"Estaba tan tranquilo en la piscina cuando me avisaron del incendio"
Los bomberos controlan el fuego de La Riba tras quemarse 410 hectáreas
Estaba tan tranquilo en la piscina cuando me avisaron del incendio, levanté la cabeza y empecé a ver llamas que subían y bajaban por la montaña, muy cerca". Miquel Sobellas es el aguacil de La Riba (Alt Camp) y ayer tuvo que emplearse a fondo para tratar de frenar el fuego que se acercaba peligrosamente al pueblo. Reunió mangueras, ayudó a los bomberos, informó a los vecinos y subió y bajó con su coche durante toda la tarde entre hileras de vegetación en llamas.
El incendio forestal, que se inició el martes a las dos de la tarde en un camino a solo 900 metros de La Riba, estaba controlado ayer a última hora de la noche. Las llamas se han cobrado 410 hectáreas de arbolado en diversos municipios. El más afectado es La Riba, con 275 hectáreas quemadas, de las que 241 corresponden al parque natural de Prades. El incendio ha quemado también 134 hectáreas en Alcover, de las que 116 son de matojos y árboles, y 0,32 hectáreas en Valls. "El incendio está controlado, aunque no soy futurólogo y no puedo predecir lo que pasará si las condiciones meteorológicas cambian drásticamente", explicaba anoche Félix González, jefe de del operativo de los Bomberos de la Generalitat.
Las labores de extinción no cesaron durante toda la madrugada del miércoles y llegarona a desplazarse casi 90 equipos de bomberos para poder controlar los dos flancos que seguían activos y devorando vegetación. Uno se dirigía hacia Alcover y el otro hacia Prades. Ayer durante todo el día 88 equipos terrestres y 6 aparatos aéreos siguieron trabajando. La orografía del terreno es muy abrupta y de difícil acceso. "Había zonas en las que se utilizaron medios aéreos y otras a las que solo se podía llegar manualmente", comentó González.
Este fuego es el más grande que ha azotado Cataluña esta temporada, y aunque ayer reinaba una relativa calma en el centro de mando avanzado, el optimismo entre bomberos, agentes rurales y mossos era contenido. Hace exactamente dos veranos, un día como ayer se iniciaba un incendio que en un principio se dio por controlado y que acabó con la vida de cinco bomberos: el fuego de Horta de Sant Joan (Terra Alta). Por eso los agentes ayer quisieron extremar al máximo las precauciones.
En La Riba los vecinos suspiraban, pero estaban indignados, ya que la misma zona sufrió incendios en 1986, 1994 y 2004. "Siempre se quema el mismo sitio, esto no es normal", dijo Jerónimo Sánchez, presidente del coto de cazadores de La Riba. "El terreno se ha repoblado varias veces y por suerte los pinos no se habían hecho grandes y había muchos matorrales; si no, seguramente hubiese sido mucho peor", se lamentó Joan Delapuente, alcalde de La Riba. A muchos vecinos el fuego los sorprendió en sus casas y en algunos momentos llegaron a temer por sus bienes, ya que las llamas se acercaban al pueblo, pero luego cambiaron radicalmente de dirección.
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