Para cenar, lengua de flamenco y talón de camello (Mi vida como un romano... y III)
Mosaico que cubría el suelo de una de las casas excavadas en las ruinas de Itálica y que puede verse aún "in situ" en el yacimiento
Comentarios
Que vida tan maravillosa!!! No hemos cambiado mucho, pero antes se disfrutaba más y mejor...aunque en cuestión culinaria, no lo tengo tan claro, a pesar del rico menú.jajajjaja!!!
Paco, no está nada mal el menú del tal Apicius...Es verdad, que poco que hemos cambiado. Te dejo que me voy a echar en el Triclinium...
pos sí...el hombre ya era entonces un lobo para el hombre y lo sigue siendo hoy. AinssssssssMejor me trago la angustia (vengo de ver la matanza en El Aaiun) y pineso en temas banales, como el comer y el beber. TOmaban café los romanos? si vuelves a viajar en el tiempo, pásate por lo de Quo Vadis y quiítale el reloj al romano. :-)
Si, si. ¡Qué poco hemos cambiado!. Acabo de comer unas 'salchichas de venado' y 'chorizos de jabalí'.¡Se te han olvidado los 'chorizos de jabalí'!.Entretenida esta cotidianidad romana.(No sé si te habrás dado cuenta pero el que está encima del cocodrilo, ese homo eructus (en el mosaico que incluyes) se parece a mí,.... en mis mejores tiempos, claro).Un abrazo, Paecus.
Una delicia empezar la semana con Cayo Caementicius .... crea ganas de mas !
Este romano tiene una agenda que ya me gustaría a mi: tapeo con los coleguitas, reuniones varias, fiestas Saturnales, baños, salidas, conversaciones sobre meretrices, y un poco de trabajo (poco, a ver si lo confunde con un esclavo) ¡si parece un romano españolito!PD: Por suerte siempre les quedarán los esclavos allende las montañas, que son mucho mas espabilaos ¡adonde vamos a ir a parar!
Es curioso ver como las mismas costumbres se repiten, como dice Daniela. Por cierto estoy leyendo una trilogía flipante de las guerras púnicas, la ha escrito Santiago Posteguillo. Los libros son Africanus( el hijo del consul), las legiones malditas y La traición de Roma. Son novelas que se leen muy a gusto y te sumergen en la historia de Roma sin esfuerzo alguno....
Están locos estos romanos!
Es increíble, las mismas costumbres se repiten por siglos, en todo el mundo. Como decimos en Dominicana: "Igualito que aquí". Divertida la serie romana. Abrazos.
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