El Gobierno húngaro multa con 470 millones a la empresa responsable del vertido de lodo tóxico
La compañía no podrá pagar la sanción por una fuga que envenenó varios ríos y provocó la muerte de 10 personas
El Gobierno de Hungría ha multado a MAL, la empresa propietaria de la presa cuya rotura provocó un vertido de lodo rojo tóxico el pasado octubre, con 135.100 millones de florines húngaros (unos 470 millones de euros) por los daños causados al medio ambiente. MAL, que se dedica a la producción de aluminio, deberá abonar esa cantidad en un plazo de 15 días, según ha informado el Ministerio de Desarrollo Rural en un comunicado citado por la agencia de noticias húngara MTI.
El 4 de octubre de 2010 una rotura del muro de contención de una balsa de lodos en Ajka, al suroeste de Budapest, produjo un derrame de sustancias tóxicas, que acabó envenenando varios ríos menores y amenazó con verter en el Danubio arsénico y metales pesados. Diez personas murieron y otras 125 resultaron heridas a raíz de la catástrofe ecológica, que también causó elevados daños económicos estimados en unos 200 millones de euros. Además, el lodo tóxico inundó una superficie de unos 40 kilómetros cuadrados de tierras de cultivo, así como las calles de localidades como Kolontár y Devecser, donde cientos de personas se quedaron sin hogar.
El abogado de MAL, György Ruttner, ha considerado que la multa carece "absolutamente de fundamento". Según el letrado, las autoridades medioambientales hablan de 1,8 millones de toneladas de lodo rojo vertido, pero en realidad, según ha dicho, solo fueron 350.000 toneladas. En cualquier caso, la empresa no puede pagar la sanción económica, ya que sus ingresos en 2010 fueron de apenas 26 millones de euros, por lo que Ruttner ha considerado que la penalización supone "una nacionalización disfrazada".
Desde que ocurrió la catástrofe hasta hoy se han iniciado más de 60 juicios contra MAL por particulares, que piden indemnizaciones por los daños sufridos.
Un posible cierre de la empresa, que da trabajo a unas 6.000 personas en la región, causaría graves problemas sociales, según fuentes del sector. El Gobierno del conservador Viktor Orbán ha afirmado que "hará todo lo posible para salvar la compañía", según un informe del Ministerio de Desarrollo Rural.
Hasta el momento no se han aclarado las causas de la rotura del muro de contención de la balsa, que contenía residuos resultantes de la producción de aluminio.
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