Instrucciones


¡Cuántas veces no lo habremos deseado! Ojalá los niños naciesen con un libro de instrucciones bajo el brazo –en estos tiempos, un archivo adjunto. ¿Y ahora por qué llora?, no puede tener hambre, ¿qué es esta erupción?, ¿cuántas horas debe dormir?, ¿cuántas veces debe comer?, ¿cuándo meterle la verdura?, ¿y la fruta?, ¿y el huevo?, ¿se le puede mojar o es como los Gremlins? ¡Un manual, por el amor de Dios! O alguien que me asista…
Pues algo parecido ha pedido al Gobierno británico un diputado laborista llamado Graham Allen al que encargaron un informe sobre lo que llaman allí “early intervention” (intervención temprana), es decir, cómo las autoridades pueden intervenir sobre los niños y las familias para no tener que lamentar después las consecuencias de una mala crianza. En los primeros tres años, “la calidad de las relaciones de un niño y de sus experiencias enriquecedoras en familia tienen más influencia en los logros (futuros del niño) que las capacidades innatas, las circunstancias materiales o la calidad de la guardería o escuela”, declaró Allen al diario The Guardian. Por ello, ha pedido al nuevo Gobierno conservador-liberal de David Cameron una campaña nacional para educar a los padres en los principios básicos de la paternidad. Una especie de campaña de salud pública que explique a los padres la importancia de los tres primeros años de la vida de un niño para poner las bases de un correcto desarrollo emocional y educacional.
Allen, que se ha declarado sorprendido por la cantidad de padres que le confiesan que echan de menos un “manual de instrucciones para los niños”, dice que las autoridades británicas “no hacen casi nada para informar a los padres [sobre los rudimentos de la crianza] y muy pocos padres y profesionales del cuidado de niños tienen conocimientos al respecto”. “Muchos padres desean hacer lo mejor para sus hijos, pero muchos, sobre todo en sectores de bajos ingresos, están poco informados o poco motivados para lograrlo”, dice. Quiere que se enseñe a los padres a “reconocer y responder a las demandas de los niños, entrando en sintonía con ellos y estimulándoles desde el principio y sabiendo cómo fomentar la empatía. Necesitan apreciar la importancia de conversar frecuentemente con los niños y de todas las cosas que marcan una diferencia positiva, como cogerlos en brazos, mirarles y sonreír”.
Entre las propuestas de Allen, está la Family/Nurse Partnership, un programa de ayuda a la crianza a los padres primerizos o desfavorecidos en sus casas, escuelas de padres o incluso clases para que niños mayores o adolescentes adquieran habilidades para cuando sean padres. Desafortunadamente, pese a que la propuesta de Allen cuenta con el apoyo de todos los partidos, el conjunto de medidas que debería incluir la campaña choca contra la situación económica y el programa de recortes del primer ministro Cameron. Aun así, Allen recuerda que sale mucho más caro tener que mantener programas para solucionar problemas como una pobre alfabetización, embarazos adolescentes, drogas y alcohol, etc. Él lo ve como una inversión: el gasto en programas de intervención temprana supone un ahorro a la postre, porque evitarán el gasto que ocasionen los chicos que se salgan del buen camino.
Salvo la escuela de padres de la guardería –privada- y el curso pre-parto y las consultas médicas en el ambulatorio, no he recibido de las administraciones españolas o madrileñas ningún tipo de ayuda u orientación. Estoy seguro –basta echar un vistazo a algunas webs municipales; por ejemplo, el ayuntamiento de Madrid cuenta con unprograma de ayuda a domicilio para familias- de que hay planes de ayuda o asesoramiento en comunidades y ayuntamientos al alcance de muchos padres, aparte de aquellos a los que sólo pueden optar los menos favorecidos. Pero tengo la impresión de que no es mucho lo que las administraciones hacen para que los ciudadanos conozcan que esos servicios existen y que pueden tener acceso a ellos. Quizá una campaña, como pide Allen, o mayor publicidad de estos servicios en las sedes oficiales podría ayudar. Un vistazo a las webs de los ayuntamientos también es interesante para conocer los servicios sociales con los que cuentan, que pueden ser de mucha ayuda.
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