Un jardín para los ojos
Le Corbusier escribió que la hierba es bella, pero húmeda, malsana para vivir. Anotó que el verdadero jardín de la casa no está sobre el suelo, sino a tres metros cincuenta: un jardín suspendido donde el sol es seco y saludable. Un lugar desde donde se puede admirar el paisaje mejor que desde abajo. La idea del jardín suspendido de Le Corbusier les ha servido a Iñaki Alday y Margarita Jover para resolver un proyecto complicado. ¿Qué hacer cuando el programa demanda lo que el espacio no puede ofrecer?
Alday y Jover recibieron el encargo de levantar una residencia y centro de día para disminuidos psíquicos entre medianeras que aspiraba a conseguir un edificio tranquilo, amplio y con jardín en la Gran Vía barcelonesa. La ubicación en el centro urbano acerca ese inmueble a donde viven las familias y facilita su vida, pero a la vez, resta espacio al inmueble y lo expone a los ruidos urbanos. ¿Cómo solucionar ese problema? La opción de los arquitectos fue la de recogerse, la de crear un mundo propio detrás de un muro.
Desde la calle sólo se ve una tapia. Y sobre ese lienzo ondulado y translúcido de planchas de policarbonato y acero perforado asoma el jardín de la cubierta. No es el único jardín. El bambú gigante crece por el centro y en torno a un patio acristalado rodeado de las terrazas de los apartamientos donde viven los residentes. Pero hay más: la cubierta del edificio es también un gran jardín, con árboles frutales y un huerto sembrado de actividades terapéuticas.
Más allá de acercar el verde a los ojos, el patio escalonado y acristalado capta la luz y la hace rebotar en las fachadas de vidrio verdes. Paños transparentes fijos o practicables según las distintas necesidades, reflejan, multiplican y extienden la presencia de la vegetación en el interior. Los pavimentos de madera calada de las terrazas, el follaje del bambú y las chapas perforadas de los policarbonatos matizan esa luz que en verano podría alterar la vida en la residencia. A la idea del jardín suspendido de Le Corbusier estos arquitectos añaden la de la villa vertical. La voluntad es la de conseguir que en una residencia urbana un piso sea como una casa. Una gran casa con gimnasio y talleres en las plantas bajas y viviendas con terraza con vistas al patio.
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