Barcelona pide a la Generalitat que no pase la tijera por los equipamientos
Treinta obras, diez de ellas finalizadas, estarían comprometidas por el plan de austeridad del gobierno catalán. -Algunas han estado congeladas casi dos años
El PSC e ICV presentan esta mañana, en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona, una proposición que busca instar al gobierno catalán para que cumpla los 30 convenios de equipamientos que ha suscrito desde 2005 y que dotarían a la ciudad de escuelas, Centros de Atención Primaria (CAP) y residencias de ancianos, entre otros. Las obras de diez de ellos, según el Ayuntamiento, están finalizadas y para entrar en funcionamiento sólo faltaría que la Generalitat provea los equipamientos interiores o el presupuesto para pagar la plantilla.
Este es el caso del CAP de Comte Borrell, que a dos meses de haber sido terminado aún no ha podido entrar en funcionamiento. Una situación similar se repite en el CAP de Ciudad Meridina, el CUAP Nord Horta, dos centros de atención a la Infancia (en Pujades y Joan Torras), una residencia para adultos mayores en Sant Andreu y cuatro centros para discapacitados. Según portavoces de la Generalitat, los departamentos de Bienestar Social y Salud están realizando "planes de priorización" para decidir, una vez se cierre el presupuesto en mayo, qué pasará con todos los proyectos.
Según el Ayuntamiento, también hay varias obras que, a pesar de tener la financiación aprobada no han sido comenzadas por el antiguo gobierno tripartito y sobre las que el Gobierno de Artur Mas aún no se ha pronunciado. Por ejemplo, en noviembre pasado, la Generalitat aprobó destinar 36,5 millones de euros para la construcción y mantenimiento, por 25 años, de la residencia de adultos mayores de la calle Benavente, en Les Corts. Sin embargo, aún no se ha puesto ni una piedra.
En una situación similar se encuentra la residencia de Casernes de Sant Andreu, un centro para discapacitados en el mismo distrito y los institutos Angeleta Ferrer y el Fabra i Coats. Finalmente, la mitad de proyectos se encuentran a la espera de la financiación de la Generalitat. Se trata de dos escuelas, los institutos de Viladomat y Vallcarca, cinco CAP, un CUAP dos residencias para adultos mayores, unc entro para discapacitados y un centro de atención a la infancia. El departamento de Salud ya incluyó dos de ellos (los CAP de Bordeta y Sant Gervasi) en la lista de obras a revisar, aunque el Ayuntamiento ya dio los terrenos y otorgó las licencias.
Los retrasos, sin embargo, no son un asunto extraordinario. Ya en 2009, de los 50 equipamientos pactados con el primer gobierno tripartito (exceptuando instalaciones médicas y educativas), sólo se habían puesto en funcionamiento cuatro y en 23 no se habían iniciado las obras. Algunos se demoraron hasta cuatro años para ser redactados. El presidente del grupo municipal de ICV, Ricard Gomà, aseguró que "el Ayuntamiento de Barcelona será beligerante con esta lógica de debilitación de los derechos sociales", haciendo referencia a los recortes que ha hecho el nuevo gobierno convergente de la Generalitat.
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