Rubalcaba culpa a Rajoy del uso del terrorismo por miembros del PP

"Quien calla otorga, y Rajoy no manda callar porque no quiere callarles". Esta es la acusación directa del vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, al líder del PP, Mariano Rajoy, ante las actitudes y declaraciones de miembros de su partido sobre muchos asuntos, pero sobre todo, en la lucha contra el terrorismo. Lo ha dicho en Valladolid, en un mitin electoral en el que su tono ha sido de extremada gravedad al referirse a las declaraciones "abyectas" del portavoz del PP, Esteban González Pons, sobre los magistrados del Tribunal Constitucional. Este dirigente del PP, en relación con la autorización a que Bildu se presente a las elecciones, señaló ayer que es muy cómoda la posición de los magistrados que han votado a favor, con sus buenos sueldos, sus coches y sus escoltas. Añadía Pons que ese modo de vida contrastaba con las dificultades de cualquier concejal en el País Vasco.

Rubalcaba ha respondido: "Cuando le he escuchado esas declaraciones, me he acordado de Francisco Tomás y Valiente, presidente del Tribunal Constitucional, catedrático, maestro de constitucionalistas; me he acordado de su familia. Esa declaración abyecta es incompatible con la democracia". Tomás y Valiente fue asesinado por ETA en febrero de 1996, cuando ya no era presidente del tribunal. Los asesinos le dispararon en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid sin ningún impedimento, toda vez que no tenía escolta.

Solo este pasaje dedicó el ministro del Interior a la autorización para que Bildu se presente a los comicios del 22-M, ya que no hizo ninguna referencia a la cuestión de fondo. Su intervención se centró en animar a los candidatos del PSOE a la presidencia de la Junta de Castilla y León, Óscar López, y a la alcaldía de Valladolid, Óscar Puente. En esta campaña, de gran dificultad para los socialistas, el consejo de Rubalcaba fue que "a cada insulto del PP, respondan con una propuesta". "Llevan meses embarrando el terreno de juego, porque no tienen respeto a sus electores y piensan que crispando llegarán al poder".

Fue claro el vicepresidente al reconocer dónde está el problema del PSOE en estas elecciones: "Nuestra preocupación está en la izquierda, desanimada tanto por la crisis económica como por el clima político; hablemos con ellos, expliquemos lo que estamos haciendo", recomendó. No sin antes remachar quién es su adversario: "La abstención".