Madrid no puso ni una multa en 2009 por dejar heces de perro en la calle, según la OCU
El Ayuntamiento alega que denunciar la infracción corresponde a los municipales
No se puso ninguna multa por dejar heces de perro en la calle en 2009, según el 4º estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre la Gestión de Residuos y Limpieza Viaria, publicado hoy. Basado en la información facilitada por los ayuntamientos en 62 ciudades de España destaca que, aunque la capital cuenta con una ordenanza que sanciona esta conducta incívica, en Madrid no multaron a nadie en todo el año.
Junto con Madrid, la ciudad de Valencia tampoco multó a nadie en 2009 por dejar las cacas en la vía pública. Según el informe, Elche y A Coruña eran las ciudades que más sancionaron. En el estudio están todas las capitales de provincia y otras muy pobladas, y para realizarlo se ha pedido opinión a una muestra representativa de 6.728 ciudadanos. ¿Por qué no se multó en la capital? O los dueños de perros son muy cívicos en la ciudad de Madrid o se hace la vista gorda con el incumplimiento de la ordenanza que castiga dejar sin recoger de la calle los excrementos de sus mascotas.
El problema: pillarlos 'in fraganti'
El Ayuntamiento echa balones fuera. Según una portavoz de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, la responsabilidad de denunciar estos casos es de la Policía Municipal y el Consistorio solo tramita las multas cuando les llega una denuncia. Una portavoz de este cuerpo no ha podido confirmar o desmentir el dato de la OCU hoy -asegura que lo hará mañana- pero ha explicado que "en la practica es difícil poner una multa, porque los agentes tienen que ver el perro en el acto de dejar las heces y luego que su dueño no lo recoja". El caso es que "si el dueño ve un agente en este momento siempre actúa conforme con la ley".
Al margen del mal dato de Madrid, el informe confirma una evolución positiva en limpieza viaria, aunque mejorable, y concluye que los excrementos caninos en las calles y la basura generada por el botellón de los jóvenes provocan las quejas más frecuentes de los ciudadanos. Se advierte también una "clara" mejoría en la gestión de los residuos, "en parte -considera OCU- porque los vecinos colaboran de forma activa", y se insiste en que a un mayor presupuesto municipal para la limpieza viaria y la gestión de las basuras no tiene por qué corresponder un mayor grado de satisfacción de los vecinos. Es el caso de Madrid, donde el grado de satisfacción por ambos servicios municipales no alcanza en ningún caso el 50%.
Madrid gasta en limpieza viaria 122,9 euros al año por vecino y Barcelona 97,3, pese a lo cual sus habitantes no se encuentran entre los más satisfechos por la limpieza de calles y plazas. El presupuesto medio del total nacional se sitúa en 52,51 euros. El 47 % de los encuestados consideró cara o muy cara la tasa que los ayuntamientos cobran por la recogida de basuras, que se sitúa en una media anual de 78,9 euros. En Girona se cobra la más alta: 142,35. Madrid, que según el estudio impuso esta tasa hace dos años y cobra una media de 102 euros por vivienda, y Palma de Mallorca, con 119,02, son las dos ciudades con unos vecinos más críticos con este "impuesto".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.