Laporta, el diputado solitario

A todo diputado le llega el momento de subir por primera vez al estrado del Parlament y defender a su partido. Los novatos suelen pasarlo mal y se les nota inseguros en sus primeros discursos, hasta que cogen la práctica. Sus compañeros de filas son comprensivos: palmaditas en la espalda, sonrisas, y comentarios elogiosos para arropar al debutante. Joan Laporta no goza de este apoyo desde que abandonó la coalición de Solidaritat Catalana per la Independència (SI). En su primera intervención, en diciembre, fue jaleado por sus compañeros de filas, pero el pleno que acabó ayer evidenció su soledad parlamentaria. Laporta se sienta solo, con un escaño que lo separa de sus antiguos escuderos, Uriel Bertran y Alfons López Tena. Ni se miran. La relación, según fuentes cercanas al expresidente del Barça, se limita al saludo.

Lejos de amilanarse ante su nueva condición de diputado no adscrito, Laporta, acostumbrado a los focos, se lo tomó con ganas y participó en todas las mociones. Fuentes cercanas al diputado aseguran que trabaja incansablemente para opinar con propiedad en todas las votaciones. Laporta, que tiene intención de acabar la legislatura, tendrá un despacho y una asignación económica, proporcional a la que le toca al Grupo Mixto, para contratar asesores.

En el hemiciclo ya no recibe felicitaciones. El miércoles tuvo dos minutos para opinar sobre la ley para la dación en pago de la hipoteca. Al acabar, nadie esperaba a Laporta para comentar su intervención; él buscó cobijo en el diputado Pere Aragonès (ERC), con quien comentó la ley. El reglamento le impide cambiar de grupo parlamentario, pero desde que abandonó SI para pactar con ERC en Barcelona, se deja ver más a menudo con los republicanos. Ayer incluso llegó a sentarse en el escaño del líder de ERC, Joan Puigcercós. Laporta se apresuró a aclarar que no quería robarle el sitio. "Ha sido fortuito", explicó.

Por la tarde, y una vez terminado el pleno, dejó de ser el diputado solitario para ser el candidato municipal. Presentó junto a Jordi Portabella, líder de ERC en Barcelona, el cartel de su coalición. Los republicanos relegan sus siglas, y han escogido Unitat per Barcelona como nombre para la candidatura. Laporta sale sonriente en la foto de campaña junto a los cinco primeros integrantes de la lista. Portabella, en primer plano, acapara el lema, un sucinto Barcelona Portabella.