluencia en Canoe, según un portavoz de la sala de juego. Pero los tiempos cambian y ahora para "atraer a un público joven" y "diversificar su oferta de ocio" han decidido instalar un nuevo Póker Room. El salón cuenta con dos mesas electrónicas para que 18 personas puedan jugar a la vez. La modalidad de póquer es la de Texas Hold'em "sin limites", una versión sencilla, pero excitante porque hasta que sale la ultima carta "todo puede ocurrir".
Cerezuela y Moyó se sientan en la mesa y empiezan a jugar con varios profesionales invitados por la casa. "¡Quiero apostar más!" dice la actriz, que todavía no domina las normas. La actriz sube la apuesta. Salen un tres y un seis de corazones y un seis de diamantes: perfectas para las cartas de Cerezuela. "¡Has ganado 200 euros!", dice uno de los jugadores. "¿He ganado?" pregunta la actriz sorprendida que ha tenido más suerte que su marido.
Canoe lleva desde 1978 en una privilegiada ubicación cerca del Bernabéu. El año pasado repartió unos 62 millones de euros en premios. El nuevo salón de póquer se suma a la apuesta de la casa por diversificar su oferta que inició en 2007 con la introducción de apuestas deportivas. Las maquinas de juego sobre pruebas atléticas captaban la atención de Moyá, que logró convertirse en el tenista número uno del mundo en 1999. "Es emocionante ver un partido de tenis en directo, rodeado de amigos, y con la tensión de saber si tu apuesta será la ganadora" dijo.
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