El alcalde de Moscú acusa a Medvédev de mantener un sistema sustentado en el miedo
El regidor destituido por el presidente ruso quiere proseguir su actividad política y luchar por el restablecimiento de las elecciones de alcaldes
Pocas horas antes de ser destituido, el alcalde de Moscú Yuri Luzhkov envió al presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, una seca carta en la que le acusó de mantener un sistema político no democrático sustentado en el miedo heredado del estalinismo. La carta firmada por Luzhkov ha sido publicada en la página de web del semanario New Times y ofrece una nueva dimensión del conflicto entre la primera autoridad del país y el veterano dirigente a cargo de la capital desde 1992.
En la misiva, Luzhkov reprocha a Medvédev no haber parado una campaña de descrédito y "terror informativo" lanzada contra él desde el Kremlin. También le acusa de permitir la censura y de pronunciar discursos sobre la democracia que son ajenos a la realidad. El destituido quiere proseguir su actividad política y luchar por el restablecimiento de las elecciones de alcaldes, afirma la agencia Interfax, citando un miembro del consistorio moscovita que se reunió con Luzhkov el lunes por la mañana.
En su carta, revela que Serguéi Naryshkin, el jefe de la administración del presidente, lo convocó en el Kremlin el 17 de septiembre y le planteó el dilema de dimitir o ser cesado. El alto funcionario, sin embargo, "no respondió claramente" sobre el motivo que habría provocado la desconfianza del presidente, señala Luzhkov, que dice haber puesto él mismo su cargo a disposición del presidente en una ocasión, cuando Medvédev reaccionó mal a unas declaracines televisivas del alcalde a favor del restablecimiento de las elecciones de provinciales. Ahora, en vísperas de comicios (legislativos y presidenciales), Medvédev necesita librarse de un personaje "independiente e incómodo", dice Luzhkov, según el cual la cantante Galina Vishnévskaya había comparado la campaña contra él con la que sufrieron ella su esposo, el violoncelista Mstislav Rostropovich en la URSS. "Todo es como en el ejército. Los métodos son conocidos:la denigración pública para influir en la sociedad", afirmaba. "La campaña desatada en la prensa es asociada con usted, puede que usted no diera una orden directa, pero usted lo sabía y no ha parado esta arbitrariedad, y eso es lo importante", sentenciaba el ex alcalde.
El presidente Medvédev zanjó el lunes su conflicto con Luzhkov y, haciendo uso de sus competencias, lo cesó mediante un decreto en el que afirmaba haber perdido la confianza en él. En funciones ha quedado vicealcalde Vladímir Rezin y no hay aún candidato al puesto, según reconoció el primer ministro, Vladímir Putin, desde la ciudad de Syktyvkar. Putin apoyó al presidente, pero fue delicado con el alcalde. Éste, dijo, "ha hecho mucho para el desarrollo de Moscú y hasta cierto punto es un símbolo de la Rusia moderna. Es evidente que las relaciones entre el alcalde de Moscú y el presidente no funcionaron, pero el alcalde se somete al presidente y no al revés. Por eso, se deberían haber dado oportunamente los pasos necesarios para normalizar esta situación", afirmó. Putin aseguró que se mantendrá el sistema de elección de gobernadores del que él mismo es autor y dijo que Medvédev había actuado conforme a la ley.
"Si no hubiera cesado a Luzhkov, Medvédev hubiera puesto punto y final a su propia carrera", opina el politólogo Dmitri Furman, que califica sin embargo de "estúpida" y "torpe" la campaña de descrédito contra el alcalde. El politólogo matiza que la credibilidad de la lucha contra la corrupción (como la que afirma impulsar Medvédev) pasa por "poner fuera de juego al alcalde", ya que este se había convertido en un "símbolo". Tras su salida, Luzhkov anunció su baja como militante en Rusia Unida (RU), el partido gubernamental de cuya dirección era miembro. El "salvaje acosamiento" sufrido "desborda por su carácter los límites de la decencia y el sentido común", afirmó y acusó a los órganos dirigentes de RU de no haberle apoyado, de no haber mostrado deseo de aclarar la situación ni de parar "el flujo de mentiras y calumnias".
Los analistas están divididos sobre el impacto del decreto presidencial, así como sobre la estabilidad de Moscú y sobre la lucha real- y no propagandística- contra la corrupción, un fenómeno que no se limita solo a la capital. Pese a la propaganda, no se ha divulgado ninguna causa criminal ni contra Luzhkov ni contra su esposa, Yelena Baturina, que dirige la firma Inteko y es la mujer más rica de Rusia. La agencia Interfax cita cinco investigaciones criminales contra funcionarios de Moscú. De ellas, solo dos son de este año y afectan al vicealcalde Alexandr Riabinin, acusado de abuso de competencias y soborno. A Riabinin se le incrimina haber obligado a una constructora a entregar a su hija un piso de 200 metros cuadrados mediante una compra-venta ficticia.
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