Suspendido un examen por la plaga de ratas en Tráfico de Córdoba
Los usuarios se ven afectados por los insecticidas y raticidas en la delegación
El hallazgo de ratas en las oficinas de la Jefatura Provincial de Tráfico de Córdoba, que ayer originó que se cerraran al público, ha impedido que unas cien personas se examinen hoy de pruebas teóricas de conducción, puesto que las dependencias continúan cerradas.
Los trabajadores que han acudido a primera hora de esta mañana a las oficinas han sufrido irritaciones oculares, dolores de cabeza y sequedad en la garganta, pues podrían estar afectados por los productos que se usaron ayer para desratizar las dependencias, según ha informado a Efe el delegado de Prevención de Riesgos Laborales de la Jefatura, Francisco Guerrero.
Como consecuencia de estas reacciones, las oficinas han sido cerradas por segundo día consecutivo, si bien se desconoce si se podrán abrir durante la jornada pues, aunque el tiempo de atención al público es de 8.30 a 13.30 horas, el horario de los empleados es hasta las 18.00 horas.
Guerrero ha criticado que la empresa municipal de Saneamientos de Córdoba SA (SADECO) estuvo en la mañana de ayer desratizando las oficinas, que por la tarde no pudieron limpiarse, de forma que esta mañana "estaba todo lleno de un polvo blanco y, además, hay excrementos de ratas por todas partes y también cucarachas muertas por los pasillos".
En su opinión, esta situación no reúne las condiciones higiénicas ni sanitarias para desempeñar su trabajo ni para atender al público, pues además de la suciedad, "no habían pasado ni 24 horas desde que se aplicaron los productos" y podrían tener efectos negativos en la salud.
Esta "desagradable sorpresa" no es nueva para Guerrero, que ha denunciado que "por las tardes, cuando no hay afluencia de público y está todo más tranquilo, se escucha a las ratas correr por los falsos techos como si fueran caballos" e incluso ha añadido que hace un par de años también se localizaron más ratas.
Dos de estos roedores fueron hallados ayer en el interior de dos cajones de trabajadores y fueron el detonante del cierre de las oficinas, en las que también abundan las cucarachas y los gusanos, según el delegado de Prevención de Riesgos Laborales.
Una de ellas se escondió en el dispensador de agua y "se lo tuvieron que llevar porque no había forma de que saliera", mientras que la otra fue eliminada por los empleados de SADECO.
Además, los excrementos de los roedores "están por todos lados, dentro de los cajones, encima de los armarios e incluso en las cajas donde se guardan los expedientes", una situación que podría ser foco de infecciones, pues están en contacto directo con la piel de los trabajadores.
Por todo ello, Guerrero ha exigido que, además de ofrecer una solución para la situación actual, se ofrezcan alternativas a largo plazo, de forma que se consiga erradicar la presencia de ratas e insectos.
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