_
_
_
_
3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Río+20: ¿una oportunidad perdida?

Gonzalo Fanjul

FOTO: Nathalie Paco

En poco menos de un año tendrá lugar la conferencia internacional Río+20, que conmemora la primera cumbre sobre desarrollo sostenible que tuvo lugar en esta misma ciudad en 1992.Aunque soy bastante escéptico con respecto a las consecuencias prácticas de estas cumbres, debo reconocer que la de Río fue una excepción, al menos como ejercicio de pedagogía pública.Hoy aceptamos que, en la era del calentamiento global y del agotamiento de los recursos naturales, no es posible perseguir sociedades más justas y prósperas sin garantizar al mismo tiempo la sostenibilidad ecológica de nuestras acciones. El futuro del sistema alimentario global, del que hemos hablado mucho en este blog, constituye un buen ejemplo de este dilema.

Esta es la gran oportunidad de Río+20: a diferencia de lo que ocurría hace solo unos años, hoy nos encontramos ante una opinión pública y política dispuesta a escuchar nuevas ideas y a correr el riesgo de ponerlas en práctica. Sin embargo, las noticias que nos llegan sobre los preparativos de la cumbre resultan inquietantes. En un clarificador artículo publicado en The Guardian Environment Network hace un par de meses, Jim Thomas alerta sobre las falsas 'balas de plata' que pueden protagonizar los debates: mercados y tecnología.

Por un lado,países desarrollados einstituciones financieras insisten enproponer herramientas de mercadopara resolverproblemas medioambientales complejos. Los mercados de carbono (ampliamente extendidos como mecanismo de reducción de emisiones) o el programa REDD (que remunera la conservación forestal o el freno a la degradación de la tierra) son dos polémicos ejemplos de este enfoque. Ambos ofrecen la oportunidad de introducir incentivos a las buenas prácticas medioambientales, pero ambos incorporan riesgos considerables, como la especulación con derechos de emisión o el desplazamiento masivo de comunidades pobres que habitan los bosques.

Por otro lado, las llamadas "tecnologías verdes" (como la nanotecnología, la biología sintética o inclusola geoingeniería) ofrecen soluciones innovadoras a problemas crecientes, como la variabilidad de las lluvias o el agotamiento de los suelos. Pero no solo estas herramientas están sujetas a la misma concentración de intereses económicos que han sostenido la marginalidad de la pequeña agricultura, sino que ninguna de ellasresuelve el problema principal: un modelo de crecimiento y desarrollo que ignora límites planetarios básicos. Es, por decirlo de algún modo,empeñarse endesarrollar las aspirinas más sofisticadas para luchar contrael cáncer al que hacemos frente.

Necesitaremos todas las soluciones que podamos encontrar, incluyendo las herramientos de mercado y las innovaciones tecnológicas. Pero si Río+20 se limita a estos asuntos, habremos perdido una oportunidad única para abordarla verdadera estructurade nuestros problemas, que exigen transformaciones políticas y económicas fundamentales.

Alex Evans, colaborador de este blog, acaba de publicar junto con David Steven un espléndido trabajo en el que aborda estos mismos asuntos. De acuerdo con estos autores, la cumbre debe ofrecer respuestas concretas en tres grandes retos del desarrollo sostenible:qué significa el 'crecimiento verde'; cómo garantizar un reparto justo debeneficios y cargas en un planeta de recursos limitados; ycómo asegurar laadaptación a los shocks y la volatilidad, tanto en el ámbito global como en el nacional y muy especialmente en los llamados 'Estados frágiles'.

Si están interesados, lean el resto de su trabajo aquí. Les aseguro que constituye una guía lúcida y bien informada sobre uno de los asuntos más urgentes de la agenda internacional en el próximo año.

Comentarios

Ahhhhh aquella época de los 90, donde acabada la guerra fría, un espíritu de cooperación y constructivismo inundaba la agenda internacional (medio ambiente - Río y Kioto, mujer - Beijing, población - Cairo, DDHH - Viena,...). Todo se fue al traste en septiembre 2001 con el eje del bien y del mal. No creo que volvamos a vislumbrar aquella voluntad política de abordar conjuntamente problemas globales.Es un ejercicio de sinceridad hablar ya de oportunidad perdida, para rebajar las expectativas y no sea todo un gran "bluff" como en Johannesburgo 2002 (Río+10) .
Ahhhhh aquella época de los 90, donde acabada la guerra fría, un espíritu de cooperación y constructivismo inundaba la agenda internacional (medio ambiente - Río y Kioto, mujer - Beijing, población - Cairo, DDHH - Viena,...). Todo se fue al traste en septiembre 2001 con el eje del bien y del mal. No creo que volvamos a vislumbrar aquella voluntad política de abordar conjuntamente problemas globales.Es un ejercicio de sinceridad hablar ya de oportunidad perdida, para rebajar las expectativas y no sea todo un gran "bluff" como en Johannesburgo 2002 (Río+10) .
Ahhhhh aquella época de los 90, donde acabada la guerra fría, un espíritu de cooperación y constructivismo inundaba la agenda internacional (medio ambiente - Río y Kioto, mujer - Beijing, población - Cairo, DDHH - Viena,...). Todo se fue al traste en septiembre 2001 con el eje del bien y del mal. No creo que volvamos a vislumbrar aquella voluntad política de abordar conjuntamente problemas globales.Es un ejercicio de sinceridad hablar ya de oportunidad perdida, para rebajar las expectativas y no sea todo un gran "bluff" como en Johannesburgo 2002 (Río+10) .

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_