La contable de Gisa que robó 513.000 euros dice al juez que es compradora compulsiva
La tresorera de la empresa de obra pública de la Generalitat usaba el cargo para falsificar cheques a su nombre
La contable de la tesorería de Gisa, empresa de obra pública de la Generalitat, ha reconocido este miércoles ante la juez que utilizaba su cargo para falsificar cheques a su nombre y ha sugerido que lo hacía porque es una compradora compulsiva, motivo por el que parte de los cheques los cargaba en una tarjeta de El Corte Ingés.
Según fuentes judiciales, Trinidad I.A., de 45 años, falsificó firmas en 207 cheques, desde 2007 hasta la actualidad, por valor de 513.107 euros que o bien cobraba en ventanilla, o ingresaba en cuenta o los cargaba en una tarjeta de El Corte Inglés; y, si bien ha reconocido el modus operandi, se ha mostrado sorprendida de la cantidad que Gisa reclama.
Según ha explicado en el Juzgado de Instrucción 26 de Barcelona, justificaba los cheques con los pagos de licencias de la empresa pública, que después anotaba en los libros como soportes contables, ya que era la encargada de la contabilidad y tenía acceso a la caja. Las mismas fuentes han expuesto que la trama estaba bien estudiada, ya que no había apuntes contables duplicados sino que los dividía de modo que pasaron inadvertidos en diversas auditorías. En ocasiones, estos pagos se realizaban realmente a través de transferecias, momento en el que aprovechaba para modificar las cantidades en los apuntes, dividirlos y falsificar los cheques.
La investigación se inició tras la detección de irregularidades contables en la entidad, gracias a una auditoría encargada por la nueva dirección, que inició sus funciones el pasado mes de febrero, y que ha desmarcado estos hechos de la trama investigada en Girona por adjudicación irregular de obra. La auditoría versaba sobre la estructura de la organización, la gestión de los recursos, los sistemas de información y de calidad y los procedimientos de gestión económica de la entidad.
La labor de los Mossos d'Esquadra realizando un preciso atestado en el que partieron de los apuntes falsos para encontrar todos los cheques que la acusada defraudó ha facilitado el trabajo de los letrados y de la juez, que la ha dejado en libertad, ya que llevaba en prisión provisional por estos hechos desde el 9 de abril. La trabajadora está acusada de un presunto delito de estafa y falsificación continuadas en la compañía de obra pública catalana.
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