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Cae una red que estafó 70.000 euros al retener tarjetas en cajeros de Barcelona

Los Mossos han detenido a seis personas acusadas de más de un centenar de golpes

Los Mossos d'Esquadra han detenido a seis personas acusadas de estafar 70.000 euros con más de un centenar de golpes en cajeros automáticos, donde hacían creer al cliente que su tarjeta había quedado retenida, le sonsacaban el número secreto y luego le sacaban cuanto dinero podían de su cuenta.

Según ha informado hoy la policía catalana, los detenidos, acusados de un delito de estafa y de pertenencia a organización criminal, habían perfeccionado con una gran profesionalidad el sistema de estafa conocido como el "lazo libanés".

Para cometer sus estafas, los integrantes de la red instalaban en la ranura de los cajeros automáticos unos dispositivos que simulaban ser elementos originales pero que en realidad retenían las tarjetas bancarias de los clientes.

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Para asegurarse de que el cliente utilizaba el cajero manipulado, los detenidos inutilizaban las otras terminales de la sucursal bancaria. Además, en el cajero trucado colocaban un adhesivo con los anagramas de la entidad y un número de teléfono de un falso servicio de asistencia.

Cuando el cliente veía que su tarjeta había quedado retenida en el cajero, llamaba al número de teléfono de la falsa asistencia, donde un miembro de la red le atendía y le sonsacaba el número secreto, con la excusa de que así podía dar de baja la tarjeta.

Durante toda la operación, en el cajero también había otra persona del grupo, para asegurarse de que la víctima de la estafa llamara al teléfono falso cuando el cajero se había tragado su tarjeta. La víctima se iba entonces del cajero, momento en el que los miembros de la red recuperaban la tarjeta, se dirigían a un cajero cercano y con el número secreto sacaban todo el dinero posible de sus cuentas.

Los detenidos, de entre 57 y 32 años de edad, vecinos de Barcelona y de nacionalidad española -tres-, búlgara, italiana y rusa, actuaban durante todo el día, si bien la mayoría de golpes los dieron a partir de las siete de la tarde y hasta la madrugada, sobre todo los fines de semana y la noche de domingo a lunes.

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