El 'spiderman francés' escala en Estambul

Alain Robert, conocido por escalar sin equipo los edificios más altos del mundo, se enfrentó esta mañana en Estambul (Turquía) a una nueva prueba, la fachada de cristal del Istanbul Sapphire de 261 metros de altura. Totalmente vertical, y sin más apoyos que unas cuñas de madera que los organizadores habían colocado cada cuatro pisos para que Robert descansara, el ascenso duró dos horas -bajo el sol del mediodía y con una temperatura de casi 25 grados-, treinta minutos más de lo que Robert había previsto cuando los promotores del edificio de propusieron la gesta.

"Alain Robert vino a Estambul en enero para evaluar el edificio. Tardó dos o tres días en decidirse a subirlo" explica Bahar Celikler, encargada de organizar el evento que estaba previsto para el 8 de mayo pero que tuvo que posponerse ya que ese día Estambul amaneció nevado. "Al contrario que otras veces con Robert, este es un reto meramente deportivo" explica Celikler. Ataviado con una camiseta con el logo del edificio, pantalón vaquero naranja y una bolsa de polvos de talco a la cintura, el escalador francés aceptó incluso que un escalador auxiliar le atendiese en los últimos metros del ascenso. Esta vez no había policía esperando a que terminara para llevárselo, tan solo una ambulancia, cientos de cámaras y muchos curiosos.

Conocido como el spiderman francés desde que en 2002 la televisión venezolana le propusiera escalar uno de los edificios más altos de Caracas (la Torre Este del Parque Central) ataviado con un traje como el del superheroe de Marvel, sus ascensos son noticia en todo el mundo. Y es que este francés de 48 años se ha hecho famosos tanto por sus hazañas deportivas como por trepar ilegalmente a los edificios más altos del globo con el fin de llamar la atención sobre temas sensibles, como la pobreza, la guerra o el hambre. En 2006 lo hizo en España para promover la paz en el Líbano, al subir - y bajar- ilegalmente y en menos de dos horas, los 141 metros de la torre Agbar en Barcelona.

"Escalar un rascacielos con las manos parece imposible hasta que alguien consigue hacerlo posible", explica Alain Robert en su página web oficial. Sin embargo, también parece imposible el modo en que Alain ha manifestado su gusto por las alturas: con solo 11 años escaló hasta la octava planta de su edificio porque se había olvidado las llaves dentro de casa. Desde entonces han pasado 37 años en los que se ha convertido en una estrella mediática, conferenciante de éxito y monitor de escalada. Además ha conseguido entrar en el Libro Guinness de los Records por trepar a más de 100 edificios, torres y monumentos sin ningún tipo de protección y recaudar miles de dolares por ello.

Pero sin duda, lo más impresionante de todo es lo que no se ve cuando Alain Robert escala: su vértigo crónico y su 60% de invalidez física debido a una caída de 15 metros cuando tenía 20 años. No fue la única, en 1998 cayó desde una altura de ocho metros rompiéndose ambas muñecas y quedando varios días en coma. Ahora con 48 años, casado y con tres hijos, parece que acepta tomar algunas precauciones extra: en el caso del Sapphire, tener al lado una cuerda de emergencia que tuvo que usar durante los últimos 10 metros del ascenso al resbalar varias veces con la superficie aceitosa de las ventanas, que los organizadores habían olvidado limpiar.

"No soy Spiderman" dijo al terminar la escalada ante las cámaras de televisión. Cansado, posó con la bandera de Turquía antes de ser atendido por los médicos. Como el héroe de Marvel, Robert no acepta su alter ego en público. Pero por dentro, algo le impulsa a seguir subiendo. "La escalada es un pasión y es mi filosofía de vida" dijo Robert al despedirse, con los dedos atenazados que ya no consigue estirar ni parar saludar con la palma abierta a los periodistas.

Alain Robert escala en Estambul