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Doce años de cárcel para el asesino que acuchilló a un hombre en una zona de ocio de Reus

La mujer que escondió el arma del crimen, condenada a seis meses de prisión por encubrimiento

El asesinato que tiñó de luto la principal zona de ocio nocturno de Reus (Tarragona) tras una pelea nocturna en 2008 se ha saldado con dos penas de cárcel para las seis personas imputadas por el homicidio. La Audiencia de Tarragona ha condenado a doce años de cárcel a Juan Manuel Moreno, autor de las dos puñaladas mortales que acabaron con la vida de José García, de 37 años y padre de un hijo que tenía seis años cuando ocurrieron los hechos.

El condenado deberá pagar una indemnización de 137.000 euros a la familia del fallecido y tiene prohibido ir en los próximos 15 años al pueblo de Vallmoll, en la comarca tarraconense de Alt Camp (1.600 habitantes), según la sentencia. La Audiencia ha condenado también a Anaïs Casanovas por un delito de encubrimiento ya que la mujer ocultó el cuchillo después de que el arma blanca, con un filo de 19 centímetros, matara a la víctima.

Los otros cuatro imputados han sido absueltos por el asesinato aunque dos personas, el que inició la pelea y el que confesó el asesinato a la policía, deberán pagar una multa de 240 y 450 euros por una falta de maltrato y otra de lesiones, respectivamente.

Los hechos ocurrieron en una madrugada de mayo de hace dos años, cuando la víctima paseaba con un amigo por la principal zona de locales musicales de Reus y se cruzó con el grupo del condenado, de unas 10 personas. Uno de este último grupo empujó sin motivos al fallecido, detalla la sentencia, lo que propició una confusa pelea multitudinaria. Varias personas se incorporaron para agredir a la víctima hasta que el condenado sacó una navaja y se la clavó dos veces en el abdomen. La víctima, que se encontraba casado pero en proceso de separación, se desplomó después de intentar huir del lugar y falleció en el acto pocos metros más allá.

"Lo he pinchado, lo he pinchado"

Tras la muerte del hombre, los participantes en la pelea abandonaron con rapidez el lugar de los hechos con ánimo festivo mientras el asesino se iba jactando de lo ocurrido. "Lo he pinchado, lo he pinchado", repitió según detalla la sentencia. Casanovas, la otra condenada, se llevó el arma blanca a su domicilio, limpió la sangre de la hoja y la custodió en su casa.

Al día siguiente partió la navaja por la mitad, ocultó una parte en unos arbustos de Salou; y lanzó la otra mitad al mar. Uno de los implicados en la pelea acudió de forma voluntaria a la mañana siguiente a confesar el crimen a la Policia Nacional.

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