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'Dear Zari', historias (afganas) de la radio

Dear Zari (Querida Zari) es Zarghuna Kargar (Kabul, 1982), una joven periodista afgana que entre 2005 y 2010 presentó y produjo el programa del servicio mundial de la BBC Afghan Woman’s Hour (La Hora de la Mujer Afgana), de emisión semanal.

De ese programa ha nacido un libro que se acaba de publicar: Dear Zari: Hidden Stories from Women of Afghanistan (Querida Zari: historias ocultas de mujeres de Afganistán), una colección de 13 desgarradoras historias de mujeres afganas. Kargar no se limita a escribir sobre las vivencias que esas mujeres anónimas contaron en su programa, sino que se alía con ellas y se atreve a narrar su propia experiencia personal como niña refugiada que, a pesar de haber nacido en el seno de una familia liberal, fue obligada a casarse a los 16 años, matrimonio que aceptó humildemente porque quería “ser una buena hija afgana”. 

Durante sus cinco años de emisión, ese programa radiofónico fue un salvavidas para las mujeres de Afganistán. La parte más popular de la emisión era la dedicada a las historias de esas mujeres normales que hablaban en la radio de su lucha por la vida, sus tragedias y sus esperanzas. Millones de mujeres y hombres afganos conocían la voz de Zari e, incluso, algunos podían reconocer el rostro de la popular periodista. Su objetivo era llegar a las mujeres que vivían en áreas remotas, muchas de ellas analfabetas, con un lenguaje sencillo (en dari y en pashto, lenguas afganas). El programa no era simplemente un foro donde se proporcionaba a las mujeres información sobre sus derechos. También se hablaba de cosas cotidianas y se celebraban sus logros y se compartían sus experiencias. 

Kargar y su equipo cubrieron temas controvertidos como la venta o el intercambio de niñas esposas, la violación, el honor, la virginidad, la violencia y las presiones a las que son sometidas muchas mujeres para tener un hijo varón. Algunas de las historias más terribles fueron las de las mujeres viudas y divorciadas, repudiadas por sus propias familias: “Convertirse en viuda en una sociedad tan tradicional como Afganistán supone la pérdida del derecho a hablar libremente, el derecho a vestirse como una quiera”, declaró la periodista en una entrevista de 2006, cuando se cumplió el primer año de emisión del programa. Zari cuenta que, durante ese primer año, cada vez que escuchaba las historias que estas mujeres contaban, lloraba de tristeza, de impotencia. Recuerda como un chico escribió al programa de parte de su abuela: “Mi abuela me ha pedido que escriba al programa para decirte que ella adora estas historias de mujeres porque sus vidas son como la de ella y le gusta escucharlas”. 

El libro recoge 13 de estas vidas golpeadas: la de Samira, tejedora de alfombras, que tenía que drogar a sus hijos con opio para poder concentrarse en su trabajo; la de Wazma, mujer felizmente casada que, tras perder una pierna durante un bombardeo, se vio repudiada por su marido y privada del derecho de ver a su hija; o la de Anesa, obligada a casarse con un hombre homosexual (por supuesto, no reconocido) que instaló a su amante en la casa familiar. Ella nunca se atrevió a pedir el divorcio por temor a perder a sus hijos. 

La situación para las mujeres en Afganistán, desde la caída de los talibanes, ha mejorado considerablemente. Aunque las mujeres ahora tienen voz, hay más de 60 parlamentarias, se sigue valorando más a los hombres, los padres todavía obligan a sus hijas a casarse en matrimonios concertados y la mayoría de las mujeres siguen dependiendo de los hombres. Zarghuna Kargar y la BBC dieron la oportunidad a estas mujeres de “escapar”, una vez por semana, de los muros de sus casas, de contar unas vidas demasiado difíciles de vivir.

 

Comentarios

La afirmación que se hace en el último párrafo es, sencillamente, falsa. Y falsa a sabiendas. Ni los talibán han acabado de caer por completo ni la situación de la mujer afgana ha mejorado demasiado, a no ser que tomemos la parte (muy pequeña, por cierto) por el todo.Ninguno de los conquistadores de Afganistán se ha tomado en serio lo que debía hacerse en ese territorio. Afganistán no es un Estado. Puede llegar a serlo pero ello requerirá enormes cantidades de dinero, la dedicación de muchas personas y, sobre todo, tiempo. No basta con levantar algunos edificios, construir alguna carretera, poner uniformes a cuatro paletos, redactar una Constitución y reunir una Asamblea de notables. Hay que dotar a cada ciudad, cada pueblo, cada aldea, de medios de vida digna. Hay que convencer a cada afgano de que la civilización existe y es buena para él porque le va a ayudar a vivir mejor. Sólo entonces, y tras un par de generaciones de transición, podremos comenzar a hablar de ciudadanos y se les podrá a éstos comenzar a hablar de ideas occidentales como son la democracia y la igualdad.
Increíble historia. Gracias a relatos como este pienso que merece la pena estudiar periodismo.
Increíble historia. Gracias a relatos como este pienso que merece la pena estudiar periodismo.
http://nelygarcia.wordpress.com. El trato vejatorio hacia las mujeres, siempre me ha horrorizado, quizás por formar parte del colectivo. ¡Ojala! se pueda erradicar en todo el mundo.
A mi me gusta el artículo y me parece que en una situación como esa cualquier pequeño logro es un paso adelante para esas mujeres.
Me gustaría tener cada entrada de este blog en mi feed de Facebook, ¿vais a hacer una página de Facebook para este blog? Os estaría muy agradecida si me contestarais.
Triste situación social en Afghanistán. A quien se interese en el drama de este país con las desgracias de la invasión soviética en los años ´70, la guerra contra el opresor, el advenimiento de los Talibán y el fatídiico proceso de establecimiento de los enclaves terroristas y el escenario de guerra permanente recomiendo leer "Cielo de cometas" y "Mil soles espléndidos " de Khaled Hosseini.Saludos
Estoy de acuerdo con Keyser. Si ha habido alguna reforma, que lo dudo, es puro decorado, lo esencial está intacto por que no interesa y nada más. Pero no nos pongamos estupendas, en Afganistán y en Europa, tenemos que seguir luchando para que no nos tomen el pelo , o nos maten(según ..) cada una en su sociedad y su contexto. Las afganas lo tienen terrible. Pero aquí en el primerísimo primer mundo el Sr. Strauss-Kanh sale en la foto sonriendo, y la agredida está escondida.....Así que tendremos que continuar como en los tiempos de las sufragistas...
Me encantaría leer ese libro. Es un tema que me interesa mucho la verdad... Un saludo!!!!
El trato vejatorio hacia los hombres, siempre me ha horrorizado, quizás por formar parte del colectivo. ¡Ojala! se pueda erradicar en todo el mundo.
Estoy totalmente deacuerdo contigo Keiser en que en Afganistan no existe un estado tal y como lo entendemos en Europa, algo parecido pasa tambien en Yemen. La culpa de como viven las mujeres en Afganistan, no la tienen ni tan siquiera los talibanes (aunque ellos han sabido atraerse a ellos parte de la poblacion). Las verdaderas culpables son las familias, estructurada en clanes. Mientras exista un control tan ferreo, una estructura social familiar tan cerrada, tan opresiva en todo lo referente al "honor" ni con todo el dinero del mundo ni con una democracia real, hay nada que hacer. Solo con educacion se puede conseguir pero lo tienen que hacer ellos y desde el seno de la familia. La Libertad no se regala, se conquista. Y tienen que ser ellos y ellas quienes den los pasos, nosotros solo podemos aplaudir si lo consiguem
Creo que el espacio que han tenido las afganas a través de estos programas de radio ha sido muy importante, ya que les ha dado esperanza, aunque todavía se enfrentan a muchos problemas y obstaculos. Sería importante que también investigaran solbre la labor que ha realizado una mexicana, Elba Aurora Narcia Garcia, con los programas de radio en Afganistan y la BBC

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